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Mira quién baila

mayo 23rd, 2010 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

No sé si lo sabrán pero hace una semana estuvimos a punto de que los alemanes se hartaran de nosotros y nos enviaran, directamente, a hacer puñetas o lo que es lo mismo a seguir la final de ese concurso en el que bailan los famosos y la gente se queda embobada viéndolo. Hace una semana, mientras Rajoy contemplaba pasivo un partido de tenis en Madrid, y Zapatero tenía otro de sus momentos “zen”, estuvieron a punto de mandarnos a la inopia del futuro europeo.
El noble pueblo español, llamado “el respetable” según la maldad de algún crítico perverso, de nuevo permaneció ajeno a su destino y esperó que del cielo le cayera algún maná porque en el fondo creemos que nos lo merecemos todo. A efectos sociológicos nos comportamos como niños en el patio que juegan distendidos porque saben que alguien les estará haciendo la comida. De esta nos hemos librado, ya veremos la siguiente, pero de lo que no nos libramos es de una manera pasota de ver la vida que roza con patológicos rasgos de suicida. Antes de que los japoneses inventaran el “kamikaze” en España habíamos creado el pasota integral que confía en la divina providencia y en tomarse unas cañitas porque con él no podrá el mal fario. Pasotas, pancistas, vagos y redomados señoritos que nunca se han tomado en serio su destino. Lo siento: no tenemos remedio.
Uno experimenta cierta envidia cuando ve que los franceses tienen solucionado, desde hace dos siglos, el concepto de nación y aquí estamos con que la patria es algo “discutido” y “discutible”. Tan catetos somos que en lugar de ensalzar los méritos ajenos nos tenemos una envidia racial que raya con el absurdo y, en vez de aprender de la diversidad que nos une lo que hacemos es pelearnos en distintas lenguas.
El Senado va a crear un cuerpo de traductores para que se entienda esta torre de Babel. Espero que no trasladen a otras lenguas oficiales las palabras de la senadora socialista por Jaén, Adoración Quesada, que fue tan borrica como para afirmar que el desempleo no puede ser más alto porque la calle está llena de “bemeuves” y de parados que van a los toros y a las romerías.
Seria deseable que hubiera una reacción más contundente y un cabreo generalizado pero no, al revés, llega el buen tiempo y no nos va a jorobar el vermouth la señora Merkel. Amodorrados ciudadanos que se conforman con ser figuras del Museo de Cera. Eso: mira quién baila, mira quién no piensa, mira quién grita gol, mira quién se rasca la tripa. Y, mientras, mira hacia dónde nos vamos. No me gustaría acabar el artículo con una palabra que huela mal pero no tengo otro remedio, ya lo dijo Fernán Gómez en un momento de lucidez: “¡a la mierda!”. Ahí mismo.

