Triste y sola (crónica de Marbella de Carmen Rigalt)

agosto 10th, 2006 - Rafa en la prensa - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

Sólo llevo tres días en Marbella, pero dentro de mí se ha instalado una sensación de perplejidad que ya no me abandonará en todo el verano. Es como si asistiera al fin de una época. Marbella agoniza y la gente se marcha sacudiéndose el polvo de los zapatos. Huyen las ratas, y a lo lejos suena un eco que se estrella contra el canto del muecín: ¡maricón el último! Esto se contagia. Hoy me he levantado dispuesta a comprar información para ilustrar la decadencia. Aviso: 50 euros por cada negrita. Si la negrita pertenece a Pedro Román o a Carlos Fernández y trae foto adosada, triplico la oferta. Pero tranquilos, que soy de buen conformar. Me vale Mayte Zaldívar en picardías o Pantoja con cara de perro. También ‘Paquirrín’ en tanga (aunque no me haré cargo de la indemnización por daños y perjuicios a la sensibilidad de los lectores). O Bárbara Rey comiéndose un croupier por los pies (todas las noches, en el casino, se zampa alguno).

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Los monaguillos de Castro

agosto 9th, 2006 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

La agonía de Fidel se ha convertido en una novela en la que todos saltan páginas para lanzarse a la lectura del final. Seamos sinceros: más que el parte médico lo que se busca es un parte de defunción que alivie. Si se habla en pro del pueblo cubano no estaría de más que quienes anuncian terribles presagios hicieran propuestas de futuro que no consistan en dar con el liberalismo en los morros. La apertura no debería llegar como el terremoto de la marabunta o lanzada con ira desde Miami.
Teniendo en cuenta el hermetismo de La Habana, Fidel Castro podía estar muerto, apenas vivo, muerto y resucitado, herido, o desfondado como el viejo sillón del Hotel Nacional de La Habana donde Lucky Luciano escuchó cantar a Frank Sinatra, en 1946. Pero la retórica marxista que le acompaña no nos permite hacer cábalas exactas, si esperan ver entrar al cura con la extremaunción van listos. Ahora bien, los esfuerzos que realiza la portavocía oficial por mantenerle vivo rozan el ridículo del malabarismo semántico, entre Carlos Lage y Ricardo Alarcón, (baluartes del régimen cubano), van a conseguir que Castro fiche por un equipo de la NBA; sabido es que en su juventud jugó de pívot. Unos dicen que habla, otros que se ríe de lo que lee, otros que ve la televisión y hasta los más osados aseguran que se operó sin anestesia tal y como John Wayne se quitaba las incómodas balas del hombro. El remate del pleonasmo enloquecido aparece en un periódico de Brasilia: «Castro está bien mal», ¡toma del frasco!, el partido que le habría sacado Cabrera Infante a esa frase. Otros hablan de la eventualidad cubana sin saber que lo eventual ha sido la singular aportación isleña a la política del siglo XX, la eventualité, de otra manera no se entiende que una isla gobernada por un dictador odioso para la gran mayoría haya resistido cuatro décadas largas siendo vecina de Estados Unidos.

El máximo dirigente de Cuba ha agotado la Historia, las crónicas, las predicciones y ahora las necrológicas, por lo tanto no le queda más remedio que morirse. La filtración es de buena fuente, aunque el régimen no crea en Dios también tiene su red de monaguillos. El dictador cubano acuñó aquello de «la Historia me absolverá», en el juicio por el asalto al cuartel de Moncada, pero del cotilleo no le libra nadie. Lo que más va a sentir es no poder hablar en su funeral (laico), la única vez en la que acudirá a un acto oficial teniendo que guardar obligado silencio.

