Entradas en enero, 2007


«No me gusta ser ‘friqui’»

enero 18th, 2007 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

RETRATO:

Origen: Palencia, 1944. Currículo: Empezó ingeniería pero lo dejó, «luego me metí en negocios originales: fui detective privado, tuve una empresa de transportes blindados, trabajé en congelados y me convertí en productor de películas, entre ellas Inquisición, con Paul Naschy». La primera vez que se dio cuenta de su elasticidad fue cuando movió unas vigas de construcción con 17 años. «En televisión he estado 117 veces». Aficiones: «El baile y la vida sana, soy vegetariano». Debilidades: «Soy coleccionista de colecciones, hago colección de bombillas». Virtudes: «Leal a mis amigos. Me gusta ser franco (algo también políticamente)». Defectos: «Soy pesado cuando quiero algo».
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No tiene el carné del hombre más forzudo de Madrid pero tampoco le hace falta. Su récord está en arrastrar un coche durante siete kilómetros y medio. «Y una noche, después de bailar seis horas en la discoteca me dije… ¿A que me apunto a la maratón de Madrid? Fui y la acabé». Puede coger una cuchara de café con mimo o levantar un contenedor de papel lleno. Siempre va en manga corta y en bicicleta, da igual que caigan chuzos de punta. Apenas duerme y nunca ha pisado un gimnasio, ¿para qué?

Pregunta.- ¿Es el hombre más fuerte de Madrid?

Respuesta.- ¡No!, qué va… quizá comparado con la gente de mi edad. Eso sí, la resistencia que tengo no la tiene un chico de 20 años.

P.- ¿Es una persona «normal»?

R.- No, desde luego. Digamos que me dedico a promocionar la salud.

P.- ¿Y algo friqui?

R.- No querría, alguien me ha colocado alguna vez el apodo pero no me gusta ser friqui.

P.- ¿Cuál es su récord?

R.- Levanté un coche por el eje mientras le cambiaban las ruedas durante un minuto, también he remolcado tres coches cincuenta metros en menos de un minuto.

P.- ¿Llegará a vivir 200 años?

R.- Incluyendo el IVA no lo sé (risas). Me han dicho que debería llegar a cumplir 120 sin problemas.

P.- ¿No le agobia ser longevo?

R.- ¡Uy!, con la cantidad de cosas que me quedan por hacer, ¡ni hablar!, necesito vivir más años.

P.- ¿Siempre en manga corta?

R.- No miro la temperatura, voy a otra cosa, no pierdo el tiempo. A veces me pongo un chisme de manga larga por no acomplejar (risas).

P.- ¿Qué le dicen por la calle?

R.- El año pasado, con un viento de doce bajo cero (el día más frío de los últimos años), me preguntó un taxista si no tenía frío y le dije que no sabía. «¡Como han quitado los termómetros!»…

P.- ¿El baile es su otra vida?

R.- Para mí el Joy Eslava es mi segunda casa, nunca he pagado.

P.- ¿Allí se le conoce?

R.- Mi sitio es el lugar donde la pista de baile está más gastada (risas). Aplico un sistema al que llamo «baile deportivo».

P.- ¿Sudará mucho?

R.- No, es lo curioso aunque puedo perder seis kilos bailando, pero evaporo por la respiración.

P.- ¿Le reclamará la NASA?

R.- Por el momento no, pero una universidad americana se ha interesado por mí.

P.- ¿Cuál es el secreto?

R.- Llevar una alimentación correcta: ni fumo, ni bebo. Lo más importante es tener una conciencia limpia, no hacer faenas a los demás.

P.- ¿No tiene enemigos?

R.- En absoluto, aunque a alguno le daría un capón bien dado por las que me han hecho.

P.- ¿Hay políticos con su resistencia?

R.- Creo que no. Aunque alguno podría con el contenedor porque está lleno de basura.

P.- ¿Es muy de derechas?

R.-… mucho, mucho no. Lo suficiente, lo que se tiene que ser.

P.- ¿Algo nostálgico?

R.- Nunca pensé que tuviera que serlo tanto. Me gusta el chiste de «antes vivíamos francamente bien y ahora realmente mal».

P.- ¿Tiene claro su voto?

R.- Siempre; una vez voté al centro pensando que era lo mejor, ¡y buena la hicimos!

P.- ¿Ha estado enfermo?

R.- No me resulta práctico ponerme malo, hace unos años me acatarré y era incomodísimo acordarte del termómetro y las medicinas.

P.- ¿Incansable en todo?

R.- Puedo bailar diez horas en una discoteca (y no sudo). También he estado diez días seguidos en las Fiestas de San Isidro.

P.- ¿Es un superhombre?

R.- No, por Dios. No tengo capa de Supermán, ¡con el calor que daría eso!

P.- ¿Y el Obélix del Retiro?

R.- Obélix pesaba más que yo, pero a Depardieu le ganaría seguro.

P.- ¿Nunca se ha enfadado?

R.- En principio evito las peleas, a veces en la discoteca me han empujado (y he tenido discusiones).

P.- ¿Hizo que pareciera un accidente?

