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Cardiopatías blancas

enero 17th, 2006 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

Conste que soy tan rojiblanco que cuando estoy cerca del Bernabéu me acuerdo de los versos de Sabina: “mira si seré colchonero/ que cuando paso por Concha Espina/ me siento extranjero”. Dicho sea sin acritú y sin ganas de jorobar al prójimo, mucho menos a los amigos merengues que llevan una etapa muy arrastrada. Tan acostumbrados están a los triunfos que se despistan cuando no son ellos los que van en lo alto de la tabla (el sufrimiento nunca fue cosa de ricos).

Para que no se desgasten más mis buenos amigos merengues el gobierno debería negociar con la Federación Española de Fútbol y otorgar la Liga de inmediato al Barça, y así el resto de equipos podrían seguir soñando con tardes de gloria y triunfos ciertos.
El escupitajo de Etoo no es que sea una grosería, representa la distancia abismal entre los campeones y visitantes. Etoo es una llama negra que galopa sobre hierba mojada.

El Real Madrid es más noticia de Hola que del Marca y eso significa algo también. A mis amigos les han dicho que se consuelen porque los jugadores son ricos y famosos y dan lustre, pero ellos los prefieren más feos pero con mayor eficacia ante el gol.
Tan escamados están que ya ni la nieve les parece suficientemente blanca, dicen (¡no será verdad!) que en Navacerrada caen copos azules y granas, y que Cibeles tiene un novio que se encarga del mantenimiento de la fuente de Canaletas. Rumores.

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Oficio de mitómano

enero 13th, 2006 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

Madrid es una ciudad maravillosa que da para mucho, igual te encuentras a un trilero en la Gran Vía que a una actriz en horas bajas haciendo como que fuma, pero sin cigarro, en el Café Gijón. En este Madrid de los espejos apaisados hay estampas de metro con princesas desahuciadas y otros animales en extinción. El normal de los transeúntes apenas se fija en ellos, a los ojos del otro somos galería imperfecta de pasajeros. Sólo un coleccionista de mitos, un mitómano, tiene la sutileza de archivar recuerdos como si fueran mariposas del Museo de Ciencias, (ese gran caserón a espaldas de la Residencia cuyo elefante disecado escuchó, en su juventud, tocar el piano a Lorca).

Alvaro Lodares es un mitómano que colecciona libros de todos los que en el mundo de la comunicación son. Si en algún momento quisiera repasar los textos de Lorenzo Díaz, de Raúl del Pozo, Carlos Herrera o Angel Antonio Herrera no tendría necesidad de acudir a la hemeroteca, bastaría con pedírselo a Lodares. El oficio de mitómano tiene mucho de monje amanuense: hay que ordenar, clasificar, mantener los escritos en estado libre de ácaros. Si los cursos de verano de El Escorial anduvieran despiertos no estaría mal montar un seminario de mitología contemporánea. En Asturias está Ander, ese joven que tiene autógrafos desde Salman Rusdhie con gafas oscuras a la princesa Letizia cuando andaba en prácticas en los telediarios. Luego fue el propio Príncipe el que le hizo la foto con la ya entonces “su santa”.

Lodares es mitómano de aquí. Ignoro qué hace en el tiempo libre que le queda después de andar a la caza del artículo, libro o comentario. De haber nacido antes sería personaje de La Colmena, a Cela le hubiera gustado incluirlo en su galería de madrileños en tránsito. Madrid es ciudad río por la que pasa la gente a velocidad de látigo, por la noche entran los cocheros con un tiro de caballos de Toledo y se llevan los recuerdos lejos.

Seguro que cuando lea este suelto Lodares lo recoge y lo añade a su colección.

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Pesos pesados

enero 9th, 2006 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

No está muy claro que una vida sana le haga a uno más feliz, pero al menos le pone el cuerpo a tono y como están los tiempos conviene estar en el peso ideal. Después de la campaña contra los fumadores vendrá otra contra los bebedores, (sabido es lo que perjudica al hígado ajeno que alguien se esté pegando un pelotazo a menos de medio metro), y luego? finalmente? vendrán a por los gorditos. Una brigada de comisarios pertrechados de una romana y de unas pesas, irán casa por casa a la búsqueda del rollizo ciudadano.

