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Sangre española en Afganistán

agosto 21st, 2005 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

Diecisiete ataúdes han cortado la respiración del verano, otros tantos militares españoles regresaban de Afganistán metidos en una caja de madera. Gente joven que trabajaba con las armas para el servicio de la paz, no eran superhombres sino soldados con una misión difícil en una tierra lejana; la tragedia es la que los ha elevado a categoría de luto nacional. A ellos les hubiera gustado llegar de otra manera más discreta y con menos honores militares, pero en ningún caso el destino les dio otra opción que la muerte. Por la mente de los diecisiete iría la idea del peligro pero muy al fondo, como si aquello fuera parte de la paga por estar expatriados. Hoy sabemos que el dinero no cura heridas ni consuela huérfanos; si es para pagar la muerte no hay plata que brille.
España nunca ha sabido qué hacer con sus héroes y estos diecisiete lo eran, con todas las letras. Su combate no fue contra enemigos bien armados, ni hubo tambores ni banderas desplegadas, lucharon contra el infortunio y al cielo subieron vestidos de caqui. Llegado el momento mata más la mala suerte que la metralla del enemigo: en Trafalgar murieron más ahogados que por balas del inglés, en Santiago de Cuba los náufragos de la armada del almirante Cervera se destrozaron contra las rocas, puñeteros barcos de madera que lucharon contra los primeros cruceros modernos acorazados. Cuando la necesitamos la fortuna nos suele dar la espalda. Lamento la muerte de los soldados sobre todo porque en breve sus nombres se olvidarán del todo, será cuando la sociedad pase a otra cosa y sus familias reciban una paga doble a final de mes, (miseria comparada con el precio de la sangre).

Todavía manejamos un prurito cobarde hacia lo militar, algo que se refleja en cómo la sociedad civil no ha terminado de integrar que el Ejército es cosa suya, quizá una de las relaciones más honestas que se pueden dar entre ciudadano y Estado. La sombra de los generales del pasado, los de espadón y gesto duro, condiciona el valor actual de nuestras tropas. De vez en cuando el Ministerio de Defensa lanza una campaña para captar soldados, da la impresión de que nuestro Ejército está falto de una transfusión de personal. Poco se cuenta del valor de los oficiales, del coraje que tienen los mandos para aguantar la tensión en momentos críticos, de su preparación y capacidad más que sobrada. Fuera de nuestras fronteras es cuando uno percibe la dimensión exacta de nuestras tropas. Aquí somos unos necios cuando hay que hablar del Ejército, auténticos papanatas incapaces de levantar un monumento popular a los diecisiete de Afganistán pero dispuestos a hacer cola para escuchar a Bustamante.

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La muerte de las postales acaba con los viajeros

agosto 14th, 2005 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

ESTAMOS a mitad del mes vacacional por excelencia, ¿alguien ha recibido una postal?, que levante la mano el que tenga la suerte de encontrarse un tesoro en el buzón de casa, alguna tarjeta manuscrita escondida entre los sobres del banco y la publicidad para adelgazar. Por culpa de los mensajes cortos de los teléfonos móviles cualquiera te puede mandar un mensaje desde el puerto de El Cairo. Indudablemente no tienen el mismo encanto que aquellas postales típicas en las que se veía el palacio de Buckingham, o la ternura de un paisaje lleno de molinos y quesos que te hacían evocar Holanda.
Nunca existió un mundo de postal (porque las calles ni están tan vacías, ni lucen siempre tan ideales), pero sí hubo un mundillo de colores y cartón que eran los cromos de los cinco continentes. Hoy a nadie se le ocurre perder el tiempo, comprar un sello, buscar un buzón y todo eso para escribir: “Alfredo, esto es muy bonito, tenéis que venir, os echamos de menos. Un abrazo, Antonio”. Pocas cosas tan baratas han dado más alegrías, uno leía el reverso dedicado y luego le daba la vuelta a la postal para hacerse una idea de que aquellos soldados griegos de faldita corta y piernas peludas eran los herederos de las tropas de Alejandro Magno. Gracias a esas postales ingenuas, tiernas, pero siempre oportunas, tuve la idea de que las ventanas de los hoteles de París daban a la Torre Eiffel hasta que puede comprobar que no todas.

