Entradas etiquetadas como ‘opinion’


Don Miguel por la cuesta arriba

marzo 14th, 2010 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

Vaya usted con Dios, don Miguel Delibes y que tenga suerte en ese viaje largo que es camino obligatorio para cultos e iletrados porque la muerte nos baraja como naipes locos. Vaya usted con Dios y deje a los hombres su legado de libros y de personajes que fueron la estampa calcada de una España de la necesidad que miraba más la báscula dónde se pesaba la carne de caballo que su alma. Se lleva usted el habla de los castellanos antiguos y una manera de narrar directa y cruda, fue usted más escritor de silencios que poeta de adjetivos saltarinos en columpios de la modernidad. Y de ahí su estilo que, (con su permiso), sólo superó Umbral cuando se fue a Madrid a descubrir tertulias. Pero usted le dio la vuelta a las palabras de Umbral que decía que uno no es nadie hasta que no pasa por la Gran Vía, para usted uno no es nadie si no disfruta del campo castellano y del silencio de los ríos en verano. Umbral se consagró con el ruido que hacían sus personajes y usted con la discreción que dejan algunas vidas al pasar.
Se va con Delibes un lenguaje puro y una escala de colores sencilla, una forma de escribir desde el periodismo que hizo grande todas sus letras, (hasta las minúsculas), y que aunque vivió sin el Premio como a un Nobel se le despide igual que le pasó a otro Miguel, (Unamuno). Y se marcha, también, un perfil de campesino español que entronca directamente con los siervos de la gleba: humilde, callado, duro, poco expresivo y manso; un hombre de luto que recelaba de los que decían que la tierra era redonda porque no veía nada más que camino llano en todos sus horizontes, el último campesino en el que se fijó Machado. Un modelo de español que honraba las fiestas de guardar, que iba a misa aunque no entendiera al cura, que temía del amo, que lloraba a sus muertos una generación entera, que le daba pocos minutos al placer y todas las horas al arrepentimiento que brota a los pies de los campanarios de iglesias románicas.
Todos esos se marchan en la comitiva del cortejo fúnebre de Miguel Delibes, “santos inocentes” que se mean en las manos para hacerlas entrar en calor. Se marchan junto a don Miguel por la cuesta arriba con sus pertenencias recogidas en una manta, caminan con zapatos sucios, boina negra, el cuello de la chaqueta de pana levantado, la mirada en otro siglo y un cigarro en la boca. Puede que morir lo hagamos solos pero también es verdad que algunas personas se llevan el pasado como si cerraran una puerta que estaba a falta del último empujón. Cerrada queda sin lástima, ya no es el tiempo de algunas cosas.
No es justo que una vida tan rica como la de Delibes dure tan poco. A ver si él lo averigua en este viaje que ha comenzado hacia el norte.

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La Lengua suelta

marzo 10th, 2010 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

Había cierta curiosidad por saber qué iba a anunciar Ignacio González en Alcalá. Después de declarar BIC a las corridas de toros había quién sugería, en corrillos previos, otras ideas como nombrar Bien de Interés Cultural a Elsa Pataki o a la tortilla de patatas, en ambos casos en razón de su excelente textura.
González apuesta por una industria entorno a la palabra, un parque empresarial de la Lengua que genere sopas de letras suficientes para juntar el sustantivo empleo repetido varias veces. Por falta de bendiciones no será, allí estaba el obispo de Alcalá, (monseñor Reig), la plana mayor de los alcaldes del PP de Madrid, consejeros, presidenta de la Asamblea, portavoces y empresarios. Unidos todos en torno al gallo en pepitoria, (producto tradicional de la cocina castellana): Elvira Rodríguez, Francisco Granados, Engracia Hidalgo, David Pérez, Juan Soler, Borja Sarasola, Concha Guerra, Cristina Cifuentes, (altos cargos del PP regional). También el presidente de CEIM, Arturo Fernández que de gallos en pepitoria tiene un master, y el de Dragados, Marcelino Fernández, y el consejero delegado de Ferrovial, Joaquín Ayuso, y el dos de Caja Madrid Virgilio “ZP”. Así como Javier López, de CCOO, y un reaparecido Fernando Marín, ex portavoz de IU en la Asamblea.
El epicentro de la industria del español estará en Alcalá de “Heñares”, échele usted eñe al idioma igual que ajito al gallo. Decía Cabrera Infante, (investido Cervantes en Alcalá): “sé tantas citas que podría montar una casa de citas”.