R.- Sí, uno voló cuatro metros para luego caer al suelo. Era algo exasperante.

P.- ¿Tampoco discute en la calle?

R.- En alguna bronca de tráfico he acabado con la amistad del oponente. Procuro sacar el lado positivo de las cosas.

P.- ¿Es más fuerte porque está soltero?

R.- Pues sí, ¡qué se le va a hacer!

P.- ¿Su fuerza asusta?

R.- Muy al contrario en las discotecas se me echan encima. A mí con las mujeres lo que no me pasó a los 20 años me pasa a los 60.

P.- ¿El sexo es más que un músculo?

R.- Yo creo que es otra cosa distinta, ahí no hay proezas.

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«Soy una mujer del sur»

enero 17th, 2007 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

RETRATO
Origen: Madrid, 1962. Currículo: Diplomada en Comercio Internacional, ha estudiado también filología inglesa y francesa, tiene un master en Operativa Financiera y Bancaria del Comercio Internacional y otro en Marketing Internacional. Trabajó en dos multinacionales hasta que decidió dedicarse a la política. En 2003 Rafael Simancas le pidió que estuviera en su lista. Aficiones: «Caminar por el campo y por el parque del Soto de Móstoles». Debilidades: «Trabajar con la Asociación de Mujeres Maltratadas». Virtudes: «Capacidad de trabajo, cercana a la gente (eso dicen mis vecinos)». Defectos: «Exigente con los que me rodean. Y no tolero la deslealtad».
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Paz Martín está dispuesta a plantear batalla en la alcaldía de Móstoles, el gran municipio del sur de la Comunidad actualmente gobernado por el popular Esteban Parro. Igual que Miguel Sebastián, tiene un perfil técnico económico que pudiera parecer frío, pero es consciente de que el voto se encuentra «paseando por la calle». Siendo muy joven participó en la elaboración de la última campaña de Tierno Galván al Ayuntamiento de Madrid. Vive en Móstoles desde hace once años, «soy una mujer del sur».

Pregunta.- ¿Preparada para lo que le espera?

Respuesta.- Esta es mi primera entrevista como candidata al Ayuntamiento de Móstoles. Incluso para hacer entrevistas hay una primera vez.

P.-¿Qué es más terrible: gobernar o responder entrevistas?

R.-Gobernar no será terrible, en todo caso será difícil (por la responsabilidad). ¡Y responder entrevistas no es tan terrible!

P.- ¿Cómo lo tiene la izquierda en mayo?

R.-Partimos en una situación de desventaja porque no gobernamos ni en Móstoles, ni en la Comunidad. Espero que los ciudadanos sepan comparar.

P.- ¿Y que analicen con lupa?

R.-Me gusta mucho la economía, me gustaría que los ciudadanos analizaran bien.

P.- ¿Tan economista como Sebastián?

R.- Los números apoyan tu argumento.

P.- ¿Dónde queda la poesía?

R.- La poesía en política es una parte muy importante. Soy lectora de Cernuda, del mismo libro y hasta es posible que del mismo poema.

P.- ¿Paseante en defensa propia?

R.- Me gusta restaurar muebles de contenedor (no de anticuario). Pongo el coche en posición furgoneta y me coloco unos guantes de látex.

P.- ¿Hay tesoros en la calle?

R.- Sin duda. En un contenedor me encontré un espejo del siglo XIX. Tuve que decaparlo hasta dar con la madera original.

P.- ¿También el voto está en la calle?

R.- Igual; para recuperar votos tenemos que recuperar la confianza y volver a ilusionar.

P.- ¿Es la política del «contenedor»?

R.- Yo no entiendo la política desde un despacho sino aplicada a la calle. Si haces política pensando en las personas las cosas son diferentes.

P.- ¿Tiene lema de campaña?

R.- No por el momento. Un eslogan sería: «no te vayas de Móstoles, quédate porque esto lo vamos a cambiar».

P.- ¿No es un poquito largo?

R.- Es que todavía no tenemos lema pero esa es la idea.

P.- ¿Se ve con fuerzas?

R.- Los socialistas no necesitamos grandes fórmulas mágicas, nos vale con el trabajo, la eficacia y la honestidad.

P.- ¿Ya estamos en campaña?

R.- Sí, desde el 1 de enero todo tiene repercusión. Lo que no me gusta son las descalificaciones.

P.- ¿Existe el desgaste físico del candidato?

R.- Trato de suplirlo con deporte. Más que ir al gimnasio (pago la mensualidad pero no voy), todos los días doy un largo paseo.

P.- ¿Móstoles, bastión popular?

R.-Dejará de serlo. El PP vuelca mucha propaganda y mucha foto. Mucho helicóptero pero poca inversión en el municipio.

P.- ¿Parro es un superviviente?

R.- ¡Afortunadamente!, aunque creo que es reprobable que utilizaran un medio público para un transporte privado. Menos mal que no tuvo consecuencias, pero «políticamente» no sobrevivirá a las próximas elecciones.

P.- ¿Era un «paseo privado»?

R.- No, fue una mezcla a mayor loa. Súbete aquí y te enseño.

