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El papel de Mariano Rajoy

febrero 8th, 2009 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

Los docudramas o series de ficción basadas en hechos reales están de moda, TVE estrena esta semana la recreación de lo que se cree que ocurrió en el Palacio de La Zarzuela en la noche del 23F. Lo que puede dar audiencia a esa serie no es la veracidad del argumento sino la credibilidad de la situación. Pasado un tiempo a la gente no le interesa la verdad sino que el cuento suene bonito, ya puede usted haber sido Julio César para que luego el imaginario popular le ponga la cara de Charlton Heston.
Cuando pase el tiempo suficiente también alguien hará una comedia con el último año de Mariano Rajoy, y entonces podremos ver algunas situaciones hoy dramáticas contadas con el acompañamiento de una banda sonora. Sin duda que el guión tendrá muchos padres que se apuntarán a reconstruir la historia según les convenga, la dificultad va a venir a la hora de elegir a los personajes. Si lo ponemos en presente resulta más fácil de entender: ¿Qué actor en su sano juicio va a aceptar el papel de Mariano Rajoy?, sería un trabajo desolador, de los que pasan factura. Es un peligro, ahora mismo, hacer de Rajoy. Ninguna compañía de seguros firmaría la póliza.
En el último año ha perdido las elecciones generales, el trato de Aznar en el Congreso de Valencia, el adiós de María San Gil, el pulso de Gallardón, el no me resigno de Aguirre. Ha cedido el mando de la situación en Madrid, (si alguna vez lo tuvo), y ahora le golpea un turbio asunto en el que ha entrado el juez Baltasar Garzón. Pero es que, además, los candidatos regionales están hasta el “pirri” de su escaso liderazgo y se le rebelan, Nuñez Feijoo está harto de responder en la campaña preguntas sobre la trama de espías de Madrid, y Alicia Sánchez Camacho enloquece copiando el eslogan de Obama, (eso si que es “Alicia en el País de las Maravillas”). ¿Y qué hace Rajoy cuando dos fracciones de su partido se enfrentan en Madrid?, pues guardar el silencio de la siesta y dejar que los medios de comunicación interpreten sus vuelos de gaviota. Desde luego que el actor que haga de Rajoy va a tener que echarle una dosis extra de paciencia al personaje, más que un papel lo que va a interpretar es a un crápula en una partida de póker. Rajoy se mira al espejo y parece que esa barba le está creciendo a otro. Su ausencia de la política española le deja a Zapatero toda la extensión de los jardines de Moncloa, en caso de haber sido planta y no persona ahora sus raíces habrían sido devoradas por el sauce de Zapatero.
Tendremos que esperar a que se escriba la serie y a que, posteriormente, se emita el docudrama. Quizá así la audiencia podrá premiar al personaje lo que al político le negaron en votos.

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El viento que susurraba a los árboles