Ese mundo de cartón se ha ido pudriendo en los cajones de las mesillas de noche, ahora te envían una foto digital o un correo sms y creen que hace el mismo efecto. Algún partido político debería llevar entre sus propuestas la recuperación de la postal como género literario. Además, no hacía falta sentirse especialmente inspirado con la pluma, el mensaje era la foto, el resto (incluida esa letra de piojo apretada en los márgenes) era parte de lo mismo. Me refiero a una realidad que a duras penas se dejaba ver en los documentales del NODO y en fotogramas de blanco y negro. En las postales de los sesenta todo era en technicolor, (una forma como otra cualquiera de adecentar la realidad para que luciera más aparente). Todos los campesinos eran honrados y todas las casas estaban limpias.

Me gusta que mis amigos se quiebren la cabeza para pedir un sello en Nicosia y pegarlo con la lengua, incluso me arriesgo a que la postal se pierda. Un cura de mi colegio decía que las cartas que no llegan son las que nunca se mandan, pero no es verdad, es posible que treinta años después aparezca la postal de un viejo amor que aún palpita. Los buzones son las playas de las botellas que flotan.

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Mis monstruos favoritos

julio 31st, 2005 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

AÑOS atrás, (tampoco tantos), para encontrar la tontería estival había que fijarse en la letra de una canción, desde Eva María que se fue con un biquini de rayas a los triunfitos hemos sufrido las mayores sandeces sin acudir al Defensor del Pueblo. Este verano no ha hecho falta buscar la memez supina entre los estribillos de moda, estamos tan sobrados de tontos que podemos montar un parque temático para que nos vengan a visitar de fuera. ¡Manda narices y saca el incensario!: la única vez que se ponen de acuerdo del PP y el PSOE es para impulsar una ley que equipare a mujeres y hombres en la herencia de títulos de alta alcurnia.
Siendo legítima la lucha por los derechos y la plena igualdad, hay que ser muy panoli para sólo ponerse de acuerdo en eso; y en nada más. Si tenemos en cuenta que la amplia mayoría de los españoles sólo heredamos la calvicie, alguna tara física y cierto deje al hablar, resulta simpático que los dos partidos mayoritarios se ocupen de la amplia minoría. No le quito legitimidad al movimiento que han provocado algunas aristócratas, entre ellas Pilar de la Cierva Osorio de Mosco, María Luisa Teresa Roca y Fernández Miranda, Isabel Hoyos (cuyo caso llegó hasta Naciones Unidas), pero igual hay otras cosas que necesitan el consenso urgente de PP y PSOE. Dicho esto sea en beneficio del peatón-votante que: atascado, autónomo en su mayoría, y frito a impuestos, se mosquea.

Antes de que aparezcan otras listas de personalidades “ilustres”, añado al zurrón al sin igual Aquilino Polaino, (aquel siquiatra convencido de las ventajas de las descargas eléctricas en la entrepierna de los homosexuales), al presidente del Tribunal Supremo (por aplaudir el asesinato preventivo y luego ya preguntaremos), al director general de Tráfico por lo evidente, a los de Salsa Rosa por hacer un show de los comentarios de ascensor, y a Bush por caerse de la bicicleta con cierta asiduidad. A su lado otros personajes como el doctor Rosado, Rodríguez Menéndez, la viuda de Pedro Carrasco (hoy feliz novia embarazada por haber descubierto lo que tiene el negro), los Matamoros, la Esteban, la Veneno, King África y Alberto de Mónaco, son poca cosa.