P.- ¿Con usted habrá helicóptero?

R.- Con nosotros habrá una policía real, y no una de marketing, como es la Bescam.

P.- ¿Alguien del PP le llamó «pija»?

R.- Sí, me dijeron que me fuera de candidata a Beverly Hills porque pedí que la policía local bajara al Metro los fines de semana.

P.- ¿Eso cómo lo metaboliza?

R.- Me da pena. Quien ve a una mujer por el aspecto físico no cree en la igualdad.

P.- ¿Qué le lleva al borde de la lágrima?

R.- Las injusticias (lo que nos pasó en la Asamblea cuando Rafael Simancas iba a ser votado presidente).

P.- ¿Cómo lo superó?

R.-Tardé tres meses y superar un dolor de estómago que me diagnosticaron como un estrés agudo.

P.- ¿Por qué sucedió lo de Tamayo?

R.- Porque la gente tiene un precio, y siempre hay alguien dispuesto a pagarlo.

P.- ¿Sebastián lo tiene complicado?

R.- Los ciudadanos de Madrid están hartos de la caspa de la derecha.

P.- ¿Comparte el proceso de designación?

R.- Se podría haber hecho mejor, pero es el mejor candidato que puede tener Madrid.

P.- ¿Qué es un buen alcalde?

R.- El que escucha a sus ciudadanos y les mejora la vida en cosas pequeñas.

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Gobernantes de postín

enero 17th, 2007 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

Rajoy se puso la corbata en domingo para presentar a Esperanza Aguirre y a Ruiz-Gallardón como candidatos, (retóricas de la política, ¡cómo si alguien no los conociera!). Acto que fue esplendoroso en la puesta en escena y algo subido en watios, pero cuando se trata de arengar a la masa cualquier aplauso es poco.

Esperanza Aguirre vive esta segunda juventud que le ha dado el poder de forma esplendorosa, está tan joven que habrá que recomendarle una crema para el acné; se le nota en la forma de caminar y en la sonrisa puesta. La presidenta epató con un video de factura exquisita en el que se hacía referencia al trabajo de otras mujeres a lo largo de la historia. Aguirre tiene una ambición de poder marcada que no disimula, asunto que le honra porque la misión del político es creérselo para luego ganar en las urnas.

El alcalde de Madrid optó por un video con fondo de película de ?Rocky? al que acompañó de un discurso tan plúmbeo como interminable. Feo está señalar pero fueron cuarenta minutos a piñón fijo en los que se empleó con el uso de términos arcaicos y de frases subordinadas a las que hay que darles una segunda lectura para captar un primer sentido. De seguir por ese camino de la erudición imparable a Gallardón habrá que ponerle un traductor al lado tal y como se hace cuando ponen a la experta en lenguaje para sordomudos.

No tuvo Rajoy que hacer referencia al ?¡joder qué tropa!?, ni tampoco a nadie se le ocurrió hablar de la biografía autorizada.

Una pregunta: ¿quién era aquel señor entusiasta, de pelo rapado y traje marrón que no cesaba de gritar en una de las escaleras?, ¿Quién era ese friqui?, el que no paraba de decir ?¡viva Mariano Rajonil!?.

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La delincuencia tiene banquillo asegurado

enero 15th, 2007 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

Allí iban los tres, el mayor de 13 años y los otros de 10 y ocho respectivamente. Iban en un bugati caro, alemán, de esos del anuncio «¿te gusta conducir?», ¡pues claro!, respondieron los tres y guindaron el coche en algún barrio bueno. Los coches caros son una tentación para los chavales de zonas marginales, tanto como los bombones para los chicos de barrios acomodados. Circulaban por un camino de cabras cuando la Policía se coscó de la movida y puso luces; de noche, los coches patrulla parecen ovnis entre los poblados. Así que el mayor de la banda (la banda del moco reeditada), pronunció la mítica frase de la película Perros callejeros: «¡dale caña, Torete, que el coche es chorao!» y tira polvo por las ruedas. Así anduvieron un buen rato, dando saltos por la cañada, el cd saltaba como si Frank Sinatra tuviera hipo, una persecución como en la tele ¡cómo mola-tronco!

Pero no se sabe por qué los caminos de la delincuencia siempre topan con un coche patrulla de la Policía anclado en el lugar inoportuno, y allí que se dieron un chapazo. A los pequeños manguis no les pasó nada, (¡mucho peor es vivir en la barriada de La Jungla!); sin embargo, los agentes se percudieron las cervicales. En resumen, que se dieron una leche como Dios, pero sin mayores consecuencias, salvo las penales.

Ahora ellos se tienen que buscar un abogado, del turno de oficio seguramente, el dueño del coche un taller y los agentes del orden un buen collarín. Los tres delincuentes infantiles volverán al poblado con una buena historia que contar y sin duda que arrepentidos por las narices. La delincuencia se forja en este tipo de leyendas urbanas, seguro que a partir de ahora tienen cola de amiguetes dispuestos a emular a Fernando Alonso por los caminos de cabras. Cantaba Sabina, en La Mandrágora, una canción dedicada a un macarra infortunado cuya letra decía al final: «Antes de palmarla se te oyó gritar ‘¡qué demasiao!, de ésta me sacan en televisión’». Es cierto que nunca hay suerte para los que no la tienen y que si estás censado en el poblado de La Jungla lo normal es que caigas víctima de algún depredador de la selva: el hambre, la violencia, las malas compañías o la droga.