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El ‘Pocero’ de Dubai

agosto 9th, 2006 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

En Dubai, según se llega al segundo camello a la derecha, en mitad de la nada acuática han levantado un paraíso urbanístico que hubiera hecho las delicias del famoso artista de Seseña. Es el sueño del Pocero, de Roca, de los huérfanos ideológicos de Gil y de los presuntos de Alhaurín todos unidos, una gran palmera que se adentra en el mar.
Lujo hortera y desmedido sólo al alcance de quienes tienen por Rh petróleo positivo, (una sangre espesa y tonta que hace muy feliz a sus propietarios). En cada rama del palmerón hay una serie de mansiones dignas de jeque árabe o de magnate de la industria del porno. Los millonetis del Golfo Pérsico prefieren quedarse allí a venir a Marbella porque pueden presumir con alegría de que el velo es bello y de la sumisión tiránica que tiene la excusa de ser coránica. Entre los muros de villas florentinas, donde se mezcla la uralita con el mármol, se esconden sus poderes absolutos y su imperio de la opulencia donde los gatos padecen gota por comer camarones. Para acceder hay que apretar un timbre que tiene forma de ombligo y que le da cosquillas en los cataplines al propietario.

Si al Pocero o a los hijos predilectos de Gil les hubieran dicho que podían construir en el agua, a estas alturas Marbella estaría conectada con Dubai a través de un puente de oro como el que lucen los mafiosos en las películas malas, (en las buenas llevan implantes y zapatos de punta). Yola Berrocal sería ministra de Marina y todo el mediterráneo olería a chorizo y barbacoa. Y por contagio, en Seseña atracaría el Queen Mary II en esa laguna de los mosquitos que es el pantano del pelotazo en seco, aunque para ello tuvieran que desviar el cauce del Tajo a su paso por Toledo.

La enorme palmera dubaití es una babel de ladrillo flotante, una Venecia alicatada, una Seseña en mar de nadie, un coño, un barco de hormigón libre de hipoteca. De la que nos hemos librado, por el momento, gracias a un alcalde que le paró los pies a un tipo sin escrúpulos convencido de que el soborno es la base de la democracia municipal. «¡Qué te pago, leche!», decía tirando de bolsillo en el costillar. La verdad es que sus antecedentes tenía El Pocero; podrá invocar el marbellazo o la gran palmera de Dubai, pero malgré lui sin licencia del Ayuntamiento su megaimperio es el decorado de una película del oeste. Lo que decía Gómez de la Serna del agua de sifón: «Es la nada con burbujas».

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Dos bobos de piscina

agosto 7th, 2006 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

Finalmente la policía ha encontrado a un par de morlacos sin cabeza que con su testuz de intolerancia le dieron varias ostias a una pareja de gays en la piscina de La Elipa, y todo por el pecado nefando de ser “maricones”, cosa grave para ellos que no podían resistir la presencia de unas locas en “su” piscina y se tomaron la justicia por el puño; sangre y asco dejaron después de su estúpida acción. Uno es menor de edad, los dos son gitanos, me da igual que sean payos, la intolerancia no entiende de fronteras genéticas.

No sé qué pena se les puede poner a estos dos agresores, a dos bobos de piscina, macarras del far west, milhombres, chiquilicuatres, mentecatos de jardín, babosos de agua dulce. Quizá la peor condena sea que algún día tengan entendimiento suficiente como para darse cuenta de que han hecho el cenutrio al agredir a una pareja que se besaba, pero que a ellos les debió parecer de mal gusto. Delito que podemos comparar con arrancarle una mano a La Cibeles, dos que se aman son una estatua y los que miran deberían tener la misma prudencia que quienes pasean por el centro histórico.

También me da igual que la pareja agredida fuera gay, no le resta ni le añade gravedad al asunto, lo asombroso es que un acto de amor pueda resultar espantoso a unos jóvenes. En el respeto a la diferencia y en la convivencia encontramos un espacio muy agradable para compartir, incluso debajo del agua.