Los nuevos monstruos mediáticos han logrado que todo el año sea carnaval, quienes vivimos de la escritura estamos metidos en un continuo chorro informativo e inagotable. Ellos son los que han conseguido que la realidad supere a la ficción. Por mi parte dejo la lista abierta y usted en casa discute si incluimos a alguno más. Con mis monstruos favoritos podemos hacer una gira, un espectáculo. Se busca manager y presentador, el elenco ya lo tenemos. ¡Lo que vamos a disfrutar!

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Las bicicletas son para Armstrong

julio 24th, 2005 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

Le tomo el título prestado a Fernando Fernán Gómez, (siempre es mejor admitirlo que hacer como Ana Rosa Quintana), para constatar una evidencia planetaria: o permiten a los demás del pelotón ponerle un pequeño motor a sus bicicletas o Armstrong va a estar ganando tours de Francia hasta que se le oxiden las amígdalas. Hoy, si nada lo remedia (quizá una fuerza suprema, un huracán como el que azotó Cancún la semana pasada), Lance Armstrong ganará su séptimo Tour. Maravillosa noticia para el corredor pero pésima para el deporte porque le resta emoción. Era Beckenbauer el que decía que el fútbol eran once contra once y al final siempre ganaba Alemania, una brabuconada pero que se cumplió al pie de la letra. Hasta la coronilla de presenciar el abuso germano pronto aprendimos a aplaudir la caída del Imperio, (¡el disgusto de flequillo que se llevó Rumenige cuando palmó la final del Mundial 82! ante un tirillas como Paolo Rossi y resto de la banda italiana).
Con el Tour nos puede pasar lo mismo, entre la caló que cae a plomo y los resúmenes de Operación Triunfo, es posible que las bicicletas caigan en el más absoluto de los abandonos. La culpa la tiene Armstrong porque es perfecto, no hay en él un pliegue de duda, un espacio para la duda. Desde que se viste de amarillo hasta que se baja de la bicicleta en los Campos Elíseos, no hay color. El secreto mejor guardado es ¿por qué llega el primero?: porque tiene urgencia por reunirse con su novia, la rubia-revolcón Sheryll Crow que a su vez canta y le toca la guitarra en sesiones acústicas. La ausencia de Sheryll le provoca unos cambios en las endorfinas que luego se convierten en energía mecánica; es normal, cualquiera que tenga semejante estímulo en línea de meta no dejaría escapar un segundo.
Valga la metáfora para justificar que cuando uno está enamorado no entiende de valles o montañas, lo que busca es llegar pronto. Aclaro que esta teoría ciclista no quiere decir que el último clasificado sea un gregario acongojado porque tiene a la suegra en casa; no, ni mucho menos. Pero no todos tienen la suerte de acostarse con su banda sonora, y eso le pasa a don Lance al que despiertan con Las mañanitas del rey David (y no con la diana que le tocan al pelotón).
Por lo tanto no es extraño que hoy, tras vestirse de césar de las dos ruedas, el corredor huya con su novia-cañón a investigar melodías. A fin de cuentas ella maneja los dedos muy bien, (con su guitarra), y él tiene piernas dignas incansables. Seguro que Armstrong está loco por triunfar en las curvas de Sheryll, su mejor etapa, su meta volante y su doping natural. Si le pinchan le salen glóbulos rubios muy agitados.