Estos tres ‘baby-macarrillas’ han tenido su minuto de gloria, si no llegan a darse con la madera hubieran llegado a Valencia, a fumarse un porro en la arena de la playa. A su edad otros niños juegan con la play, ellos no, prefieren que el efecto asfalto sea más realista. Por mucho que mole un programa de ordenador, no tiene punto de comparación con ser perseguido por una patrulla, en un carro caro a toda pastilla y por un camino de mala muerte.

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La paz estaba al fondo

enero 14th, 2007 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

Un sociólogo especializado en concentraciones públicas tendría que explicar por qué los manifestantes de izquierdas bajaban hacia Colón por el lateral izquierdo de La Castellana. Y también por qué el punto oficial de reunión para autoridades se había establecido en la esquina de la calle Recoletos donde casualmente luce un cartel de la agencia de Viajes Ecuador, ya estamos con el sarcasmo gramatical.

A la hora convenida arrancó la cabecera integrada por Manuel Chaves, Jesús Caldera, José Blanco, (tapado inicialmente por la altura del cartel), Pedro Zerolo (cada vez más capitán Sparrow), Carmen Calvo, Rosa Regás, Miguel Sebastián, Rafael Simancas, Diego López Garrido, José Saramago, Almudena Grandes, Cándido Méndez y José María Fidalgo. Había una extraordinaria presencia sindical que se plasmaba en los petos blancos de CCOO y UGT. Se partía de la idea de «caminar sin gritos y luego a casa» pero toda manifestación tiene una parte importante de cántico dominguero y, a falta de buscar un estribillo, mientras arrancábamos o no, los presentes la tomaron con una periodista del canal autonómico: «¡Telemadrid, manipulación!». Pero si alguien hubiera dicho «¡Hola don Pepito!», en la otra acera se le hubiera respondido: «¡Hola, don José!»; hacía falta calentar el ambiente y en ese momento era de un sobrio que asustaba, apenas una voz referida a la ausencia del PP, ni gritos contra Rajoy, ni un «¡Zapatero guapetón!», un silencio respetuoso que a poco estuvo de convertir la cita en una estación de penitencia de una cofradía. Y no se trataba de eso. Bien es verdad que la palabra paz es un monosílabo de rima imposible; tuvo que ser un improvisado compañero sindical el que animara con el primer eslogan de la tarde: «Vota paz contra el terrorismo», (no es un gran verso pero por algo había que comenzar), era una consigna políticamente exquisita y que abarcaba todos los matices que se querían destacar. Un espectador gritó: «¡Presidente, presidente!”, y nos hizo sospechar que las cejas góticas más famosas de España se habían incorporado, pero no, probablemente sería por Caldera, al que confundió con Zapatero. No resulta extraño, porque en ese momento la organización había decidido establecer dos líneas de seguridad que nos alejaban de la información, de tal modo que a lo lejos, al fondo, quedaban las caras desdibujadas de la cabecera. Prometo que era una distancia incluso insuperable para una falta de Roberto Carlos; entre ellos y la prensa había un Bernabéu de asfalto, palabra. Si sería abismal la distancia que hasta a Fidalgo se le veía pequeño. A pesar de los intentos por acercarnos, la línea Maginot sindical no cedía ni un adoquín, la consigna era no parar hasta Cibeles y punto pelota. Así que en el despiste de la distancia alguien colocó a Pilar Manjón en el centro de manera intencionada, donde ya se había situado por sí misma Cayetana Guillén cuyo color de pelo podía parecer, (de lejos, claro), el de una militante popular; pero no. La ropa era oscura y el color de pelo predominante, el caoba.

Ya iniciada la marcha, un compañero lanzó un grupo de octavillas «por la paz, contra el terrorismo» que impactaron en la cabeza de algunos ciudadanos que aguardaban en la acera, así que alguien le explicó que era más eficaz darlas en mano que arrojarlas en bloque, no era necesaria aplicar la premura de los tiempos de la ciclostil y la clandestinidad. No es de recibo arrojar octavillas como se tiran los caramelos en la cabalgata de Reyes Magos, lo contundente debe ser el mensaje no la fuerza con la que te llega el papel.