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Abrazos para todos

agosto 4th, 2006 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

Lo primero que enseñan en clase de yoga es a no descoyuntarse y luego subrayan que nos abrazamos poco, y es verdad. La rigidez parece un síntoma de distinción social cuando en realidad es la antesala de lo rancio, es la misma distancia que hay entre rigor informativo y rigor mortis. La presidenta de la Comunidad de Madrid tiene un buen sonreír y una proximidad natural que no se ensaya en clase de yoga, ella ya lo traía aprendido de casa. Son tantos los que se acercan para hacerse una foto con Esperanza Aguirre que la web de la Comunidad ha estrenado un enlace donde uno puede buscarse junto a la presidenta. Para mayor detalle la foto aparecerá con marco rojo, (homenaje subliminal a mayo del 68), y firmada por Aguirre con caligrafía amable. Se trata de una aportación simpática a la ciencia política tan oxidada, prolongar en dedicatoria lo que fue un momento de proximidad fugaz.
Aun jugándome el desacato a la autoridad no debo callar que la presidenta sale cañón en todas-todas las fotos, está en señora estupenda (igual se lo han dicho alguna vez). Prueba de ello es que no hay cromo en el que salga mal, si extrapolan la idea a una celebración familiar seguro que desearían romper cientos de carretes que nos tiran a traición. En el caso de Esperanza Aguirre es al revés, siempre en la posición correcta con el gesto adecuado, como decían en el circo antiguo: «Más difícil todavía», ya puede hacer calor, frío o apretarle el zapato, la presidenta no afloja pose agradable. Para mayor abundancia están las fotos de la entrega de diplomas a la Policía donde para cuerpo el suyo, sin necesidad de diploma que lo acredite porque salta a la vista.

La idea reconcilia con el género humano; en las siestas del verano las televisiones se llenan de personajillos que se lían a tomatazos y que ponen cara de asco ante la cámara que les da de comer. En cambio la presidenta de Madrid sonríe, mira, y hasta se deja pasar la mano por la espalda en acto nada protocolario pero sí muy sincero. El personal debería tener en cuenta que los altos cargos son de cera aunque la emoción del momento les lleve al abrazo del oso.

Durante estas vacaciones el sindicato de cámaras digitales y los amigos del abrazo van a echar en falta a Esperanza Aguirre. Siempre es un detalle que te pongan en un marco y te quieran con firma personalizada. Los discursos pasan pero los abrazos prenden, eso también lo enseñan en yoga.

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Operación Biquini 2007

agosto 3rd, 2006 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

NI la subida de las hipotecas, ni el precio de los carburantes, ni la excarcelación de Vera (por el método de la patilla), ¡nada!, a mi amiga Isabel le preocupa la operación Biquini 2007. El tiempo que la ONU le va a dedicar al conflicto de El Líbano ella lo va a emplear en la urgente remodelación de sus carnes. ¡Y no le hace falta!, sin ser jurado de concurso de belleza digo que Isabel está “bien” tirando a gloria nacional, pero dice que embutida en el traje de baño se ha sentido prisionera. También le tiene un poco desplazada la ley del tabaco, va ella con las cerillas por los bares como si fuera una presunta pirómana de los bosques gallegos. Eso sin contar que se fue de vacaciones y cuando volvió le han quitado los galones a Plutón que pasa a categoría de piltrafilla espacial.
Es llegar septiembre y comenzar el año, (lo del 1 de enero es a efectos administrativos y para que nos suban el alquiler), en realidad todos los propósitos empiezan ahora, cuando al personal le da por aprender inglés, hacer gimnasia, cursos de cocina, o por la Operación Biquini 2007. Desconozco la capacidad negociadora de Kofi Annán, es más, creo que un hijo le salió trinconcillo con el petróleo de Irak, pero sí puedo afirmar que con las narices que le echa Isabel a sus cosas, el verano que viene será el cuerpo más perseguido de las piscinas españolas. Pero no crean que lo hace por causa banal, es que ella piensa que la cabeza no puede andar bien si camina apretada en carnes. Ideas profundas cuerpos ligeros sería el eslogan de esta peculiar campaña.

Es el momento para anotar lo que uno tiene intención de mejorar, para luego ponerlo en práctica, si es para dejarlo igual no hay que tomarse la molestia. No es un concurso, no hay premio (salvo el más íntimo de la satisfacción). La teoría de Isabel es: si Newton no llega a comprar manzanas nunca habríamos llegado a la teoría de la gravitación universal, de ahí lo importante que es acostumbrar a los niños a que tomen fruta.

Me van a perdonar la insolencia, pero la Operación Biquini 2007 es lo más serio que he encontrado en este arranque de curso que es primero de año, aunque el calendario diga otra cosa. Si nos limitamos a creer sólo en lo que la realidad sostiene, y no lo que el corazón nos dicta, estamos acabados como especie. El 1 de septiembre es el primer día del año, siempre según voluntad de Isabel y del club de amigos del bolero, los que pedían el reloj que no marcara las horas sin tener en cuenta que la tierra gira sin escrúpulos. Sin una disposición positiva todo es muy gris. La Operación Biquini 2007 está en marcha. A otros les da por coleccionar cromos de futbolistas.