enero 25th, 2009 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

Según los meteorólogos estamos en una ?alerta naranja?, traducido al lenguaje de los árboles es que éstos se doblan y se descoyuntan sobre los coches hasta romperles los cristales, y que las cornisas amenazan nuestras cabezas con golpes de ira, (ninguna maceta está a salvo de lanzarse como un atleta desde el trampolín). Dice mi amigo Javier Blanco que al eucalipto que hay en su casa de Madrid ?se le han puesto hojas de loca?, una metáfora de la violencia de los elementos, de esta furia a la que debemos guardar un respeto si no queremos acabar de mala manera. Cuantas más hojas tiene un árbol mayor es su capacidad de discurso con el viento que le hace hablar; en algunos casos les hace chillar de frío en las noches de las calles desiertas. Lo más parecido al terror es escuchar a un árbol pedir clemencia cuando más arrecia la fuerza de Eolo, aquel Dios que se quedó con el monopolio de espantar rebaños y de levantar las olas sin permiso. Todos llevamos un pequeño Eolo dentro que sale una vez al año cuando tenemos que apagar las velas del cumpleaños, luego regresa a la caverna de los pulmones y apenas asoma en algún estornudo inoportuno.
Desde noviembre llevamos metidos en todo tipo de alertas climatológicas, cuando no llueve es que nieva y cuando no toca huracán, de tal manera que el seguimiento de la información meteorológica en la tele es muy parecido al show de aquellos planos con los que el orondo general Schwarzkof nos contaba las operaciones en la primera Guerra del Golfo. Ese puñetero aire desbocado es capaz de levantar tejados y de matar a cuatro niños en un polideportivo de Barcelona. El viento es el único fenómeno contra el que no cabe remedio: no sirven ni los paraguas ni las gafas de sol. Una vez ido para siempre, una vez haya pasado el temporal del fin de semana nos podemos preguntar dónde se oculta el viento cuando se cansa de arrastrar las nubes a la carrera.
En el encuentro con internautas del PP, Esperanza Aguirre decía que había amainado el temporal, pero quizá no se refería al viento que en ese caso más bien parece provocado por efecto de un aparato eléctrico que alguien controla a voluntad. Los vendavales en política rara vez se deben a causas naturales y hay que fijarse en quién se puede beneficiar de ellos. El PP es un partido que se lleva bien en lo virtual, en Internet, pero que luego tiende a la bronca en cuanto hay cielo abierto.
En el Antiguo Testamento el viento era una de las formas que adoptaba el Espíritu Santo cuando no se dedicaba a quemar zarzas con un rayo. Así que cabe alguna interpretación teológica del asunto, algo que no alcanzo desde mi pequeña atalaya de agnosticismo.

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La maja vestida del PP

enero 18th, 2009 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

Soraya ha querido hacer un reportaje íntimo y para eso se ha puesto natural en la foto, pero el pie quebrado le delata, hay en su pose un miedo a ser espontánea que le da rictus de estatua de sal, de habitante de ?Génova y Gomorra?. Es un pie desnudo que busca acomodo pero que al final se convierte en gesto de bailarina. Nadie debe juzgar a Soraya por unas fotos pero si se puede opinar acerca de la oportunidad de las mismas, Rajoy lo ha hecho para lamentarse de cuando ellos hicieron coñas con las ministras en ?Vogue?. Libertad para Soraya pero también libertad para opinar de ella sin necesidad de quemar sus fotos como si fueran las de los reyes en Cataluña.
El momento no ha podido ser más inoportuno, cuando Solbes avisa de una crisis galopante Soraya se recuesta en el suelo y se convierte en bailarina de Degàs en cuadro destinado a ser la estrella del Museo; nadie que haya pasado por España este fin de semana se habrá quedado sin ver la foto de Soraya en lo horizontal y ese pie en fuga que apunta pero no dispara. En esta segunda transición es Soraya la que hace de Victoria Vera en icono de carne mortal pero muy agradecida.
Es cierto que la portavoz parlamentaria del PP todavía está en la edad del COU y que puede permitirse el gesto, el desdén, la frivolidad y hasta el exotismo, pero quizá a los políticos se les pida que sean eficaces antes que sexys, y eso que la foto de Obama haciendo pesas daría la vuelta al mundo en ochenta sms, sería un ?pásalo? muy reconocido.
Rajoy, lo repito, está avergonzado de haber dicho de todo a ese grupo de ministras que sacaron los sofás de Moncloa al jardín y allí se colocaron en pose marcial para mayor entusiasmo de los seguidores de los mitos y las modas. Quizá habría sonado diferente si Dinio se hubiera hecho unas fotos en el escaño de Zapatero, pero es que todavía no nos hemos quitado el chip de cuando las taquillas de la mili se decoraban con chicas de póster desplegable. Aquellas fotos que hacían las funciones de descanso del guerrero.
Aquí somos de mucho rugir y muy dados al aplastamiento por el método de la avalancha: uno dice algo y enseguida se encuentra con un eco que lo multiplica y exagera. En una semana esa avalancha se ha llevado por delante al que era presidente del Real Madrid, a Ramón Calderón le ha pasado por encima un camión cargado de odio y luego ha dado marcha atrás para comprobar si aún estaba con vida. Somos así de cainitas en todo, ya sea fútbol, fotografía, política o baloncesto. No nos podemos evitar que es otra manera de sugerir que no nos podemos soportar. Bien pensado una foto mata más que mil palabras.