Impresionaba ver Cibeles rodeada de pancartas blancas con el lema Por la paz contra el terrorismo escrito con letras rojas y negras, un mar de buenas intenciones, un paisaje de unidad en el que faltaba el PP, aunque sí que había militantes a título individual que no se cortaban al decirlo. En todo ese mar de carteles apenas había un par de ellos disonantes: «¿Dónde están los obispos?», o «Ni ETA ni carroñeros»; ¿acaso no son la misma materia? Obligados por el empuje del doble cordón de seguridad que estaba empeñado en llevarnos al trote hasta Toledo, lo suyo era hacer cabotaje por el resto de la manifestación. En la letra pequeña y en fuera de las comitivas oficiales uno se encuentra grandes sorpresas, como Petra Mateos (presidenta de Hispasat) confundida entre el personal, o las distintas asociaciones de inmigrantes ecuatorianos llegados de diversos puntos de España. Una de ellas portaba una ancha pancarta machadiana: «Ecuatoriano que vienes a España, te guarde Dios, una de las dos Españas ha de helarte el corazón». Y el corazón tenía un trazo infantil que era realmente helador. A esas alturas ya había niños en carrito y señoras mayores, incluso un despistado peatón que olvidó levantar la pierna para cruzar el pivote del carril bus y se dio el morrazo de la tarde, un herido por la paz.

La manifestación tenía una parte más bullanguera alejada del núcleo oficial, hasta hubo quien se llevó la percusión para animar. Y es allí donde se hacían referencia a las ausencias de Gallardón y Esperanza Aguirre, («Paz y libertad, Esperanza dónde está», es difícil de acompasar pero si lo intentan, sale); también donde se coreaban dos eslóganes con la misma música: «¿Dónde están, no se ven, los obispos del PP?», o «¿Dónde están, no se ven, las banderas del PP?». Incluso un grupo de adolescentes le ponía el punto tierno a la coplilla: «ETA, escucha, así es como se lucha», unas voces angelicales que no habrían despertado de la siesta al ogro de José Ignacio de Juana Chaos. Más atrás marchaba una pancarta de la Unión de Actores y Artistas por la Paz, encabezada por Marisa Paredes y el actor Luis Mari Sánchez. Faltaban otros muchos significados en el No a la guerra, pero entonces recordé que quizá aquella cabeza lejana de la comitiva oficial era la de José Sacristán, ¡atiza, por lo tanto Cayetana Guillén y Sacristán estaban en comisión de servicios del sindicato de actores!, o eso o alguien se había olvidado de Marisa Paredes en la retaguardia. La actriz era el punto de elegancia de una tarde reivindicativa.

Veinte metros por delante caminaba la representación más bullanguera aunque no la más numerosa, la de UCE (Unión Comunista de España), integrada en gran parte por jóvenes con aspecto de Che Guevara y con la boina del Che tal y como se la colocaba para salir en la foto, antes de que el personaje ganara a la persona como icono de la venta de camisetas. Un alumno aventajado de Manolo el del Bombo hacía sonar la maza para acompañar el estribillo: «¡Qué barbaridad, otra vez gritando no pasarán!». Tenían el aspecto de los bolcheviques que chillaban contra el zar en Doctor Zhivago; de haber aparecido en el cielo los aviones de García Morato, todo hubiera cobrado sentido.

Ayer alguien perdió en las calles de Madrid una oportunidad, o la izquierda en aglutinar y persuadir, o la derecha en apuntarse y dejar claro que es la unidad la que dará la victoria sobre ETA. La calle no estaba vacía pero sin duda que había sitio para más gente, sobre todo en la cola final, que, apagada y sin cánticos, se diluía entre el ruido de las escobas de los equipos municipales de limpieza. La paz estaba al fondo pero no se veía por ninguna parte. Una extraña sensación de haber visto pasar una procesión triste.

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La pareja de la extravagancia

enero 12th, 2007 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

En la casa blanca han tardado mucho en desmontar el belén. Tenían dudas de qué figuritas había que guardar y cuáles no volverían al nacimiento el año que viene. Beckham es el primero, aunque todo indica que ni los tres reyes magos tienen clara la renovación. Es posible que el nacimiento de 2007 sea minimalista. Nada más conocer la marcha de los Beckham, las tiendas caras de Madrid han decretado tres días de luto; unas palmas flamencas acompañan a la letra de «algo se muere en Serrano cuando un amigo se va, ¡tacatá!». Hay lágrimas de cocodrilo y llanto de joyeros. La pena llega a la milla de oro de Ortega y Gasset, donde los comerciantes podrían organizar una colecta-sablazo para una estatua ecuestre de madame Beckham, esa mujer que gasta en una mañana el presupuesto de un Estado africano sin que le pese la conciencia, para luego volver por la tarde de nuevo a la carga. Una persona cuya máxima aportación al PIB fue pelearse con Ana Obregón y lograr que subiera la cuota de pantalla de las televisiones de mediodía. Una ilustre, algo insulsa y exquisita pija.

Los Beckham se han comportado siempre como marcianos recién llegados de la lejosfera; verlos bajar del coche, con los guardaespaldas y el séquito, recordaba a las escenas de Encuentros en la tercera fase, cuando el personal se pasmaba con la figura a contraluz de unos marcianos patilargos y cabezones. Luego dicen de Michael Jackson, pero los Beckham se han hecho en Madrid campeones del mundo de todas las extravagancia. Sólo les falta llevar a los niños al colegio envueltos en trajes de protección nuclear. De la casa en La Moraleja hicieron un fortín y de sus paseos por la ciudad otra atracción más de las películas de amor y lujo.