Entramos en la recta final de la felicidad. La duda es saber quién llegará antes: papá Estado para ponernos en forma o los pollos de Turquía para acabar con nuestra existencia. Comparado con la gripe del año mil lo que se nos avecina es peor que un ataque nuclear.

La Comunidad ha puesto en marcha una campaña para ayudar a comer de forma saludable, es decir que tampoco podrá darse al placer de las patatas fritas, los cacahuetes y los desayunos cargados de carbohidratos (es la palabra cursi que utilizan para denominar a los churros y porras). Muerto el paladar, muerto el hombre.

Lo dicho: chándal y al gimnasio para ponerse tipin de la muerte antes de que un inspector regional nos afee la conducta, o nos ponga una etiqueta amarilla en la solapa con la que quedaríamos marcados para siempre.

La boca siempre ha sido fuente continua de disgustos, que se lo digan a las folklóricas que cuando hablan sube el pan, o a los ministros sin ir más lejos.

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Los buenos deseos

enero 2nd, 2006 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

Lo bueno que tiene la Navidad es que sólo ocurre una vez al año, lo malo es que dura demasiado. Gracias a la labor machacona de los centros comerciales es posible empezar con el villancico cuando uno vuelve de las del veraneo, y eso afecta a la segunda corteza cerebral, es decir que cansa. Romualdo Críspulo Antón (nombre fingido y que supera en originalidad al auténtico), era un agradable vecino que cumplía con las tres normas del protocolo común de los ascensores: buenos días (por la mañana), buenas tardes (por la tarde) y buenas noches (por la noche). Romualdo Críspulo tenía pensado muchos y muy grandes deseos para este recién estrenado 2006: iría al gimnasio, estudiaría inglés y dedicaría más tiempo a sus aficiones favoritas: el cine, la música clásica y los helados de cucurucho.

Sin duda que afectado por agotamiento de pandereta, en la Nochevieja pasada sufrió una mutación genético-afectiva, según los vecinos se volvió majareta y según el SAMUR pudo ser debido a una subida de tensión instantánea. Este último dato lo descarta Romualdo Críspulo porque asegura que sólo suben de tensión quienes están conectados a un enchufe y él no tiene botones, ni toma de tierra. Mutó, se le volvieron los “ojillos coloraos” y le salieron escamas de salmonete. Y, en vez de recordar los buenos deseos, se ha comprado hoy mismo una Harley Dadvidson y se ha apañado unas patillas como El Pernales. Ha pasado de la música clásica al heavy y le gustan Metálica y El Mago de Oz (como a la ministra Carmen Calvo). Se ha prohibido ser simpático y a partir de ahora sólo dirá buenos días, buenas tardes o buenas noches, en función de lo que le pida el cuerpo. Las autoridades han tomado nota para aislar el virus y que el mal no se propague a la población. Es soportable que haya una persona que haga lo que le dé la gana, pero más de dos es epidemia. En el fondo se trata de una exposición prolongada a los rayos de la felicidad navideña. Un desastre.

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Un gran montaje

diciembre 26th, 2005 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

¡Buena la ha liado el encargado de imagen de la Casa Real!, (bien es verdad que ayudado por los protagonistas de la foto), al enviar a los medios un collage que es más bien pastiche, un “recorta y pega” impresentable en la era digital en el que se notaba la chapuza por encima de la intención.
Los Reyes querían felicitar la Navidad pero poco menos que les ha quedado un recortable del tebeo donde los nietos juegan al equilibrio imposible mientras que las proporciones parecen sacadas de un belén en el que una gallina jurásica no cabe dentro de un corral ideado por la ministra Trujillo. Un despropósito al que acompañó una posterior rectificación que todavía era peor y en la que se decía que no era una foto real, (“Real” sí que es, y montaje también).

En estos mal llamados “días entrañables” te encuentras con cada felicitación kitsch que quita el hipo. Lo más normal es poner al niño en portada, pero también hay quién en su defecto te coloca al gato con un gorrito de Papá Noel.
Dentro de esa tónica el tarjetón de los Reyes de España no desentonaba. Cada año son más en el salón de casa, aquello más que foto familiar va tomando aire de cofradía o de coro rociero. Y, en todo caso, con mejor gusto que la familia Marichalar que metidos en agua recuerdan aquellos programas de Jesús Gil cuando salía en el jacuzi de su casa de Marbella, (con dos cojones).