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De Berlanga al Bigotes pasando por Ozores

marzo 7th, 2010 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

“Rinconete y Cortadillo SL” fueron algo más que personajes de Cervantes, fueron una sociedad que se constituyó en el Siglo de Oro y que ha llegado hasta nuestros días con excelente salud y cargada de entusiasmo puesto que no le faltan encargos. La corrupción ha dado mucho juego en teatro, en cines y en televisión, lo difícil es establecer la barrera entre realidad y texto interpretado. Podríamos pensar que las fotos de Roldán en calzoncillos en el Hotel Crillón de París, (unos gayumbos estampados con el ratón Mickey), son en realidad parte de la campaña promocional de una película de Ozores, “Los Presuntos” o “Esto es un atraco”, (pongamos por caso). Tampoco desentonaría un perfil de duro como el que tiene Bárcenas en “Los Bingueros”, comedia de Pajares y Esteso en la que se narra cómo dos pobres desgraciados, dos pinchaúvas, tratan de buscarse la vida.
El dibujante Ivá pecó de inocente cuando creó a Makinavaja al que subtituló como “el último chorizo”, ¿último?, imposible puesto que en la cola del latrocinio nacional hay más chorizos que aviones esperan la orden de despegue en el aeropuerto JFK de Nueva York. “El Maki” dio origen a una segunda película, (de nuevo con Pajares), que se llamó “Semos Peligrosos”, unas aventuras que también dieron su juego en la tele con el desaparecido Pepe Rubianes como protagonista. Porque el chorizo “a la parrilla” también funciona en tanto ofrece buenas cuotas de espectadores, por ejemplo las que durante diez temporadas tuvieron “Los ladrones van a la oficina”, uno de sus capítulos tenía un nombre muy adecuado: “España Cañí”. Un argumento que antes se había desplegado por Luís Berlanga en “Patrimonio Nacional”, donde la familia Leguineche trataba de sacar partido a la transición para recuperar los blasones perdidos. Tanto éxito tuvo que más tarde le sucedieron dos entregas más: “La Escopeta Nacional”, y “Nacional III”. Tanto Berlanga como Rafael Azcona fueron capaces de enviar al paredón de fusilamiento a una clase social en decadencia que daba sus últimas bocanadas tratando de sobrevivir gracias a las subvenciones oficiales, eso sí, sin perder un ápice de su altanería y rancio abolengo. Luís Escobar, José Sazatornil y Agustín González clavaron a los personajes de tal manera que los Leguineche nos parecieron gente conocida. Berlanga más tarde haría una comedia relacionada con la época de corrupción socialista con un título demoledor: “Todos a la cárcel”.
Jardiel Poncela escribió una obra de teatro que tituló “Los ladrones somos gente honrada”, el protagonista era Daniel “el melancólico”, quizá porque hasta los chorizos tienen su corazoncito. Igual que los personajes del trío de robaperas de la zarzuela “La Gran Vía”, esos que se arrancaban al compás de una jota que decía: “yo soy el rata primero, y yo el segundo… y yo el tercero”. Hasta para delinquir hay que tener un método y seguir un orden. Así que “Pepe Gotera y Otilio” en realidad no son unos chapuzas cualquiera, se trata de honrados trabajadores de las malas artes, parte de lo que podemos llamar la economía choricera que es un paso más allá de la economía sumergida, otra forma de interpretar el PIB en defensa propia.

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La última castaña

marzo 5th, 2010 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

Y ahora por los quioscos de Sol. Se confirma: hay rivales políticos y compañeros de partido, de ahí la franca animadversión que une a la Plaza de Cibeles con la Puerta del Sol. Un odio tan denso que daría para un capítulo de “Dinastía”.