Victoria Adams, (de la familia Adams de toda la vida) ha pasado por Madrid, pero Madrid no ha pasado por ella, no tanto porque se vaya sin probar las gallinejas, sino porque ha ido de repelente niña vestida de Cleopatra con aire de majorette listilla. «España huele a ajo», llegó a decir con la boca llena, naturalmente. No se le conoce otra expresión ni mayor pensamiento.

Estaba cantado que el siguiente destino de tales estrellas no podía ser otro que Los Angeles, California. Allí Victoria podrá dejar la visa temblando. Le pega con tal furia que ya quisiera Nadal su giro de muñeca para las grandes finales. Hasta es posible que inicie una carrera cinematográfica y con dos narices se atreva a pedir el papel de la madre Teresa. Por osadía que no quede.

Tal vez David se marcha porque no tiene más que aportar en lop deportivo al Real Madrid, pero igual se va porque no le quedan productos que anunciar. Ya ha dado la vuelta al mundo en 80 vallas. El Beckham anuncio ha superado con creces al jugador de fútbol, y cuando uno alcanza categoría de leyenda para qué va a correr en un campo. ¡Sudar es de obreros!

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‘El hombre parece un mono consciente’

enero 11th, 2007 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

RETRATO
Origen. Madrid, 1955. Currículo. «La verdad es que soy un psicólogo atípico». Empezó a trabajar de tendero cuando tenía 13 años, luego fue peón, taxista, cuidador de minusválidos y entró en la Universidad con 28 años. Ha escrito cinco libros, casi todos sobre las relaciones de pareja (infidelidad…), y uno sobre ¿Por qué no puedo adelgazar? Tal vez el mal amor engorda. Aficiones. «Pasear, hablar de política o de cómo se hacen las lentejas». Debilidades. «No soporto demasiado la soledad». Virtudes. «No juzgo fácilmente y sé querer». Defectos. «Soy impaciente, lo quiero todo muy rápido».

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Antes de tener la consulta en un barrio elegante de Madrid, pasó diez años como taxista por sus calles: «Hay gente que dice que en un taxi se puede hacer la carrera de Psicología… Tampoco es tan cierto». Ha escrito varios libros sobre el comportamiento humano, todos ellos con espíritu divulgador y con un punto socarrón. El último es Anécdotas y curiosidades de la Psicología (Arcopress). Las consultas sobre el sexo y sus consecuencias llenan los despachos de los psicólogos madrileños; nos pierde «lo único».

Pregunta.- Usted que fue Robert De Niro en Taxi Driver, ¿eso curte?

Respuesta.- Ser taxista madrileño te amplía el conocimiento que tienes del mundo, el taxi es un escaparate, ahí captas rápido.

P.- ¿Es una buena escuela?

R.- Ayuda pero no lo es todo, la psicología es mitad arte (contacto humano) y mitad ciencia.

P.- ¿Estudió la carrera en el taxi?

R.- Gran parte, aprovechaba los atascos para estudiar, sobre todo en la cola de los taxis en el aeropuerto.

P.- ¿Tiene taxímetro en la consulta?

R.- (Risas)… No, pero sí tengo un reloj para calcular el tiempo que dura la consulta.

P.- ¿Su libro es una relación de secretos?

R.- Se trata de reírnos de anécdotas que nos han pasado a los psicólogos contadas con el permiso de los pacientes.

P.- ¿Sus compañeros lo aceptan?

R.- Sí, incluso en el boletín interno del Colegio de Psicólogos pedí anécdotas que están reflejadas en el libro.

P.- ¿Hasta lo que no se puede contar?

R.- Las anécdotas que no se pueden contar… no se pueden contar (risas). Un psicólogo tiene secretos por un tubo, por alguno de ellos la prensa rosa pagaría millones.

P.- ¿Le consta? (lo de los millones).

R.- He tenido un par de intentos de sacarme información sobre clientes que interesaban a la prensa rosa.

P.- ¿Cómo lo hacen?

R.- (Risas)… En cierta ocasión me pidió hora una persona que en realidad no buscaba ayuda sino ofrecerme dinero para que hablase.

P.- ¿Por qué gusta el cotilleo?

R.- Porque es una forma de distraernos de nuestra propia vida. Mientras los conflictos sean ajenos nos hacen olvidar los nuestros.

P.- ¿El mal nos libera?

R.- Exactamente igual que presenciar programas de terremotos, de incendios, de desgracias, etc…

P.- ¿Los psicólogos son el confesionario laico?

R.- Sí, pero no hay absolución, no perdonamos. Si acaso podemos ayudar a relativizar las cosas.

P.- ¿Lo suyo a quién se lo cuenta?

R.- ¡Este es un problema!, pero ser psicólogo no significa que no puedas pedir hora a otro psicólogo.

P.- ¿El psicólogo es mal cliente?

R.- Desde luego, hace poco conté en la facultad qué hacer cuando un colega viene a la consulta.

P.- ¿Cobrarle por adelantado?

R.- (Risas). Los psicólogos no solemos ser buenos pacientes.

P.- Vanidad aparte, ¿somos todos iguales?

R.- Todos tenemos las mismas necesidades, el mismo corazoncito. Nos hace falta que nos quieran, estar en un grupo, sentirnos apreciados.