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Este motor extraño que llevamos

enero 4th, 2009 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

Hay mucho mitómano porque existe la necesidad de depender de un mito, por ejemplo de las uvas de fin de año y la creencia de que la vida empieza otra vez a primeros de enero. Pero una vez que ha pasado el trompeteo y el confeti, una vez despejada la sala de canciones usadas y de tacones rotos, queda la sensación de que enero se parece mucho a diciembre, (tanto como nosotros a aquellos que se vestían para ir a la cena del 31). No es nada nihilista, es puro vértigo de reloj: los años nunca pasan por el calendario sino por nuestra espina dorsal. Por mucho que nos apasione la tecnología japonesa no portamos un cuenta kilómetros adosado a las gafas, y de esa manera cada uno lleva los años de la mejor manera posible. Si a partir de los treinta somos responsables de nuestra cara, a partir de los cuarenta lo somos de los huesos y de las goteras que puedan aparecer en sus cañerías.
?Tempus fugit? se puede traducir por corre que te pillo. Y así aparece uno en el mismo sofá de siempre, a la hora habitual, recostado sobre el primer domingo de enero con este frío seco que mira de manera insolente y que saca nieblas de dragón por la boca. A simple vista no se aprecian cambios notables, ni en la piel, ni en las manos; tampoco en la actualidad. De ser cierto el mito del año nuevo entonces una capa doble de polvo vendría a manchar la superficie de los cuadros, llenaría los sofás y se metería dentro de los libros; pero no. Va a ser que las cosas importantes suceden sin calendario y los años cruzan la frontera cuando les da la gana, sean llamados con uvas o no.
Este primer domingo de enero se parece mucho al último domingo de diciembre, siempre y cuando uno sea capaz de encontrar el hueco de su cuerpo en el sofá, (que es una habilidad que se adquiere con el tiempo y la experiencia). Ese motor interno que nos propulsa se alimenta de oxígeno y nos hace cumplir años cuando realmente le da la gana, no cuando lo dicen los almanaques. Por culpa de H.G. Welles tenemos una visión mecanicista de la vida que nos lleva a creer que somos motores dotados de cuenta kilómetros y varilla del nivel de aceite, (conviene poco esa comparativa porque la industria del automóvil está en crisis).
El mito del año nuevo justifica la necesidad de ser perdonados, como si se pudieran olvidar ofensas y ?putaditas? nada más cantar las campanadas. El mito come, cena, toma copas y provoca dolor de cabeza. Quizá por eso este silencio de primeros de año, nadie se atreve a molestar a nadie, no fuera a ser que en el espejo de los demás siguiéramos siendo los mismos. Sí, aquellos que buscan perdón igual que buscan calor de chimenea y tacto de calcetines viejos.