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Jaque Matas en Baleares

marzo 28th, 2010 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

Debe ser muy duro levantarse por la mañana a cantar la misa en una parroquia de pueblo, (mucho más en una misión en una aldea de África), y enterarse de nuevos casos de pederastia en la Iglesia católica. Tanto como ser militante de base, ahora en Mallorca en el PP, o antes en el PSOE durante la época de Luís Roldán y resto de latrocinios que tuvieron al Estado como rehén.
Está claro que los colectivos se nutren por la base pero se descomponen por las alturas que da gusto; el entusiasmo siempre está en los que más aportan y menos representan. Luego, a medida que se escala en la pirámide del mando se encuentran comportamientos que hacen perder la fe, o que provocan angustiosas crisis de militancia. La misma paradoja que debe sentir un misionero cuando le lleguen noticias de Roma y él tenga que trabajar para propagar los dogmas católicos. Aquí podemos repetir el refrán que se decía en los velatorios, (en los tiempos en los que no estaban inventados los tanatorios: “¡No somos nadie!”), podemos añadir: “y los militantes mucho menos”.
Algunos comportamientos son para perder la confianza en la divinidad y en las alturas porque no hay nada más desolador que saberse mal dirigido en tiempos de turbulencias. Ahora, cuando más falta hacía un partido regenerador y con entusiasmo es cuando crecen los “brotes bordes” de Matas, Camps y “gurtelillos” varios. El partido que está llamado a sustituir a un Gobierno en plena crisis de desintegración es el que tiene de portavoz en el Ayuntamiento de Madrid a una persona suspendida de militancia y el que mantiene a Ricardo Costa al frente de una comisión en el Parlamento valenciano. Ejemplar sin duda. ¿Dónde está el ejemplo y dónde la ilusión?, parece como si ambos partidos alimentaran a la abstención como se hace con los pollos de corral, que engorde hasta no poder más. No sería extraño que estuviéramos a diez minutos de que alguien resucitara al “gilismo”, o que a Berlusconi le diera por crear una segunda marca en España.
No se puede tomar por tontos a los militantes, ni a los fieles, porque dejan de ir a las urnas y a las parroquias, así que luego no sé por qué se extrañan cuando los políticos son el tercer problema para los ciudadanos españoles, o por qué la Iglesia no encuentra vocaciones para llenar los largos pasillos de los seminarios. No es que la gente no tenga vocación, (de militante o de catequista), es que los han echado con un trabajo largo y concienzudo. Ya puede Matas pagar la fianza millonaria, o el Papa hacer llamamientos al perdón, pero los desencantados huyen hoy Domingo de Ramos de los muros de Israel sin mirar lo que dejan atrás.

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Don Miguel por la cuesta arriba

marzo 14th, 2010 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

Vaya usted con Dios, don Miguel Delibes y que tenga suerte en ese viaje largo que es camino obligatorio para cultos e iletrados porque la muerte nos baraja como naipes locos. Vaya usted con Dios y deje a los hombres su legado de libros y de personajes que fueron la estampa calcada de una España de la necesidad que miraba más la báscula dónde se pesaba la carne de caballo que su alma. Se lleva usted el habla de los castellanos antiguos y una manera de narrar directa y cruda, fue usted más escritor de silencios que poeta de adjetivos saltarinos en columpios de la modernidad. Y de ahí su estilo que, (con su permiso), sólo superó Umbral cuando se fue a Madrid a descubrir tertulias. Pero usted le dio la vuelta a las palabras de Umbral que decía que uno no es nadie hasta que no pasa por la Gran Vía, para usted uno no es nadie si no disfruta del campo castellano y del silencio de los ríos en verano. Umbral se consagró con el ruido que hacían sus personajes y usted con la discreción que dejan algunas vidas al pasar.
Se va con Delibes un lenguaje puro y una escala de colores sencilla, una forma de escribir desde el periodismo que hizo grande todas sus letras, (hasta las minúsculas), y que aunque vivió sin el Premio como a un Nobel se le despide igual que le pasó a otro Miguel, (Unamuno). Y se marcha, también, un perfil de campesino español que entronca directamente con los siervos de la gleba: humilde, callado, duro, poco expresivo y manso; un hombre de luto que recelaba de los que decían que la tierra era redonda porque no veía nada más que camino llano en todos sus horizontes, el último campesino en el que se fijó Machado. Un modelo de español que honraba las fiestas de guardar, que iba a misa aunque no entendiera al cura, que temía del amo, que lloraba a sus muertos una generación entera, que le daba pocos minutos al placer y todas las horas al arrepentimiento que brota a los pies de los campanarios de iglesias románicas.
Todos esos se marchan en la comitiva del cortejo fúnebre de Miguel Delibes, “santos inocentes” que se mean en las manos para hacerlas entrar en calor. Se marchan junto a don Miguel por la cuesta arriba con sus pertenencias recogidas en una manta, caminan con zapatos sucios, boina negra, el cuello de la chaqueta de pana levantado, la mirada en otro siglo y un cigarro en la boca. Puede que morir lo hagamos solos pero también es verdad que algunas personas se llevan el pasado como si cerraran una puerta que estaba a falta del último empujón. Cerrada queda sin lástima, ya no es el tiempo de algunas cosas.
No es justo que una vida tan rica como la de Delibes dure tan poco. A ver si él lo averigua en este viaje que ha comenzado hacia el norte.