P.- ¿Todo se puede preguntar?

R.- Temas religiosos y políticos quedan excluidos de la consulta.

P.- ¿La política es mala para la salud?

R.- ¡Si uno se lo toma muy a pecho, sí!, posiciones extremas nunca son buenas.

P.- ¿Ha tratado a políticos?

R.- Han venido políticos sin venir, gente que me ha hablado de ellos.

P.- ¿Ser cargo público es un factor de riesgo?

R.- Supongo que será complicado prometer y no cumplir, manejar medias palabras o compaginar la vida privada con la pública.

P.- ¿El hombre es el mono consciente?

R.- El hombre parece un mono consciente. La conciencia y la libertad que tenemos en parte es fantasía. No somos tan libres.

P.- ¿Somos esclavos inconscientes?

R.- Una cuota importante: los genes, el pasado, la cultura… al final nos coartan.

P.- ¿Todos locos?, ¿menos usted?

R.- (Risas)… Mi chiste favorito es: «Estoy mejor desde que me he dado cuenta de que mi psicólogo está como una cabra». No puede haber psicólogo sin experiencia de conflicto interno.

P.- ¿Nos pierde el sexo?

R.- El sexo motiva, moviliza, nos lleva a contradicciones y nos hace ser hipócritas.

P.- ¿Se piensa con el sexo?

R.- Todos pensamos un poco con el seso y con el sexo. También hay personas adictas.

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Carne de gallina

enero 10th, 2007 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

A la peluquera gallega Ana María Ríos le estropearon el viaje de novios pero no le van a estropear su futuro esplendoroso como chica de calendario. Todo el proceso de su detención en Méjico fue extraño, tanto como la limusina que le recogió en el aeropuerto cuando regresó. Incluso las primeras imágenes de su detención nos ofrecían una belleza enigmática.
A la española le habían encontrado cartuchos y detonadores en su equipaje; no se dieron cuenta de que en realidad lo más peligroso era su belleza, tan inquietante como para ser una espía que llegó del cielo. En principio nadie maneja pólvora en su noche de bodas salvo que el marido sea dinamitero y se haya llevado trabajo de la mina para hacer en casa. En todo caso se espera que lo explosivo venga del roce y del calentamiento de los cuerpos, motivos de imposible justificación cuando pita el arco de seguridad del aeropuerto.
Ana María Ríos aparece en la portada de ?Interviú? para mayor goce de sus lectores y para pasmo de las autoridades mejicanas que ahora entenderán que han perdido un tesoro, allí está con la carne de gallina y los pelos de laca. Lo curioso de esta historia que ha acabado en posado y desmayo horizontal es que nadie sabe quién es el marido, qué cara tiene, si es del Celta o del Depor. Igual es que ella se inventó un pasado reciente, una boda que no fue para pasar a la historia como Miss Luna de Miel. Es posible que se le pueda acusar de cualquier cosa menos de tráfico de carne en mal estado.

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‘El concepto dominguero se ha perdido’

enero 9th, 2007 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

RETRATO
Origen. Madrid, 1967. Currículo. Licenciado en Derecho, fue secretario nacional de Medio Ambiente de las Nuevas Generaciones del PP. En 1993 fue elegido diputado autonómico, hasta que le nombraron director general de Promoción y Disciplina de la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio. Es de los pocos altos cargos de la época de Gallardón que ha seguido con Aguirre. Aficiones. «Aunque no sea políticamente correcto: cazar con mis perros». Debilidades. «Mis perras Jara y Zarza, madre e hija, de la raza beagles». Virtudes. «Autenticidad y espontaneidad». Defectos. «A veces demasiada vehemencia y a veces creo que podría trabajar todavía más».
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Es un naturalista con traje y corbata que no oculta al apasionado de la ornitología, de los anfibios y de los paseos por el campo con sus dos perros que lleva dentro. Su deseo es conservar la naturaleza, pero no estática dentro de un cuadro, sino dejando que la gente entre en contacto con ella. «Hay que decirles a los niños que no pasa nada por pescar, ¡que no van al infierno, caramba!». Para fomentar el contacto con la naturaleza ha creado unas rutas «teatralizadas» por la sierra de Madrid.

Pregunta.- Si los árboles hablaran…

Respuesta.- Para mí los árboles hablan, sólo hay que saberlos escuchar. También creo en los duendes, las setas son su hogar.

P.- ¿Qué aportan las rutas?

R.- Una visión global de la naturaleza, no son sólo los pájaros sino la cultura, los frailes y el Arcipreste de Hita también.

P.- Si Newton no se pone debajo de un árbol…

R.- No descubre la caída de las manzanas (risas)… luego vino la teoría de la Gravitación Universal.

P.- ¿La hubiera descubierto en Madrid?

R.- En la ruta tenemos una olma que no suelta frutos de ese tamaño, por lo tanto Newton habría perdido la mañana entera, sentado allí.

P.- ¿Tanto le gusta la naturaleza?

R.- Hasta me he hecho construir un paludario en casa, un trozo de selva tropical con ranas de ojos rojos y cascada, donde llueve cuatro veces al día. Esta tarde iré a comprar grillos para mis ranas.