El vicealcalde Cobo apela a la fibra sensible y dice que piensan llegar a los tribunales porque a ellos nadie les va a indicar qué puestos de castañas ni qué tipo de quioscos se pueden instalar, lo cuál es cierto salvo que estén en un entorno especialmente protegido, por ejemplo la Puerta del Sol que es BIC, (Bien de Interés Cultural), donde cualquier modificación está sujeta a dictamen en el que participa Comunidad, Ayuntamiento y un arquitecto independiente con voz pero sin voto. Paloma Sobrini, la decana de los arquitectos, admite que esa comisión nunca ha hecho un dictamen por disenso. “Nunca”, hasta hoy cuando Ayuntamiento y Comunidad están dispuestos a discutir incluso sin saber de qué se trata. La cuestión es llevarse mal. Ahora que en el PP están por las páginas ingeniosas en la blogosfera, no estaría mal que inventaran una que fuera aversidejamosdepelearnos.horror.org, y que ahí dirimieran sus cuitas mejor que al amanecer y con dos padrinos por testigo. Si el Ayuntamiento está dispuesto a llevar a la Comunidad de Madrid a los tribunales por unos quioscos qué no hará cuándo se trate de discusiones de mayor enjundia.

Según Cobo a ellos nadie les marca cómo tienen que ser los puestos de castañas y que la cuestión “no debe causar más entretenimiento”. La segunda parte es discutible pero la primera está bastante clara cuando se trata de un BIC, salvo que se le quiera cambiar el sentido y pasen a ser (Bien de Interés Cabezón); sería otra categoría más parecida al chiste del maño que viendo cómo avanzaba el tren hacia él dijo aquello de “chufla, chufla, que como no te apartes tú”. El entretenimiento está asegurado en cuánto haya un recurso contencioso administrativo, y se podrá aumentar la diversión cuándo llegue la temporada de terracitas y se instalen las sillas, y así hasta completar una lista de desagravios bastante peculiar. Cuando no es quiosco es hombre anuncio o castaña, (siempre una castaña). Con menos motivos Anibal mandó a Roma a hacer puñetas.

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Los mansos

marzo 4th, 2010 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

Lo que discute el Parlamento catalán es pura “teología civil”, no es tanto ir contra los toros con la Ley usada como muleta sino acabar de raíz con una tradición tan antigua como la cuenca del mediterráneo, y hacerlo de manera radical poniendo silicona a los mitos. Puede que consigan cerrar las plazas de Cataluña pero les va a costar mucho tapiar un mito. Les va a llevar un tiempo sacar del entusiasmo de los barceloneses el recuerdo templado de la muleta de José Tomás. Podrán multar a los que hablen de toros en los bares, a los que usen términos taurinos en el lenguaje corriente, a los que tengan algún una litografía del “Guernika”, (cuadro en el que aparece la cabeza de un toro), a los que lleven una vaquilla a las fiestas de su pueblo.
La lucha que van a tener es titánica: acabar con una costumbre ancestral, quizá con menos esfuerzo lograrían llegar a la Luna en bicicleta, pero cada uno es muy libre de legislar a voluntad e incluso sobre medidas que no tienen una petición mayoritaria. Es cierto que en los toros hay sangre, hay restos de barbarie y también momentos muy desagradables, pero ¿acaso la vida es algo muy diferente? El urbanita podrá, de una manera muy cursi, echar desodorante sobre su pasado pero a poco que rasque le aparece el campo del que procede, y de ahí el culto al toro.
Al mismo nivel que el horror está el arte y no hay otro espectáculo más representado que el taurino, ¿Fue Goya un pintor del género “gore” que se inspiraba en asuntos extraños?
No hay otro espectáculo más participativo que el taurino, dónde se puede poner a escaldar al presidente o sacar al torero en hombros. Incluso se puede no asistir, no es obligatorio. Lo civilizado sería dejar que fuera la propia sociedad la que acabara con el mito pero saben que no será así, por lo tanto no legislan para indultar al toro sino para aplaudirse entre ellos. No legislan contra España sino contra ellos mismos, a fin de cuentas España fue un invento muy posterior a las corridas de toros.