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2008 y un segundo más

diciembre 28th, 2008 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

Son las cosas que tienen los científicos. De repente alguien se ha dado cuenta de que hace falta prolongar un segundo este puñetero año de crisis, y lo van a hacer. 2008 va a durar un segundo más, y lo que me pregunto es en qué lo podemos ocupar, no podemos dejar que ese espacio de tiempo generoso que nos regala la ciencia pase sin pena ni gloria. Y recuerdo una cosa que decía Chumy al respecto del manido ?espíritu olímpico?: ?correr los cien menos en menos de diez segundos es una estupidez porque luego te sobra mucho tiempo y no sabes qué hacer con él?. Chumy era un sabio y con él compartí los últimos tiempos de ?Diario 16?, una vez estuvimos juntos en los toros donde me contó aquella historia del matador que no veía bien y para entrar a matar pedía a la cuadrilla que le trajeran las gafas de cerca.
Este segundo que nos sobra les viene a huevo a los autores de boleros que se han pasado dos siglos diciéndole al reloj que no marque las horas. En ese segundo que sobra Ane Igartiburu podrá ensayar el brindis de todos los años y podrá ajustarse el vestido que nunca es el del año pasado, (urge que TVE cree un museo con los traje de Ane). Con ese tiempo que nos han regalado podemos planear un viaje, leer un libro, tener un hijo o plantar un árbol; y los más osados pueden hacer las cuatro cosas a la vez porque todo es ponerse.
La actualidad de este año con un segundo más cambia bastante, por ejemplo a Bush le habrían dado con el famoso zapato, y Zapatero podría haber tenido tiempo para verbalizar la palabra crisis sin pudor ni miedo al qué votarán. Es como si la vida nos regalara un tiempo de cámara lenta donde las cosas tienen otro valor, una moviola que tanta falta nos hace porque siempre lo urgente puede a lo importante y así andamos de un fuego a otro sin tiempo para pensar cuándo nos pusimos las botas de bombero. La puesta de sol del día 31 de diciembre irá más lenta, quedándose la luz pintada en homenaje a Velázquez y a cuantos se extasían ante un cuadro que tiene cientos de años y aún sigue vivo.
Que cada cuál haga sus cálculos y anote luego en qué ha invertido estos granitos de arena de este experimento que nos han dejado en las manos. De vez en cuando la ciencia juega a los dados y ofrece una propina en forma de vacuna, de invento, o de tiempo extra. Pasarán muchos años hasta que tengamos que volver a readaptar el reloj y quién sabe si estaremos vivos para hacerlo, (sólo a los vivos les interesa el tiempo, a los muertos les dan igual los años porque pasado un siglo en silencio todo el resto del calendario es el mismo). El reloj tendrá un hipo y luego seguirá.

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Tratado de las malas maneras

diciembre 21st, 2008 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

A ver si tenemos suerte y alguien le dice a Zapatero que hace falta un Ministerio del Buen Gusto, (el presidente las recoge al vuelo como se sabe, no hace mucho tiempo aprobó la creación de un Ministerio del Deporte sólo porque se le había ocurrido a Sánchez Vicario). La Navidad es la excusa perfecta para que la gente se disfrace de las cosas más inverosímiles, un caso de curioso travestismo social como dice Silvia Grijalva. ¿A cuenta de qué se colocan esos pelucones que recuerdan a la familia de Michael Jackson antes de que el dinero les podara los rizos?, ¿qué absurda tradición lleva a que las calles se atasquen y no haya taxis por culpa de las cenas de Navidad?, ¿Es necesario que las celebraciones acaben con cientos de jóvenes tirados por los portales?
Si un marciano aterrizara en estas fechas diría que somos gente curiosa que celebra sus fiestas con borrachera al borde del coma. Y de resaca en resaca hasta la derrota final. Por eso urge un Ministerio del Buen Gusto que ofrezca un ocio más divertido y de consecuencias menos agresivas. Nos pasamos la vida entre normas que nos regulan salvo cuando llegan los momentos de ocio en los que el diablo tiene barra libre. Por una vez y sin que sirva de precedente estoy de acuerdo con un anuncio de la DGT en el que cuentan que entre todos lo mataron: entre el amigo que le da una copita, la novia que le dice que todavía es pronto y así hasta que tuvo el accidente.
La escala del mal gusto no tiene peldaños finales, crece cada año y amenaza con adentrarse en las nubes como el IPC. Empezamos con aquellos espantosos matasuegras y ahora hemos llegado a los trajes completos de Papá Noel y a la necesidad de inundar los teléfonos móviles con mensajes bobos de felicidad de plástico. Y el que se aparta de esa norma parece un apestado social, un soso, un tipo para verlo de lejos.
Candidatos para ocupar esa cartera se me ocurren algunos, entre ellos Magdalena Álvarez que tiene desparpajo suficiente para decir: ?¡ea, que os quitéis el gorrito de Papá Noel?. A Bernat Soria le veo menos porque ya va vestido de Santa Claus todo el año y se iban a dar muchas colisiones de intereses. Pero la señora Álvarez tiene el perfil idóneo para empezar una regeneración democrática porque la base de la democracia es la participación y el buen gusto; sin esos parámetros lo que conseguimos es una bronca que no deja dormir a los vecinos. Habrá que preguntarle a Alejandro Rojas Marcos por qué sentimos la necesidad de matarnos a copas, broncas, travestidos con estúpidos gorros ?coloraos?. Esta alegría exagerada, (y tan hortera), esconde la infelicidad colectiva, la tristeza de un matasuegras desafinado.