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La chica de la copla

junio 19th, 2005 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

Con 47 años y de forma involuntaria se ha ido de este mundo una chica que ustedes desconocen aunque su nombre lo han repetido hasta la saciedad. Lucy Richardson fue la niña en la que John Lennon se inspiró para componer su famosa Lucy in the sky with diamons (para los mitómanos el tercer corte de la cara A del álbum Sargents Peppers, 1967). Durante años se creyó que la canción obedecía al acróstico de la sustancia LSD, y nada más simple que la historia de Lucy, compañera de pupitre del hijo de Lennon en la guardería. El chico pintó a su novia con colores difuminados y llamativos, más tarde se lo enseñó a su padre con la siguiente explicación: es Lucy (mi novia) está en el cielo con diamantes. Con un mensaje tan simple y un padre tan excepcional, consiguió convertir a la niña en una de las canciones más famosos del mundo.
Parte del encanto de la historia reside en la discreción de Lucy que no hizo de su vida una letra y se dedicó al cine. Otros habrían explotado hasta la saciedad su condición de verso suelto. Su fama sería todavía mayor cuando en 1974 a la australopithecus afarensis, el eslabón más remoto del ser humano le pusieron Lucy gracias a la canción. Todo el disco del sargento Pippers está cargado de una melancolía infinita, el grupo andaba en meditaciones y en fuerzas centrífugas internas que lo enviaban a pique. Fue uno de los últimos discos que hicieron juntos unos genios de Liverpool a los que jamás les estaremos lo suficientemente agradecidos.
No hay mayor honor en este mundo que te conviertan en canción. Lucy podía haber tenido funerales de jefe de Estado aunque cuentan que fue enterrada como una persona más (salvo por un detalle: junto a su tumba han depositados cristales de colores para que esté en el cielo con diamantes, tal y como Julian Lennon, su primer novio, la imaginó). Prefiero desconocer más detalles de Lucy, no me gustaría ver fotos suyas, ella es cualquier cara puesto que la canción abarca todas las emociones, ella será para siempre la chica que viajaba en un taxi de papel en un cielo surrealista donde nada guardaba su obligada proporción. Me pasa con ella lo mismo que con la mujer que inspiró la copla de Ojos Verdes, es mejor quedarnos con el estribillo que dice verdes como el trigo verde / y el verde, verde limón, letra que firmaron Quiroga, León y Salvador Valverde (el poeta sevillano). Así como nunca he querido ver el encanto de La chica de Inapema que glosó Vinicius de Moraes ahora que peina canas.
Hoy Lucy está de verdad en el cielo, por lo tanto se ha cumplido la canción. Larga vida a los que van de boca en boca como parte de la tradición de un pueblo.

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La chica de la copla

junio 19th, 2005 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

Con 47 años y de forma involuntaria se ha ido de este mundo una chica que ustedes desconocen aunque su nombre lo han repetido hasta la saciedad. Lucy Richardson fue la niña en la que John Lennon se inspiró para componer su famosa Lucy in the sky with diamons (para los mitómanos el tercer corte de la cara A del álbum Sargents Peppers, 1967). Durante años se creyó que la canción obedecía al acróstico de la sustancia LSD, y nada más simple que la historia de Lucy, compañera de pupitre del hijo de Lennon en la guardería. El chico pintó a su novia con colores difuminados y llamativos, más tarde se lo enseñó a su padre con la siguiente explicación: es Lucy (mi novia) está en el cielo con diamantes. Con un mensaje tan simple y un padre tan excepcional, consiguió convertir a la niña en una de las canciones más famosos del mundo.
Parte del encanto de la historia reside en la discreción de Lucy que no hizo de su vida una letra y se dedicó al cine. Otros habrían explotado hasta la saciedad su condición de verso suelto. Su fama sería todavía mayor cuando en 1974 a la australopithecus afarensis, el eslabón más remoto del ser humano le pusieron Lucy gracias a la canción. Todo el disco del sargento Pippers está cargado de una melancolía infinita, el grupo andaba en meditaciones y en fuerzas centrífugas internas que lo enviaban a pique. Fue uno de los últimos discos que hicieron juntos unos genios de Liverpool a los que jamás les estaremos lo suficientemente agradecidos.
No hay mayor honor en este mundo que te conviertan en canción. Lucy podía haber tenido funerales de jefe de Estado aunque cuentan que fue enterrada como una persona más (salvo por un detalle: junto a su tumba han depositados cristales de colores para que esté en el cielo con diamantes, tal y como Julian Lennon, su primer novio, la imaginó). Prefiero desconocer más detalles de Lucy, no me gustaría ver fotos suyas, ella es cualquier cara puesto que la canción abarca todas las emociones, ella será para siempre la chica que viajaba en un taxi de papel en un cielo surrealista donde nada guardaba su obligada proporción. Me pasa con ella lo mismo que con la mujer que inspiró la copla de Ojos Verdes, es mejor quedarnos con el estribillo que dice verdes como el trigo verde y el verde, verde limón, letra que firmaron Quiroga, León y Salvador Valverde (el poeta sevillano). Así como nunca he querido ver el encanto de La chica de Inapema que glosó Vinicius de Moraes ahora que peina canas.
Hoy Lucy está de verdad en el cielo, por lo tanto se ha cumplido la canción. Larga vida a los que van de boca en boca como parte de la tradición de un pueblo.