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Sardinas, ausentes y legionarios

febrero 24th, 2010 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

Todo debate importante en la Asamblea de Madrid tiene una prolongación en la tribuna de invitados. No son las carreras de caballos de Ascot, (porque no se estila el sombrero), pero sí tiene mucha importancia saber quién va, dónde se sienta y qué puesto ocupa en la carrera política y empresarial.
En el debate sobre economía madrileña el alcalde de la ciudad con mayor deuda de España, Gallardón, no estuvo. Tampoco Tomás Gómez, líder de los socialistas que eligió otro acto de agenda, (a Gómez el PP le critica cuando va y le recuerda con acidez cuando se ausenta). Tampoco fueron los sindicalistas José Ricardo Martínez y Javier López que van en siempre en tandem y a tal efecto se les reserva localidad contigua, asiento al que llegan a la vez y se marchan a la par, mayor unidad de acción sindical es imposible. Debían estar de ensayos de los cantos de la manifestación de Neptuno. Tampoco hubo “tiburones y sardinas” a decir de Maru Menéndez.
La tribuna ayer flojeó bastante para ser un día grande. Descartados los ausentes, (se les puede pedir que presenten un justificante como en el colegio), la atención se fijaba en los presentes, entre ellos el secretario general de CEIM, Alejandro Couceiro, el líder socialista en el Ayuntamiento de Madrid, David Lucas, el presidente de la Cámara de Comercio, Salvador Santos Campano y el de los empresarios, Arturo Fernández. En honor a la verdad también Santos Campano y Fernández forman otro de los dúos clásicos en la tribuna de invitados, lo que une Elvira Rodríguez lo es para toda la vida.
Arturo Fernández ayer se levantó presidente de los empresarios madrileños y se acostó “legionario”, lo cuál no lo puede decir todo el mundo. Pero no legionario porque se alistara al Tercio para cambiar de nombre y borrar las huellas de su pasado sino porque acabó la jornada con la Legión de Honor que impone el embajador de Francia, monsieur Delaye, y que debe dar derecho a llamar al Eliseo y que Carla Bruni te cante una copla a la guitarra. Fernández ya puede ir en manga corta y no sentir frío que es la prebenda de todo legionario que se precie.

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Las cuentas públicas

febrero 24th, 2010 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

Tras conocer la declaración de bienes de Francisco Camps el siguiente paso es urgir a Cáritas para que se ocupe de su situación y le atienda en la medida de lo posible; un caldo, una manta y un café caliente para empezar. Un presidente de Comunidad con novecientos euros en el banco y un coche de hace veinte años no es la imagen europea que deberíamos dar durante esta presidencia. En resumen, a Camps no le hace falta un brote verde sino un Plan Renove para que pueda mejorar la flota, o al menos cambiarle la rueda a la tartana. Es fascinante, cuando no tremendo, que tanto Camps como Rita Barberá tengan un coche más viejo que la furgoneta de los Chunguitos.

Bien está que el personal lo deje todo por servir a la patria pero de ahí a caer en la indigencia hay un paso que nunca se debería haber recorrido. Mariano Rajoy debería reconsiderar la decisión de presentar a Camps de nuevo a la candidatura de la CAV en tanto puede provocar la ruina de este señor y alejarle de la recuperación económica.

Y en éstas aparece Nacho Uriarte y se estampa en el coche a las siete de la mañana de un sábado en la calle Serrano. Y luego le hacen soplar y “sopló” con tanta eficacia que dio el doble de lo permitido por la DGT. Es decir que iba “superior” tirando a “sublime”, o como decía Juan Echanove en una serie de televisión: “llevaba un pedete lúcido”.

Normal, con esos coches que tienen los del PP lo habitual es que tengan accidentes. Ya le pasó a Ricardo Costa cuando se estampó con el Pijo-móvil que es un vehículo mitad coche, mitad avión. Afortunadamente sólo han sido daños de chapa y apenas una dimisión. Poca cosa. Lo malo es lo de Camps, en la próxima campaña del Domund habrá que pedir “algo para Paco, por caridad”.

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Este es su problema señorías

febrero 21st, 2010 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

Después del debate en el que se habló de la actual crisis económica podemos concluir que sus señorías, (salvo muy honrosas excepciones), viven en un microclima templado dónde nada les altera. En la calle llueve, nieva, hace frío, la gente hace cola ante las oficinas del INEM y luego acuden a un centro de caridad para tomar la sopa del día. Pero los políticos siguen sin mojar sus pies en los charcos, sin tomar el pulso de la realidad, ignoran que son el cuarto problema para los españoles y que cada vez aumenta el número de abstencionistas que les dan la espalda. Pero ellos viven ajenos al mundo, inmersos en su realidad parlamentaria, creando sus comisiones para discutir lo obvio sin entrar en lo fundamental.