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Magullados y escayolados

agosto 2nd, 2006 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

Si fuera traumatólogo nunca cogería las vacaciones en agosto. Llega el verano y al personal le entra la imperiosa necesidad de practicar todo el ejercicio que han evitado en invierno. Un vecino de costa pero urbanita de oficio, un costanita, decidió emular los saltos olímpicos sin tener en cuenta que nadie salta con chanclas y sobre césped húmedo. Quería batir un récord de urbanización y ha batido el récord de escayola de la Costa del Sol puesto que al caer se chascó cúbito, radio y gafas, (eso último le dolió más porque el urbanita sin gafas es como un pollo sin plumas).
Entre terribles estertores de alto cargo humillado se lo llevaron al Hospital Carlos Haya de Málaga, donde dice Antonio Romero que los rojos de verdad no deberían entrar porque era un aviador franquista, pero cuando uno lleva urgencias no está para reparar en el árbol genealógico. Tampoco el médico le preguntó si había pertenecido a alguna organización de aquéllas que fomentaban el llamado espíritu nacional, porque habría dado positivo en el control de franquismo y nostalgias. Le quedará una escayola generosa como las que adornan las iglesias góticas de Baviera para el resto del verano, y ese picor morboso de no poder rascarte cuando algo pica. Al magullado costanita, ahora mezcla de costalada y urbanita, se le han quitado las ganas de emular a los atletas olímpicos, pero la inconsciencia pasa el testigo a otros alocados, por eso no se agotan nunca las existencias de escayola en la costa.

El deporte ocasional provoca más bajas que una plaga de ladillas en una compañía de tropas expedicionarias, y sin embargo se practica con locura ininterrumpida, o lo que es lo mismo con la alegría que da el desconocimiento. Una cucaña mezclada con sangría te hace perder todos los puntos del carné de la salud de golpe, lo que no se cura es el bochorno.

Entre los clásicos del deporte en verano está Arenas, que todos los años retrata Rigalt en San Pedro de Alcántara, en el torneo de pádel que organiza J.C. de Salamanca. Pasan los michelines y Arenas mantiene una muñeca de hierro que a veces convierte en tobillo de plomo; la semana pasada hizo un saque de honor en el campo del Málaga. Se entiende que para llevar la organización interna de un partido hay que dar mandobles y estar en buena forma. Nunca se sabe qué alcalde te puede salir díscolo y, en ese caso, le tienes que enviar una nota para que se acerque a la red y desde allí machacar un pase al fondo.

Los demás a paso corto, casi de Chiquito, y a mirar bien por dónde pisas. No vaya a ser que por culpa de un entusiasmo momentáneo nos aplastemos el colodrillo.

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Juan Pelegrin premio a la mejor foto de la feria de San Isidro, o lo que es lo mismo a la mejor faena con una cámara de fotos