Polémica zanjada puesto que no hubo ganas de engañar sino de agradar y cada uno hace lo que puede, se ve que en la real casa andan cortitos de presupuesto y no tienen un programa de ordenador potente para mezclar imágenes.

Ahora bien, para montaje pero de verdad, la monarquía que tiene más años que la casa Kodak y está llena de negativos y cuartos oscuros.
La foto es sólo un motivo de alegre comentario navideño.

laavutarda@telefonica.net

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Un astronauta en el metro

diciembre 19th, 2005 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

¿Quién me iba a decir que el sábado, a las tres y media de la tarde, coincidiría con el astronauta español Pedro Duque? en un vagón de metro? Es un tipo tan normal que pasa desapercibido, nadie le dio la brasa ni le pidieron autógrafos, nadie se alteró ni le señalaron con el dedo. Iba Duque en la Línea 4 acompañado de otros cuatro niños a los que les comentaba cosas gesticulando con la mano izquierda en la que llevaba un reloj grande (¿serán así los de astronauta?, ¿llevarán reloj?, ¿y para qué lo quieren si en la lejosfera no hay cines a los que puedas llegar tarde?). Creo que se bajó en Lista, o en Diego de León, no lo recuerdo porque para mí un astronauta cuando llega a su destino es en algún punto remoto del cosmos.

¡Qué duda cabe de que si un madrileño va a coincidir con Pedro Duque en un transporte será porque él ha bajado al metro! Me fijé en sus botas de gruesos cordones y se me ocurrió que no estaría mal hacer vagones del metro con ausencia de gravedad. A nadie le extrañaría ver a Pedro Duque boca abajo persiguiendo una uva, tal y como se le veía en las imágenes que llegaban de la estación espacial.

Un astronauta en el metro de Madrid es el mejor signo de que vivimos en una ciudad moderna, acostumbrada a todo.
Sí me pareció raro que el convoy arrancara igual que siempre, con el chirrido habitual. Con un poco de sentido del humor el conductor podría haber hecho la cuenta atrás antes de meterse en el túnel.

Prometo que en mi vida he estado más cerca de un embajador de las estrellas, él venía de dar un par de vueltas a nuestro planeta, el resto “cosmonautas del bonotransporte” íbamos a Sol.

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El ojo público

diciembre 16th, 2005 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

El concejal Pedro Calvo ha conseguido finalmente instalar unas cámaras de vigilancia en la Plaza Mayor. Cualquiera que se haya dado una vuelta por la zona sabe que es un lugar estupendo para carteristas de baja estofa y ladroncillos de menor cuantía. En la Plaza Mayor la vida de un visitante no corre riesgo (salvo por la calidad de algunas sangrías que sirven en la zona), pero si se pone en peligro su cartera, el móvil, o lo que puedan pillar a mano. En cuanto entra un turista con una máquina de fotos se pone en marcha un sistema de detección, un radar del mangante que detecta a la víctima. No me digan cómo pero ocurre igual que cuando el cocodrilo detecta que la gacela asoma la cabeza al río, entonces saca los colmillos y ¡zasca Josefina!, gacela al puchero.

El concejal se ha hecho acompañar del presidente del Tribunal de Justicia Superior de Madrid, Javier María Casas, para que le avalara la legalidad de la medida. La opinión de un jurista puede ser oportuna pero también cambiante. No está muy claro que poner cámaras por la calle no pueda incomodar a los vecinos, bien porque el ojo público se adentre en sus secretos de alcoba o porque terminen sabiendo a qué horas entra y con quién sale.

Puede que la medida sea legal pero resulta escasamente elegante. Además, nadie garantiza que el delincuente sea pillado por aparecer en esas cámaras. En todo caso si te roban te pueden dar la cinta para que guardes un bonito recuerdo de una tarde en la que osaste pisar la Plaza Mayor.

El único sentido práctico que tienen las veintiséis cámaras de vigilancia es que el ciudadano agobiado se puede plantar ante ellas y reclamar a voces a su alcalde aquello que le parezca oportuno. Si todo lo ven, todo lo contarán. Y, si por casualidad sorprende al delincuente, le coge de la solapa y mirando a cámara diga: “¡a Gallardón que vas, chorizo!”.