De momento se ha creado una comisión que tiene el peligro de perderse como aquellas expediciones científicas del XIX, ¿Es Zapatero el profesor Livingstone?, ¿Es Rajoy el señor Stanley?, ¿Ambos andan perdidos por las orillas del río Zambeze?, ¿quién irá a buscarlos?, ¿quién les indicará el camino de vuelta a la realidad? Admunsen se perdió entre los hielos del Polo Sur, su amigo Fridtjof Nansen escribió: “quedamos abandonados mirando tristemente el vacío”. Quizá esas palabras nos valgan para saber que las expediciones sin sentido terminan en la soledad de los hielos.

La calle, en la que sopla el viento, agradecería alguna muestra de unidad para hallar el rumbo, y rechaza las peleas internas que se presentan como batallas inútiles para izar la bandera que nadie quiere en el lugar que nadie ha elegido. De ahí que el problema sea suyo, señorías, y de su capacidad por resolverlo depende la credibilidad de la clase política. Una tempestad sería que la crisis económica también asolara a las posiciones políticas. Se les pide altura de miras y pensar más en el futuro que en las próximas elecciones. La discusión no es, ahora, saber si la crisis empezó en un banco norteamericano, o en unas hipotecas sin garantías que dieron los bancos. El dilema es encontrar la salida al túnel y en ese camino sobran los “brotes verdes”, las alusiones seudopoéticas y la madre que los parió. Si quiero leer poesía acudo a Pedro Salinas, pero si quiero una solución a la crisis me gustaría que ésta llegara a través de la unidad. Todo lo demás sobra, es humo y el humo hemos quedado que es malo para la salud. Demasiado sucios tenemos los pulmones como para no toser sin levantar sospechas en la cola de la Seguridad Social.

Nadie pide que venga Supermán, tampoco debe andar muy bien el hombre porque la criptonita ha subido de precio. Sólo se pide algo de coherencia y mucho trabajo. Veremos si la señal llega al campamento base en el Congreso. De momento sólo está este triste vacío.

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Deprisa, deprisa

febrero 20th, 2010 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

Lo peor que le puede pasar a “El Rafita” es que aparezca uno y le cante porque todas las canciones acaban en aplausos, y de ahí a ser figura del cine un paso, y luego querrá firmar autógrafos en un festival para frikis. Es el mismo jodido camino que recorrieron otros pandilleros antes que él, sobre todo Juan Moreno Cuenca “El Vaquilla”, otro hijo del agobio que con apenas quince años ingresó en la Modelo de Barcelona, tres años antes se había cargado a una mujer en una de sus huidas con un coche naturalmente “chorao”. Demasiado pequeño para llegar a los pedales del “Tiburón” pero suficientemente eficaz para dejar a la poli dos esquinas más abajo. Moreno Cuenca nunca terminó de salir de la delincuencia hasta que una cirrosis en el hospital le dio la libertad eterna, el pasaporte al cementerio cuando le quedaba mucha vida por recorrer pero él la había acortado a base de ir deprisa-deprisa. Varios de sus hermanos también cayeron en el lado oscuro, Antonio “Tonet” murió en un tiroteo con la Guardia Urbana en Girona, Julián se mató al saltar por la ventana del hospital y Miguel “El Carica” se estampó con el coche mientras huía de la policía.
“El Vaquilla”, “El Torete”, “El Carica” y “El Pote” tenían en común su afición por los coches rápidos y por dar palos-relámpago siempre con algo de descaro, les gustaba jugar a los rejoneadores con la policía dejándoles que se acercaran un poco para luego acelerar cuando estaban muy cerca. Y luego lo celebraban con el descaro de los que tiene botella en la barra del puticlub. Chulos, descarados, sin solución e irredentos, entre otras cosas porque nunca nadie se ocupó de ellos salvo para componerles una canción o para crear un género cinematográfico conocido como quinqui. No eran bandoleros, ni forajidos, apenas fueron leña de arrabal más cortada y que murió tan torcida como fue creciendo.
A “El Rafita” le une con los otros delincuentes el mismo amor por los coches y el placer de verse en las portadas de los periódicos puesto que ya una televisión se ha encargado de sacarle unos planos. Con su minuto de gloria ha podido vacilar en el barrio mucho más que si fuera un concursante de “Gran Hermano”. Sabe que la única manera de ser alguien es saltar de la sección de sucesos a la primera página. Su vida recuerda la letra de la canción de Sabina, aquella que hablaba del macarra de ceñido pantalón para retratar al pandillero tatuado y suburbial, hijo de la derrota y el alcohol, “sobrino del dolor y primo hermano de la necesidad”. El error sería tenerlo por un Robin Hood de la gran ciudad cuando es un pringado que lleva encima la violación, el atropello y posterior quema de Sandra Palo. Lo hecho no se lo puede quitar de encima pero sólo de él depende la capacidad para reinsertarse en la sociedad o ser carne de cañón. De momento comparte con “El Vaquilla” su afición por los coches, y éstos puede que hayan ganado en electrónica pero a la hora de hacer un puente son todos iguales, aquellos 124 y los de ahora con motor híbrido.