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La casa de Herodes y unos cuantos patos

diciembre 14th, 2008 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

Llegado el mes de diciembre, y como es costumbre, el personal se pone a buscar las figuritas del Belén allá dónde pensaba que las había dejado hace un año, pero ocurre que las figuritas tienen vida propia y se descolocan por los armarios. Entonces la búsqueda se convierte en una penosa actividad que te lleva a encontrarte con unos jerseys que pensabas que habías dado hacía tiempo, y a tropezarte con un juego de llaves que no corresponden a ninguna cerradura conocida. Cada vez que se guarda un Belén se pierden piezas que no volverán a aparecer nunca, ni en forma de polvo policromado; por lo tanto existe un agujero negro en la cristiandad en miniatura por donde se marchan las escenas bíblicas. Y, también, existe el fenómeno mágico de la multiplicación de los patos y los peces; uno pensaba que tenía cinco y aparecen una docena.
Luego está el asunto de las figuras rotas que componen un espacio de tullidos que siguen a una estrella de purpurina, algo que da al portal un aspecto de ambulatorio de la Seguridad Social en hora punta, sólo falta que aparezca una enfermera llamando a los romanos por orden alfabético. Conclusión: todos los años por estas fechas nos damos cuenta de que Herodes ha crecido y que su castillo no aguanta otras reformas con celofán, pero pasan las décadas y como en Palestina no tenían inspección de edificios al final nunca lo cambiamos por uno nuevo. De esa forma el nacimiento tiene un aspecto ruinoso pero a nadie le molesta que los patos sean de mayor tamaño que los romanos, o que los Reyes Magos vayan dos en un camello porque el otro se perdió en una mudanza.
Lo que es imperdonable es comprar el ?pack? completo en una tienda de chinos donde te venden todo el decorado, figuritas incluidas, y entonces San José tiene cara de madelman porque está fabricado en el mismo lugar que los héroes de los comandos. Es mucho mejor renunciar al Belén y no poner nada a colocar la maqueta de lo que un genio oriental cree que debió ser el nacimiento de Jesús.
Que me perdonen los belenistas de pro, esa gente que son capaces de reproducir con detalle lo que debió ser un lugar mágico, pero ellos tienen la culpa de que una vez al año nuestra casa se convierta en un taller de ?bricomanía?. Si al menos saliera un experto en televisión diciendo que con unos corchos de vino y unos palillos se puede montar un puente, o que el papel de plata ya está muy visto para hacer un río. Urge un decreto del Ministerio de la Vivienda que venga a poner orden a este guirigay de corcho-pan que tantos quebraderos de cabeza nos da cuando los niños piden rigor y realismo. No es tan sencillo armar el Belén.