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Este es su problema señorías

febrero 21st, 2010 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

Después del debate en el que se habló de la actual crisis económica podemos concluir que sus señorías, (salvo muy honrosas excepciones), viven en un microclima templado dónde nada les altera. En la calle llueve, nieva, hace frío, la gente hace cola ante las oficinas del INEM y luego acuden a un centro de caridad para tomar la sopa del día. Pero los políticos siguen sin mojar sus pies en los charcos, sin tomar el pulso de la realidad, ignoran que son el cuarto problema para los españoles y que cada vez aumenta el número de abstencionistas que les dan la espalda. Pero ellos viven ajenos al mundo, inmersos en su realidad parlamentaria, creando sus comisiones para discutir lo obvio sin entrar en lo fundamental.

De momento se ha creado una comisión que tiene el peligro de perderse como aquellas expediciones científicas del XIX, ¿Es Zapatero el profesor Livingstone?, ¿Es Rajoy el señor Stanley?, ¿Ambos andan perdidos por las orillas del río Zambeze?, ¿quién irá a buscarlos?, ¿quién les indicará el camino de vuelta a la realidad? Admunsen se perdió entre los hielos del Polo Sur, su amigo Fridtjof Nansen escribió: “quedamos abandonados mirando tristemente el vacío”. Quizá esas palabras nos valgan para saber que las expediciones sin sentido terminan en la soledad de los hielos.

La calle, en la que sopla el viento, agradecería alguna muestra de unidad para hallar el rumbo, y rechaza las peleas internas que se presentan como batallas inútiles para izar la bandera que nadie quiere en el lugar que nadie ha elegido. De ahí que el problema sea suyo, señorías, y de su capacidad por resolverlo depende la credibilidad de la clase política. Una tempestad sería que la crisis económica también asolara a las posiciones políticas. Se les pide altura de miras y pensar más en el futuro que en las próximas elecciones. La discusión no es, ahora, saber si la crisis empezó en un banco norteamericano, o en unas hipotecas sin garantías que dieron los bancos. El dilema es encontrar la salida al túnel y en ese camino sobran los “brotes verdes”, las alusiones seudopoéticas y la madre que los parió. Si quiero leer poesía acudo a Pedro Salinas, pero si quiero una solución a la crisis me gustaría que ésta llegara a través de la unidad. Todo lo demás sobra, es humo y el humo hemos quedado que es malo para la salud. Demasiado sucios tenemos los pulmones como para no toser sin levantar sospechas en la cola de la Seguridad Social.

Nadie pide que venga Supermán, tampoco debe andar muy bien el hombre porque la criptonita ha subido de precio. Sólo se pide algo de coherencia y mucho trabajo. Veremos si la señal llega al campamento base en el Congreso. De momento sólo está este triste vacío.