agosto 1st, 2006 - Noticias - Sin comentarios

juan_pelegrin

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El barco

agosto 1st, 2006 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

Una barca la tiene cualquiera, un yate algunos, pero barco sólo lo disfrutan los muy ricos tirando a fortunón. Paco ‘El Pocero’ tiene un barco inmenso porque con un barco se marca estatus, más si la tripulación te pregunta en inglés qué deseas tomar.Los barcos han definido la opulencia en España; Mario Conde tuvo un banco para tener un barco, cuando dijeron que le habían intervenido para quitarle el timón lo decían de manera acertada, el Banco de España lo mandó a pique. Vanidad es con uve de verano pero debería ser con be de barco. Hasta Felipe González en su día se contagió de franquismo para subirse al Azor y ahí la fastidió, porque si no quieres que te asocien con Franco no compartas su camarote donde las siestas son el roncar de la memoria histórica.Valentino tiene otro en el que se entra por la popa, (a posta), y donde Gwyneth Paltrow hace de mascarón policromado, a su lado un batallón de julais anodinos formados en la intelectualidad de los gimnasios de Grecia y Roma que no hablan lenguas muertas sino de las otras. Los Albertos suben y bajan continuamente de sus respectivos barcos para que se vea donde hay, porque en función de la desidia se aprecia quién tiene y cuánto manda. Alguien no entrenado, un pariente pobre que les visite, tropezaría y caería al agua del muelle donde se lo comerían unos tiburones con pedigrí, porque si uno tiene para barco también puede contratar el tipo de pez que le acompañe.
El barco-Pocero está hecho para fardar, como todos, ¡qué se creen!, no para salir al encuentro de los personajes de las novelas de Salgari. Un barco en condiciones tiene asegurado la mar tranquila, la incertidumbre se queda para los obreros de las olas. Si Madrid copiara a Venecia y los túneles de Gallardón se llenaran de agua, la M-30 sería un atasco de ego con las velas desplegadas con escudos de armas bordados. El barco-Pocero es un hotel de lujo hecho para recibir, lo que don Alvaro de Bazán se gastó en cañones, él se lo ha pulido en decoración y aparataje. Las páginas amarillas de la alta sociedad se redactan con los apellidos de los que toman el aperitivo en los pantalanes de la opulencia. A veces salen del puerto pero vuelven pronto porque se dan cuenta de que el salitre afea, de tal manera que es mejor instalar una cabina de rayos uva a bordo. El rico de verdad encuentra una satisfacción sublime en lo artificial, el moreno de máquina es de una elegancia exquisita, tuesta pero no cansa.

El barco-Pocero es un trasatlántico hecho para no zarpar nunca, dotado de los adelantos más sofisticados, no tanto para la navegación sino para cascar hígados por la envidia. Lo que el rico busca es un barco con varios pisos y helicóptero mini. Ahora que termina la temporada, Paco El Pocero y sus compañeros de muelle deberían montar unas jornadas de puertas abiertas como hace Marín en el Congreso. Es lógico el despliegue naval, para un constructor todo el mar es nostrum.

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Una foto con premio

agosto 1st, 2006 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

En la última feria de Madrid hubo más emoción que aplausos, sin duda que el momento de mayor angustia es el que recoge Juan Pelegrin en esta foto premiada como la mejor de San Isidro, según Taurovent. Juan Pelegrin es un joven fotógrafo que acumula talento y ganas, un filósofo tan extraño que pasa de estudiar mitología griega a calzarse el traje de fotógrafo de fieras en el callejón de la Plaza. Allí, desde hace unos cuantos años, practica el arte de poner el ojo donde pone la intención (que decía Ana Belén).

Ser fotógrafo de toros no es fácil, hay que atrapar la escena y congelarla para siempre. Juan sabe de congelados más que el capitán Pescanova.

Esta foto es de premio pero les aseguro que tiene otras muchas más porque las he visto, pero Juan Pelegrin no es amigo de exposiciones sino de trabajos, si no le hubieran dado el premio nunca habría trascendido este momento sublime de la tauromaquia de urgencia. El toro, “Peletero” de la ganadería de Palha, y el torero, Rafael Rubio “Rafaelillo” se veían las caras después de un encontronazo terrible. Sus manos apoyadas en el suelo recuerdan una escena de Gladiator, el toro 513 kilos y el torero apenas sesenta. El miedo les pesaba igual a los dos pero el toro fue más fuerte y lanzó a Rafaelillo a sus lomos como el que se echa una mochila sangrante a la espalda. La muerte jugó entre los dos pitones pero esa tarde llevaba prisa, tan sólo una lesión de tendones en la mano para “Rafaelillo”. Según Juan “es el milagro más grande que he visto en mi vida”. Según los que lo vieron en directo, también.

La suerte tiene amigos muy extraños y a veces da besos en la boca. Esa tarde del último día de mayo de 2006, “Rafaelillo” tuvo suerte y Juan también. Ninguno de los dos sabía cómo iba a ser la siguiente escena. Pasó tal cuál. Hoy queda el premio y un cierto espanto cuando recuerdan el segundo, esculpido en mármol, en el que el diablo preguntó por el alma del torero sin saber que Juan estaba al otro lado dispuesto a hacer el quite con una reflex.

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