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Encuestas y cadáveres exquisitos

junio 12th, 2005 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

EL CIS dejará de ser un arma partidista para convertirse en un elemento de servicio al pueblo cuando mida el índice de aceptación de Carmen Sevilla en “Cine de Barrio”, el punto kilométrico hasta donde ha metido la pata Lidia Lozano con el caso Ylenia y si a la boca de Rafa Nadal le hace falta una prótesis. Para unas cosas, (las políticas), somos muy mirados pero para las de la fama nos da un poco igual. El Gobierno debería saber, (y más leyendo la magnífica columna de ayer de Carmen Esteban), que España necesita una referencia con respecto al destino final de la hija de Al Bano. Según Carmen es la autopsia a una raza periodística basada en la especulación y el cotilleo, pero yo estoy más con los que piensan que es un duro golpe para las peluquerías. Si uno no puede confiar en su peluquero, ¿qué nos queda en esta vida?
Mientras España se nos convierte en una gran manifestación al sol, (y las que nos quedan), no podemos quedar insensibles al gran drama de la tele: ¿hay que creer, o no, a los que salen con los chismes? Aquello que comenzó en “Tómbola” como un aquelarre de folklóricas, se complica hoy en tramas de James Bond. “Cualquiera puede salir en la tele a decir una sandez siempre que esté justificada por el incremento de audiencia”, la cita es de Perogrullo Mediático. Tampoco es que uno depositara la confianza en el futuro de la humanidad en las palabras de Lidia Lozano pero hay que pensar en la cantidad de huérfanos audiovisuales que deja. De confirmarse la noticia sería comparable al espanto que produciría saber que el león de la Metro era calvo y en el cine salía con peluca.

El CIS debería investigar en qué momento se rompe la información rosa para convertirse en documentales de National Geographic en los que el tiburón grande se come todo lo que se le pone por delante con inusitada fiereza. Más que nada por saber desde qué punto ya no nos podemos creer nada: el novio de Lola Flores, las aventuras de Estefanía de Mónaco, las desventuras de Ángel Cristo, los líos de piernas para adentro de los futbolistas. Remover los cimientos del estado de bienestar tiene esos peligros, igual al azotar las conciencias estamos poniendo en peligro el sistema. ¿Qué va a ser de esos parlamentos televisivos donde se pontifica de manera tan sobrada? Es una lástima porque con tipos de visión tan clara como los hermanos Matamoros se arreglaban muchos problemas. Kiko o Coto, metidos a ministros de Cultura, solventaban el asunto del traslado del archivo en dos patadas (físicas).

El televidente pasmado se pregunta: ¿si todo era falso, a mí quién me devuelve el tiempo perdido?