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Material humano en venta

enero 24th, 2010 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

Tengo hace años por verdad la conocida locución latina de que el hombre es un lobo para el hombre. Plauto lo clavó. Y aunque no hayan leído a los clásicos las mafias se han acercado hasta Haití para sacar partido de la miseria, siempre ocurre igual por mucho llamamiento solidario y mucha aportación económica que hagamos, (por cierto qué rentable le sale a un banco una catástrofe de la que saca la habitual comisión).
Denuncia UNICEF que quince niños han “desaparecido” de los hospitales de campaña de Puerto Príncipe. El asunto es terrible, no es que haya entrado Peter Pan volando por la ventana, ni que Campanilla se los haya llevado al “País de Nunca Jamás”; muy al contrario esos niños han volado de sus camas porque las mafias los han raptado. UNICEF se lo temía y su miedo se ha confirmado al hacer recuento. El lobo del hombre es capaz de pagar a una hiena para que le traiga la comida a casa, es decir que los ricos son capaces de dar una comisión para que les traigan un niño de repuesto al que arrancarle los órganos, o para hacer con ellos cualquier barbaridad. Y cuando digo cualquiera es la peor que puedan imaginarse. Las mafias no trabajan gratis por lo tanto el negocio de desguazar niños debe ser muy rentable. Lo peor no son las mafias, (a fin de cuentas hasta creen que tienen sus códigos porque todo mafioso quiere parecerse a Robert de Niro), lo asquerosamente repugnante son esos ricos anónimos que sin pisar Haití son capaces de mandar que se rapten niños para saciar de sangre sus colmillos de serpiente. Se les podría considerar unos hijos de puta en el caso de que tuvieran claro quién era su madre.
Los niños de Haití sólo nos interesan cuando salen de los escombros y se abrazan a los bomberos, son imágenes tiernas que tienen categoría de portada en todos los telediarios. Entonces parece que la ayuda internacional tiene sentido y que somos los más solidarios del planeta; en cambio cuando se acaba el interés de las televisiones el niño pasa a la sala de convalecientes de un hospital, y es allí dónde las mafias hacen su “lista de la compra”. Son hospitales con escasa vigilancia así que ni las moscas les echarán de menos porque irán a la cama de otro.
Si tienen suerte “sólo” les habrán amputado una pierna, o un brazo; “sólo” habrán perdido a sus padres y hermanos; “sólo” se habrán quedado sin casa condenados a criarse en la indigencia. Y, si no tienen esa “suerte”, unos tipos se los llevarán metidos en el maletero del coche hasta República Dominicana donde serán vendidos como comida para depravados, carne de cañón, piezas de recambio para niños de ricos a los que les hace falta un órgano fresco.

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Cañones o mantequilla

diciembre 27th, 2009 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

Decía el difunto Samuelson que llega un momento en una sociedad en el que se tiene que plantear la dialéctica cañones o mantequilla. Se refería a ese instante en el que se apuesta por la paz o se continúa por el camino de la guerra que para los griegos era la única realidad posible. Samuelson, fallecido hace un par de semanas, era Premio Nobel igual que Obama al que le ha pasado el economista la gran pregunta del siglo: ¿apostar por la paz o seguir reforzando divisiones acorazadas?
El ataque al Papa y el intento de secuestro de un avión en Estados Unidos por parte de Al Qaeda marcan la tendencia que dice que la seguridad es un asunto prioritario y que puede bloquearnos en caso de no dar una respuesta adecuada. Samuelson ya murió y dejó su interrogación al gabinete de Obama que es Premio Nobel de la Paz pero a la vez ha solicitado refuerzos de tropas en Afganistán. Los asesores del presidente de Estados Unidos le obligarán a tomar medidas para responder a los ataques terroristas y esa respuesta tiene que ser distinta a la que hubiera hecho Bush porque en otro caso los electores se preguntarán por qué no ganaron los republicanos. Con permiso de McLuhan ahora “el miedo” es el mensaje, y en ese escenario de las amenazas es dónde hacen negocio los agoreros y los “salvapatrias”. Después de ver cómo agredían a Berlusconi, al Papa y cómo intentaban secuestrar un avión para repetir el 11-M, a Obama le van a cuestionar que cierre Guantánamo y que no envíe más tropas también a Irak que es el pozo sin fondo, (y sin piedad), que empezó a excavar su antecesor en la Casa Blanca.
Pero llega un momento en el que a los gobernantes no les queda más remedio que elegir entre cañones y mantequilla. Si gana la primera opción entonces desaparecerán las ayudas sociales y los programas de colaboración con el tercer mundo. Y a mayor distancia entre el primer mundo, y el resto, mayores serán los problemas que se plantearán en materia de seguridad.
Los partidarios de los cañones son los mismos que aplauden el levantamiento de barreras físicas entre países, (pero a la vez han defendido con entusiasmo el aniversario de la caída del Muro de Berlín). Y, hasta es posible, que en Navidad hayan tenido algún gesto de bonhomía dándole un estipendio a un pobre; por supuesto sin mirarle a la cara porque la miseria da mucha dentera.
Ahora que en los aeropuertos nos registran hasta los zapatos y que es posible seguir nuestro rastro a través de cien cámaras de vigilancia, pública o privada, es el momento de no renunciar a la libertad aunque cueste, aunque duela.