P.- ¿Dónde venden grillos?

R.- En las tiendas de animales… quiero un kilo de grillos (risas). Me gusta el mundo de la herpetología.

P.- ¿Le ha puesto nombre a las ranas?

R.- ¡No!, eso sería de Walt Disney, los animales no te obedecerían si les llamaras por su nombre.

P.- ¿Es usted el hombre verde?

R.- ¡Sí!, soy el hombre verde de Esperanza.

P.- ¿Qué tal el ecosistema de su Consejería?

R.- Perfecto: tenemos un gran león, el consejero, rey de nuestra selva, y luego cada director ocupa su puesto.

P.- ¿También hay depredadores?

R.- Sí, fuera hay bastantes.

P.- ¿Le gusta tumbarse en el campo?

R.- Me gusta tumbarme en primavera en un prado a escuchar los grillos. En este tiempo cuando llueve pienso que la vida sigue.

P.- ¿El campo, ese gran misterio?

R.- Antes el urbanita era más dominguero. El concepto dominguero se ha perdido; los chavales no cogen ranas, juegan con la videoconsola.

P.- ¿No hay contacto verde?

R.- Estamos en un fundamentalismo legal que impide que los jóvenes disfruten del campo en toda su extensión. No se puede hacer un herbolario ni pinchar un saltamontes con un alfiler.

P.- ¿Nos meterán en la cárcel a quienes lo hicimos?

R.- ¡Bueno!, yo no saldría en muchos años… todavía estaría cumpliendo condena.

P.- ¿Está bien perderse en un bosque?

R.- En Madrid hay tantos agentes forestales, guías y monitores que sería difícil. En todo caso sigue ladera abajo el curso de un arroyo, que te llevará a algún sitio.

P.- ¿Todos tenemos el lado Caperucita?

R.- Sí, pero a la gente le gusta ir por el campo por una senda bien marcada.

P.- ¿Por temor al lobo?

R.- Tal vez. El lobo está volviendo en Madrid.

P.- ¿Damos la voz de alarma?

R.- No porque el lobo no ataca al hombre, quizá habría que tener cuidado con el ganado. El lobo llegará de una manera muy tímida.

P.- ¿Linces no hay?, ¿seguro?

R.- Afirmo que linces en Madrid no hay y le aseguro que de grandes mamíferos sé un rato.

P.- ¿Usted vio aquella cagarruta?

R.- La llegué a ver, no estaba en muy buenas condiciones. Un rastro de lince no aparece tan fácilmente.

P.- ¿Qué se aprende escuchando a las aves?

R.- La diversidad de cantos, me gustan los sonidos del petirrojo y del ruiseñor. La gente reconoce al ruiseñor cuando vuelve a casa después de tomar unas copas.

P.- ¿Un pájaro de cuenta?

R.- Dicen que canta por la noche para engañar a la lechuza, para que piense que es de día y no cace.

P.- ¿De pequeño quería ser Rodríguez de la Fuente?

R.- Rodríguez de la Fuente es mi maestro, además he apoyado a su hija cuando quiso montar una fundación.

P.- ¿Le duele la recalificación?

R.- Me duele que en el prado donde echaba de comer a mis burros, en Soto del Real, ahora haya un zoco, ¿a quién no le va a doler?

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La capacidad de Madrid

enero 8th, 2007 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

Escribe con gran acierto el presidente de este grupo, Constantino Mediavilla, la gran capacidad de reacción de Madrid ante la adversidad. Se refiere a las tareas de desescombro en la T.4, y una vez más acierta.
Pero no estaría mal que nos olvidáramos alguna vez de que Madrid fue territorio de sangre y terror. El fatídico 11-M nos curó de espanto y a partir de ahí cualquier petardo, (aunque sea navideño), nos inquieta porque ya hemos padecido demasiado. Sin duda que Madrid no se lo merece y sus ciudadanos mucho menos. Probablemente no se conozca otra tierra con más deseos de paz que sufra tanto el azote de la violencia. Madrid sabe aguantar pero también sabe ser feliz y disfrutar de la vida. Ahora lo que toca es retirar cascotes y curar las heridas emocionales.
Tenemos unas enormes ganas de que llegue la primavera para siempre en la región y que la gente pueda salir a la calle sin temer la presencia de las bombas.

Madrid ha digerido demasiadas toneladas de escombro y metralla. Hora es de darle la vuelta al infortunio y de construir la ciudad de la paz abierta.
No me refiero a que nos toque un gran premio en la Lotería, (la del Niño ha pasado otro año de largo), sino el reintegro en la vida cotidiana, con eso nos conformamos. No estaría de más que el sabor del vermouth fuera obligatorio y el silencio de las sirenas del SAMUR nos devolvieran a la ciudad del encanto a la que se refiere Constantino Mediavilla.

Madrid es un gran argumento, demasiado bonito el proyecto como para dejarlo en manos del terror. Paz de aquí en adelante, y como en las rebajas no admitiremos que nos cambien el género. Un gran compromiso por la libertad me atrevo a pedir a gritos

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