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Mecánica humana y recambios

junio 5th, 2005 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

Seguro que ha visto un anuncio en un hospital alguna vez, e incluso habrá participado en una campaña de donación de sangre, ¿pero cuántas veces se ha parado a pensar que su maquinaria (que usted tiene por perfecto engranaje fisiológico), también tiene sus carencias? En Salamanca y Zamora hace falta sangre del grupo cero, oro líquido cuando uno se encuentra en situación desesperada. Habitualmente a la sangre se le da un sentido simbólico de entrega a una causa, justificación de herencia, unidad familiar, pero muy pocos se plantean que gracias a su continua agitación estamos vivos. Si la sangre que estudió Servet no diera vueltas de montaña rusa por nuestra geografía humana, a estas horas seríamos un ficus en la sombra. Gracias a sus glóbulos rojos y blancos, a las partículas que arrastra por arterias y venas podemos apreciar momentos sublimes de la vida, del arte.
Siento ser tan pragmático pero sin la sangre no hay poesía. Y eso que sólo nos acordamos de ella cuando aflora o cuando nos hacen una petición para donarla. Somos casquería fina y algo de locura creativa, el genio nos salva de los días iguales y la carne nos recuerda que tenemos fecha de caducidad. Vanidad de vanidades, aquí todos acabamos en la misma papelera. Gracias a la medicina moderna y a la generosidad de algunos, se puede donar el cuerpo entero o a piezas. Se trata de un acto mínimo para una persona pero de enorme importancia para el colectivo, en su mano está la posibilidad de llevar sus restos hacia los gusanos o ponerlos en manos de la comunidad científica para que sean aprovechados. Desde luego que la idea de que podamos estar compuestos de recambios, como los coches antiguos, choca con el espíritu de inmortalidad pero les puedo asegurar que oro, gloria, orgullo y cariño, han de dejarlo en este mundo cuando crucen la puerta sin retorno. Allá a lo lejos, donde sólo hay ángeles despelotados (o la nada sin dientes), no se admiten cuerpecitos serranos.

Donar sangre es un momento de reflexión que puede salvar a muchas personas, a otros que les vengan bien nuestros recambios. En este caso es mejor dar el brazo a torcer que mantenerse en la incertidumbre. Y luego, si fuera capaz, apúntese a una organización de donantes, es por su bien. Piense que igual su corazón puede seguir emocionándose por las cosas buenas que tiene esta vida cuando usted no ande por aquí. La mayor forma de generosidad con el prójimo es prestarle aquello que le puede ser útil. Todavía está por demostrar que la sangre azul exista pero tenga por seguro que la suya es tan importante como la de un rey? y que puede salvar la vida de muchas princesas en apuro.

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Cosas que hacer en manga corta

mayo 29th, 2005 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

Usted verá si le apasiona la poesía, (en su caso el recital de lectura de Gabriel y Galán), o la marcha nocturna de la ciudad que nunca duerme. El anticiclón con su enorme letra a mayúscula en forma de anarquía meteorológica, se ha puesto en lo alto como enorme boina nacional. No son tiempos de calores pero sí de calentones improvisados. Si no nos ponemos de acuerdo en el modelo de Estado, al menos hemos conseguido unirnos en la sequía, el calor y el veranillo adelantado. España sigue siendo un lugar al sol, mal que le pese a Carod el aventurero.
Así como la primavera trae las alergias y tiende a los poetas malos, el calor ablanda seseras y el que era de natural ramplón ahora se convierte en lo mismo pero en chanclas, por lo tanto en algo peor. Los hay que disfrutan con el culebrón necrófilo de Lola Flores igual que otros comen bolsas de pipas en el sofá del cotilleo audiovisual. De repente un político se pone una corona de espinas para hacer una gracia, suceso que debemos apuntar también a la tontuna del mercurio, (algo tienen que ver las elevadas temperaturas). Puestos a traer un recuerdo de Tierra Santa ya podía haber elegido una botella de agua del Jordán que es buena para el riñón, mucho mejor que liarla con un símbolo cuya trascendencia excede a la capacidad de Rovira. Está por demostrar que haya un infierno en el que purgar los pecados; ahora bien, de la ira terrenal no le libra ni la caridad; hay estupideces que marcan. Y él, sin darse cuenta.