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Vecinos y residentes en la Península

diciembre 20th, 2009 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

No se me ocurre otra fórmula mejor para presentar a aquellos que han firmado contra las corridas de toros en Cataluña, pero que a su vez no reniegan del jamón con tomate, (una excelencia culinaria), ni de llamar “torero” a los valientes, ni de rechazar que se corran toros por sus pueblos. Lo decía la azafata del “Un, Dos, Tres” cuando presentaba a los concursantes: “vecinos y residentes en Barcelona”, y a su lado a unos que eran “novios a punto de pasar por el altar”. Todos ellos concursantes del mismo juego.

Podrá negar Carod el Toro de Creta pero no va a conseguir borrar las tradiciones, contra ellas no se puede ir puesto que sería como pretender cambiar el curso de un río con la ayuda de unas cañas. El surco de la tradición se ha abierto sin que nadie lo trabajara y, a partir de ahí, suprimirla es un esfuerzo inútil. Habría que analizar si “¡ole!” antes que interjección fue una onomatopeya puesto que entonces podríamos pensar que hay algo dentro de los genes mediterráneos que nos liga a la cultura del toro, un animal al que le damos mala muerte pero mejor vida y que nos es tan cercano como si fuera un familiar con cuernos, (con perdón). Lo cuál no quiere decir que a todo el mundo le gusten, ni mucho menos, y que tiene un reducto de fiesta bárbara sangrienta que es indiscutible, ¿pero vamos a poner desodorante para tapar nuestro olor a tribu?, ¿podemos cambiar sin acudir al cirujano de Belén Esteban? La diferencia entre taurinos y antitaurinos es que los primeros no ven la sangre en el ruedo. Otra cosa es que se le de al rito el lugar que le corresponde, algo más que el trabajo de un matarife psicópata cubierto por una montera y se consiga elevar la pelea del hombre con el toro hasta convertirla en arte, (de Picasso a Goya me remito). Y, también, a lo que se llegó a pagar por ver a José Tomás en la Monumental de Barcelona.

Da la impresión de que Carod lo que busca es otro nuevo símbolo para acentuar la distancia de Cataluña con el resto de España, y seguro que encontrará cientos de ellos que sean más contundentes, cualquiera mucho mejor que ir contra una tradición que es tan de catalanes como de andaluces, murcianos y valencianos. Detrás de los toros no está la mano de Franco sino el mediterráneo. Pudiera ser que esta acción se volviera en contra de Carod, debería evaluar la fuerza de la democracia de los tendidos, esa gente igual te saca en hombros que te lanza almohadillas.

Todo aquel que se empeña en prohibir acaba siendo persona antipática, y por muy alto que pongan el muro de las prohibiciones en Cataluña siempre habrá quién esté dispuesto a saltárselo, por supuesto a la torera.