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Unos tipos que miran mal

noviembre 23rd, 2008 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

Álvaro Ussía tenía edad para hacer planes de futuro, salud para llegar a viejo y, según sus amigos, simpatía como para ser un donante de bonhomía. Pero el joven Álvaro se cruzó con unos porteros de discoteca que le cortaron todos esos planes que tenía para el resto de sus días; sin juicio previo aplicaron la sentencia contra el suelo de la noche hasta dejarle con el corazón literalmente partido. Álvaro murió porque desguazaron su joven cuerpo cargado de futuro, y ahora una foto suya preside un altar improvisado en una calle de Madrid. Velas rojas y flores blancas.
Será la justicia la que determine quienes son responsables y en qué medida, pero alguien tiene que poner coto a los desmanes de la noche. No es posible que en la puerta de los locales de moda rijan otro tipo de normas que no sean las constitucionales. ¿Qué diríamos si en los tornos de los campos de fútbol, en vez de profesionales de la seguridad, vigilantes con uniforme que han sido formados, pusieran a porteros de discoteca?, ¿Qué tal esos porteros de discoteca en las entradas de los edificios oficiales? Para ser un ?puerta? no hace falta más titulación que un certificado de pasar ocho horas al día en el gimnasio y tener el cerebro de un caniche, (salvadas las honrosas excepciones que pudiera haber).
Sucede que el estado de Derecho se esconde cuando dan las doce de la noche, cuál ratón de Cenicienta y entonces aparece el desgobierno de las mafias que elevan la bandera de los piratas a lo alto del mástil. No se puede dejar al arbitrio de un indigente intelectual la entrada, o no, de una persona a un local de copas por mucho cartel de ?reservado el derecho de admisión?. Desde el Ministerio del Interior no se ha regulado el oficio de ?portero de discoteca? y se deja al albur del dueño del local la elección de la persona que controlará la entrada de manera aleatoria y caprichosa. La foto de Rubalcaba con Jose Luís Moreno le viene de ?cine? al Ministro, pero tampoco estaría mal que se diera una vuelta la policía nacional por los lugares donde se atropella a la razón con resultado violento. Y, ya puestos, que se hiciera caso a la policía cuando levanta un acta y éste no cayera en el sueño de los justos.
En Internet hay recogidas cientos de peleas en las puertas de los bares de copas, allá dónde impera la ley del más fuerte. Tristemente hay zonas de copas, en todas las ciudades, donde se conoce que la legalidad brilla por su ausencia pero es consentida por alcaldes y empresarios. El sector de la noche necesita una regulación urgente y a medida. Y a esos tipos que miran mal recordarles que también la Ley se hizo para ellos, y no para que avasallen a los clientes con sus malos modales. Este vacío legal es el que ha permitido que el oficio de ogro sea rentable y mortal.

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Unos tipos que miran mal

noviembre 23rd, 2008 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

Álvaro Ussía tenía edad para hacer planes de futuro, salud para llegar a viejo y, según sus amigos, simpatía como para ser un donante de bonhomía. Pero el joven Álvaro se cruzó con unos porteros de discoteca que le cortaron todos esos planes que tenía para el resto de sus días; sin juicio previo aplicaron la sentencia contra el suelo de la noche hasta dejarle con el corazón literalmente partido. Álvaro murió porque desguazaron su joven cuerpo cargado de futuro, y ahora una foto suya preside un altar improvisado en una calle de Madrid. Velas rojas y flores blancas. Será la justicia la que determine quienes son responsables y en qué medida, pero alguien tiene que poner coto a los desmanes de la noche. No es posible que en la puerta de los locales de moda rijan otro tipo de normas que no sean las constitucionales. ¿Qué diríamos si en los tornos de los campos de fútbol, en vez de profesionales de la seguridad, vigilantes con uniforme que han sido formados, pusieran a porteros de discoteca?, ¿Qué tal esos porteros de discoteca en las entradas de los edificios oficiales? Para ser un ?puerta? no hace falta más titulación que un certificado de pasar ocho horas al día en el gimnasio y tener el cerebro de un caniche, (salvadas las honrosas excepciones que pudiera haber). Sucede que el estado de Derecho se esconde cuando dan las doce de la noche, cuál ratón de Cenicienta y entonces aparece el desgobierno de las mafias que elevan la bandera de los piratas a lo alto del mástil. No se puede dejar al arbitrio de un indigente intelectual la entrada, o no, de una persona a un local de copas por mucho cartel de ?reservado el derecho de admisión?. Desde el Ministerio del Interior no se ha regulado el oficio de ?portero de discoteca? y se deja al albur del dueño del local la elección de la persona que controlará la entrada de manera aleatoria y caprichosa. La foto de Rubalcaba con Jose Luís Moreno le viene de ?cine? al Ministro, pero tampoco estaría mal que se diera una vuelta la policía nacional por los lugares donde se atropella a la razón con resultado violento. Y, ya puestos, que se hiciera caso a la policía cuando levanta un acta y éste no cayera en el sueño de los justos. En Internet hay recogidas cientos de peleas en las puertas de los bares de copas, allá dónde impera la ley del más fuerte. Tristemente hay zonas de copas, en todas las ciudades, donde se conoce que la legalidad brilla por su ausencia pero es consentida por alcaldes y empresarios. El sector de la noche necesita una regulación urgente y a medida. Y a esos tipos que miran mal recordarles que también la Ley se hizo para ellos, y no para que avasallen a los clientes con sus malos modales. Este vacío legal es el que ha permitido que el oficio de ogro sea rentable y mortal.