Lo que llevo peor del veranillo es que se descomponen las costumbres, una cosa es aliviarse de la lana y otra distinta caer en los pecados de la carne: el top ombliguero con pelusilla en el orificio estomacal, la cacha desbordada, la sandalia que muestra la uña carnívora, el circulillo axilar, etc. Usar el calor como atenuante de las buenas costumbres me parece atroz, incluso en el trópico hay cierta etiqueta. Uno, que ha visto cruzar a los hombres azules el desierto, nunca les ha sorprendido con una camiseta imperio y con la lengua fuera; en el sofoco también hay dignidad. En manga corta se pueden hacer un montón de cosas menos el ridículo, gracias a este calor podemos disfrutar de las noches de verano en pleno mes de mayo. Déme usted buena compañía y deje el cielo abierto para ser feliz, no sé cómo acabará la cita pero les aseguro que el inicio es apasionante. Si tienen ocasión recuperen la tan española costumbre de dormir la siesta, nada hay tan grave que no tenga solución en horizontal.

Sin que hiciera falta un decreto, el verano comienza cada año antes. Tiempo de botijos y sombras, inesperada sorpresa del calendario que agosta las flores y también, ¡cuidado!, relaja la estética.

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Sadam, en calzoncillos

mayo 28th, 2005 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

Estados Unidos tiene esa extraña capacidad que dominan algunas personas y que se conoce por “hacer amigos”, gente que cada vez que amplía cu círculo de conocidos aumenta su grado de antipatía. Ignoro si será política del Pentágono, o es que son así de bordes, pero de toda la vida de Dios siempre se han comportado de la misma manera. Lo insólito es que no admiten crítica, si se te ocurre poner en tela de juicio sus tropelías enseguida te llaman antinorteamericano, vendido al oro de Moscú, mequetrefe de pancarta, vocero comunista, ladilla europea o vende patrias, (cuando no todo eso a la vez). Echar la memoria para atrás sería largo, basta con fijarnos en el zipizape que han montado en Irak, país al que ni han liberado ni mucho menos han conseguido pacificar. Muy al contrario han conseguido que el terror sea moneda corriente y que el país sea más pobre que antes.
Lo último son unas fotos de Sadam en calzoncillos tomadas en la prisión militar, ahora dicen que se escandalizan al verlas publicadas pero mucho me temo que han hecho todo lo posible por que salieran a la luz. Sadam, como los presos talibanes de Guantánamo (a los que tienen locos con música de rock hasta que se conviertan a la verdadera fe), está a la espera de juicio; apañado va. Por un lado les interesaba cogerlo vivo para sacar la foto metiéndole un depresor bucal hasta el colodrillo y por otro que no muriera les causa un grave problema. Mientras tanto lo tienen como una atracción de feria al alcance de cualquiera, igual que en los circos antiguos se enseñaba a la mujer barbuda o a los hermanos siameses. Una vez más se pasan la Convención de Ginebra por donde cogen a los pollos que luego hacen fritos. Sadam es preso de un régimen iraquí inestable custodiado por tropas nortemericanas, no podía haber tenido una suerte peor.

Extraña que los animosos dirigentes del PP, entre ellos el entonces ministro de la Guerra, no se preocupen por la situación jurídica del preso más famoso del mundo. Si es culpable de todos los males: que se le condene pero que no le tengan como perro abandonado y con pulgas. Ya que no encontramos las armas de destrucción masiva pero sí tenemos al diablo, que se inicie el proceso cuanto antes. Sadam en calzoncillos es una vergüenza, ciertamente, no tanto para él sino para los que apoyaron una guerra ilegal argumentada en débiles hilvanes de estúpido razonamiento colonial. Y sin consultar con nadie. La impunidad está de nuevo de parte del poderoso, de los mismos de siempre que manejan petróleos y vidas. Si a eso le llaman “libertad duradera” tengo razones para pensar que mi carnicero es un delicado artesano de la fibra sensible.

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