(“COLPISA/VOCENTO“, 15 de mayo. 2012)

Para entender la vida política hace falta más repasar los videos de “El Beni” de Cádiz y menos leer a Maquiavelo. Sólo con distancia, y con la guasa suficiente, podemos entender por qué la alcaldesa de Madrid le dijo ayer a Casillas que el partido que más le había gustado fue el Real Madrid-Barcelona del Bernabéu, (Casillas se quedó de pasta de boniato: “¡pero si ése lo perdimos, alcaldesa!”). Un alumno de quinto de Maquiavelo hubiera buscado un boquete para meter la cabeza pero en cambio Ana Botella zapateó ante los campeones como hubiera hecho “El Beni”, (genio y figura. Recuerdo cuándo le dijo a Jesús Quintero que él creía en la Atlántida sumergida porque cuándo se sentaba en La Caleta veía por las tardes cómo las madres iban a recoger a sus hijos al colegio, allá en el fondo del mar. Lo veía muy nítido).
Las nuevas tecnologías dan la razón a “El Beni” y justifican la frase de Ana Botella. Se habla mucho del concepto “nube” que es un disco duro que almacena nuestros datos pero no está en ninguna parte. Es aquello de ser uno y trino aplicado a los ordenadores de mesa y a los portátiles, un lío de teología virtual que a su vez provoca virus y estos llegan a los altos cargos en forma de troyanos. Botella vive en su nube y es feliz, de esa manera cuadra por qué Ramos mandó el balón del penalti al quinto anfiteatro: no fue un error si no un homenaje a la alcaldesa madrileña, un brindis a la Luna dónde por cierto cuentan que llegó el balón rompiendo los cristales de la casa de unos selenitas que eran del Barça y se enfadaron mucho.
Otro alcalde de Madrid, el olvidado Álvarez del Manzano, (olvidado porque parece que Madrid se la inventó Ruiz-Gallardón), dijo en el palco del Bernabéu durante un Real Madrid-Betis que su equipo era el Betis porque para eso se sentía sevillano de nacimiento, lo cuál no aportaba nada puesto que es un dato irrefutable con la partida de nacimiento en la mano. Igual la prudencia, el cargo, la situación, la pose, la diplomacia hubiera aconsejado ser un poco más cauto, ¡pero qué necesidad quedar bien cuándo se puede ser sincero que es quedar dos veces mal!
Cuándo no hay inquina hay inocencia y este asunto de la alcaldesa se debe englobar dentro de la nube dónde se escucha el eco del “¡soldados viva Honduras!” de Trillo. Total, cada uno lleva lo suyo como decía “El Beni”, o como decía aquella chirigota de “El Selu”: “el que la lleva la entiende”. Siempre se ha dicho que de Madrid al cielo, la actual alcaldesa se queda en la nube que es el paso previo. Lo demás es criticar por criticar y no tener sentido del humor. Eso sí, cuándo vaya a Toledo que no pregunte Ana Botella si el conde de Orgaz está mejor, El Greco ya lo pintó céreo y estropeado.

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