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El lujo de ser un príncipe

noviembre 16th, 2008 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

Seis días de fiesta va a tener Carlos de Inglaterra para celebrar su ?juventud?. En el fondo todo el ?aparataje? festivo es para disimular su desesperación, cuando llegue a reinar será con el sobrenombre de ?El rey Yayo?. Sesenta años sin haber ejercido el cargo para el que fue concebido y para el que se lleva preparando toda la vida es terrible, otros con menos esfuerzo sacan una oposición a alto cuerpo del Estado. Además, celebrar algo junto a Camila cuando Sarkozy se presenta con Carla Bruni debe ser muy duro, casi tanto como que te tiren de las orejas cuando de ahí vas sobrado. También es posible que haya cierta coña entre los que le canten: ?¡y que cumplas muchos más!?. ?Mamá?, está como una rosa y su buena salud recuerda que la reina madre se fue al cielo batiendo los récords de longevidad de occidente; dicen que ayudada por una dieta de alcohol en pequeñas dosis que le proporcionaba felicidad a gran escala. No es que fuera una beoda pero le tiraba la copita y gracias a ella se mantuvo firme, (también porque en las partidas de ?bridge? no hay contacto y apenas aparecen lesiones, quizá algo de codo de tenista por apoyar mal la carta en la mesa, pero no es muy frecuente)
La desesperación del sexagenario empedernido le ha llevado a una fiesta medieval en tiempos de crisis, (si otra monarquía hiciera algo parecido la bronca iba a llegar hasta las Chafarinas), pero en la esencia de una Corona está lo absurdo del ser. Freud habría escrito un enorme tratado con la vida de Carlos de Inglaterra. Ahora bien, a este príncipe nadie le dirá que no ejerce dignamente su oficio, es el tipo al que mejor le quedan los trajes y uniformes en el mundo. Si cada persona tuviera su clon en negativo, Berlusconi sería el antagonista de Carlos de Inglaterra. Nadie como él para ser el rey de los ingleses pero la oportunidad le va a llegar cuando tenga el carnet del club de jubilados y le hagan descuentos en los trenes. No es justo que el mismo día en el que le den la corona también le añadan un bastón y unas pastillas para el insomnio.
Sólo el interés de la cena de Bush en la Casa Blanca donde Zapatero acudió junto a un grupo numeroso, (como si fuera un turista más que visita Washington), nos ha hurtado las imágenes en directo de las celebraciones de Londres. Por parte de Bush ha estado muy feo que contraprogramara a la gran fiesta de Buckingham. Por muy mal que ande el sistema económico mundial y por triste que estén las Bolsas, a Carlos de Inglaterra había que respetarle su sexagésimo cumpleaños. Sólo se vive una vez, y la ruina puede esperar una semana más. Al menos el príncipe Carlos le ha puesto algo de alegría a esta penuria mundial.

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