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Los del ‘Gordo’

noviembre 30th, 2005 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

Al margen de la Lotería que sigue su transcurso natural por estas fechas hay otro sorteo oscuro de las malas intenciones. Los cuatro argelinos detenidos por la policía tenían preparado hacer “algo gordo” durante la Navidad en Madrid, algo tremendo y con sangre, una barbaridad de la que nos hemos librado (esta vez).

Mientras existan loquitos de la fe que ven enemigos en cada esquina seguiremos en el punto de mira de unos tipos que anteponen el fanatismo a la vida. La fracasada Cumbre de Barcelona quizá haya puesto los cimientos para un acuerdo a largo plazo, la idea de la alianza de las civilizaciones no parece tan descabellada para desarmar de argumentos a los incendiarios de Alá. Además cualquier otra no ha servido y a las pruebas de Irak me remito, si pensaban que iban a pacificar aquel país a base de cañonazos estamos apañados.
Da igual que la Cumbre haya sido papel mojado lo importante es la vocación por aproximarnos al mundo árabe, no dejar que la distancia sea tan abrumadora como para que vivamos a siglos de diferencia intelectual y material.

La sola idea de otro 11M en Madrid es un escalofrío seco, pero es cierto que la amenaza continúa. Esta vez los servicios de inteligencia han sido más rápidos. Menos mal.

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Los adefesios urbanos

noviembre 21st, 2005 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

La presión popular a veces surge efecto, de algo vale quejarse. Que se lo digan a los vecinos de Costa Rica, año largo de obras para construir un túnel y al final les iban a decorar la plaza con unos arbolitos metálicos que eran paragüeros con raíces de plomo. Un espanto con todas las letras, una cagarruta urbana, un bigudí oxidable.

Finalmente la presión popular ha llegado al Ayuntamiento de Madrid y han quitado los adefesios para dejar sus huecos abiertos. La pregunta ahora es saber si pondrán algo peor porque Groucho nos dijo que toda situación desesperada es susceptible de empeoramiento. Igual por quitar un arbolito te cascan la colección completa de enanitos de jardín, o un ancla. Puestos a imaginar algo extraño y de mal gusto podrían haber puesto el yate “Azor” de Franco que ahora navega por los mares de Castilla.

Toda obra pública debería contar con un periodo de aceptación por corto que éste fuera. No está mal hablar con los vecinos, preguntarles sus sugerencias, escuchar sus dudas, incluso registrar sus temores (ya sean infundados o no).

En esta ocasión se han librado del espanto urbano, la siguiente ya veremos. Y lo que es peor: que sepan el resto de madrileños que por ahí circula un camión cargado de arbolitos metálicos a la espera de un terrenito en el que establecerse. Sabido es que el mal gusto siempre es una epidemia.

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El chino

noviembre 17th, 2005 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

Llevamos dos días de visita de estado del presidente chino a España. El presidente Hu Jintao se hace acompañar de un numeroso séquito? porque es lo suyo, España y china mantienen unas amplias relaciones comerciales. Ahora bien, la pregunta que nos hacemos, en este segundo día de visita es: ¿cuántas veces le habremos dado la mano al mismo chino?

Pudiera ser que, llevados por el entusiasmo del momento, se haya dado el caso. Pero tanto de ida como de vuelta? el señor Martínez le haya dado la mano al señor Chao en siete ocasiones, y Chao a Martínez en otra siete.
En España tenemos un cariño enorme a los chinos, siempre se les ha tenido un gran respeto: hace años con el juego de los chinos, en los bares, y ahora con las tiendas de todo a un euro.

No lo podemos evitar, nos asombra lo que viene de oriente, por lo barato y eficaz. También nos asombra que duren tanto los chinos en España, según la estadística sólo se mueren unos pocos. Así que entre el parecido físico y la buena salud, aquí hay chinos que entraron cuando Cristóbal colón se estaba sacando el título de patrón de yate.
Que duda cabe de que son la gran potencia mundial: producen mucho y económico. Ya puestos le podríamos encargar que hicieran pisos, saldrían más baratos.

Señor Hu Jintao, gracias por su visita y a ver cuando nos manda otro hermanito de Chulín, aquel panda tan castizo que la espichó en el zoo de Madrid. No le engañamos, éste se murió de verdad. Palabrita.

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