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Atraco a las cinco

febrero 19th, 2010 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

A medida que avanza la crisis aumenta el sector de la delincuencia de manera exponencial, y lo asombroso es que nos vamos haciendo a la idea. Primero nos extrañaron los butrones, luego nos acostumbramos a los “aluniceros” de la madrugada que ya apenas despiertan al vecindario y, de un tiempo a esta parte, las bandas organizadas irrumpen a las cinco de la tarde y nos parece algo muy normal, otra de las cosas que tiene esta ciudad prodigiosa en razón de los prodigios que aquí se suceden. Podemos vivir entre la mafia de Chicago por el módico precio de un billete de metro, así está Madrid de animada en cuánto a se refiere al incremento del PIB de la delincuencia. La biosfera de los pistoleros goza de una excelente salud, y Madrid se ha convertido en un parque temático dónde pueden desarrollar su actividad con pocos riesgos. Si los detienen es un contratiempo que se soluciona en comisaría en pocas horas, y luego vuelta a la actividad del hampa.
Esta semana los joyeros se reunieron con la Delegada del Gobierno para contar que están hartos de los continuos atracos que tiene su gremio, tan cansados están que ya tienen a algunos delincuentes como parte de su “clientela habitual”; hay entre joyeros y atracadores una sólida y vieja enemistad. Lo último ha sido un palo en un local emblemático del juego en La Castellana, pistola en mano, y a la hora en la que los niños vuelven del colegio cruzando por los pasos de cebra. Si continúa creciendo el gremio no extrañaría que les buscaran plazas de aparcamiento en la zona azul para que no tengan que dejar el coche en doble fila para salir quemando caucho. O mejor aún, un carril “sólo atracadores” que les permita avanzar entre el tráfico de las horas punta, (para ellos punta de pistola).
Los cálculos policiales aseguran que de las doscientas mafias que operan en España, (de todo tipo de pelaje y condición), al menos cincuenta se han asentado en Madrid. Y cuando no son unos latins kings son unos rumanos armados, o unos chinos que reparten leches como en las películas de Bruce Lee, o unos macarras que pastorean lumis de piso caro. Estos tipos además de practicar la economía sumergida se dedican a incrementar la economía del terror, y todo por el módico precio de un pasamontañas.
Si nuestra comparación con otras grandes ciudades del mundo como Río de Janeiro, Nápoles, Palermo, o Méjico D.F. es en función del número de pistoleros entonces mola poco. Tampoco es que Madrid haya sido siempre el aburrido patio de un convento de carmelitas, (calzadas o sin calzar), pero de ahí a este nivel hay un paso que tiene el peligro de crear costumbre y de mermar nuestra capacidad de asombro. En las viejas películas del oeste cuando los malos iban por las aceras entonces los del pueblo tenían que caminar pisando los charcos de la calle, pues lo mismo, mientras estos tipos ganan espacio nos lo quitan a los demás. Y estos tipos están acostumbrados a chulear sin miramientos y a tirar de pipa cuando les apetece, de ahí que sus huellas sucias estén en demasiadas partes. Si nos acostumbramos a esas manchas entonces es que hemos aceptado dejarles la acera para caminar entre el barro sumisos y complacientes.

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