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La previsión de los mayas

noviembre 15th, 2009 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

En el cine las cosas son siempre más hermosas, hasta cuando desaparece la tierra y se la tragan las aguas todo tiene un punto de belleza. Según la tesis de una película que se inspira en una profecía maya, el mundo desaparecerá en el año 2012. No hay previsiones de futuro que sean alegres, todavía está el “maya” o el “nostradamus” que diga que en el año 2012 nos va a tocar la Lotería. Previsión y cenizo es lo mismo.
La cuestión es que ahora que ha empezado a repuntar, levemente, la economía en Europa, (menos en España), es cuando nos anuncian que el mundo se termina. Pues que se prepare el Gobierno porque si sólo nos quedan tres años por delante lo primero que va a darse es un pasotismo fiscal, dicho en otras palabras que pague a Hacienda Rita. Y, en menor escala, un pasotismo social que llenará las calles de papeleras y los centros de trabajo de colillas porque al personal le dará lo mismo fumar, o no, porque las consecuencias sanitarias les tocarán un pie.
Sea cierto, o no, de momento podemos ver en la pantalla grande cómo caen los edificios y desaparecen las ciudades. Es verdad que en caso de cataclismo mundial habría gente que apenas lo iba a notar porque viven en el filo de la miseria, pero a esos nunca les ha dedicado Hollywood una película.
Es cierto que el hombre es el único mono triste porque sabe que va a morir y esa angustia le recorta horas de felicidad. ¿Para qué preocuparse por un mundo que se va a extinguir dentro de tres años si, ni siquiera, tenemos garantizado llegar vivos hasta entonces? El único aspecto positivo que se extrae de las imágenes es que “sic transit gloria mundi”, todo pasa y no hay nada que dure eternamente, ni las pirámides de Egipto.
En el plano afectivo nos llegará el fin del mundo el día en el que nadie se acuerde de cuál era nuestro nombre, y en ese momento no habrá guionista que sea capaz de escribir una frase brillante. Será un final y luego el punto, o al revés, o todo a la vez, o da igual porque tampoco será nada relevante.
Es una pena que no dejen comer pipas en el cine porque se trata de una película para ver desde la distancia que da el crujir de una cáscara tras otra. Visto desde una butaca el final del mundo es la representación gloriosa de una Ópera sin director. Tal vez no será tan espectacular como uno de esos planos que ocupan toda la pantalla, ni haya una banda sonora cursilona y lacrimógena.
Todo lo que empieza termina, no vamos a ser menos nosotros. Claro, algún día el mundo se acabará, sólo espero que me de tiempo a recoger la ropa de la secadora y a dejarle comida a la tortuga.

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La usucapio del rincón

noviembre 1st, 2009 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

Luís Escobar, (marqués de las Marismas), hacía de abogado rico en “La Colmena” de Cela, un hombre que se pasaba la vida en el café “Gijón” ensayando lo que sería su discurso de entrada como miembro de la Academia de Jurisprudencia, circunstancia que nunca llegaba. Pero en el mientras tanto los otros personajes le sacaban un café, “¡con leche, por favor!”, aprovechándose de él y pidiéndole que repitiera un discurso que tenía memorizado. La petición hacía feliz a Luís Escobar porque entonces se ponía de pie, colocaba su dedo índice en gesto escultural, y decía: “hablaré de la usucapio… ¿Cómo es posible adquirir la propiedad por el simple hecho de su uso?, ¡Eso no puede ser!”. Y, añadía, Luís Escobar: “(aquí me aplaudirán)”.
Esta mañana de domingo me pregunto lo mismo que el gran Escobar: ¿cómo es posible que me haya hecho con la propiedad de este hueco de los domingos, en LA GACETA, por el simple uso? Se cumplen, hoy, diez años de mi relación epistolar con los lectores de este periódico, a ellos les tengo que dar las gracias por escucharme sin que les invite a café, a mis compañeros de cuadrilla les mando un abrazo, y tanto a mi director como a mi jefe de Opinión les ruego “humildemente” que me pongan a sus pies. Hace diez años hice mi primera colaboración para este medio, entonces hablé de las tradiciones perdidas como la representación de El Tenorio cuando llegaba el Día de Todos los Santos, y la contraponía al avance del “Jalovín” americano. Hoy, diez años después, El Tenorio ha perdido completamente la batalla ante las brujitas y las calabazas contra las que nada tengo pero que en comparación son un producto de menor calidad.
Ahora bien no hay nada que tenga mayor actualidad que la conocida frase que repiten los niños: “¿Truco o trato?”; la política nacional lleva años preguntándose lo mismo. En los casos de corrupción urbanística se ha producido la ruptura del trato y por eso hemos visto el truco, de ahí que esta semana hayamos conocido el caso de Santa María de Gramanet, rebautizada como Santa María “del tres por ciento”, (en alusión a aquellas palabras de Maragall en el Parlamento catalán). En lugar de niños disfrazados de zombies ponemos a unos comisionistas llamando al timbre del Ayuntamiento y nos queda igual de ilustrativo.
Hace diez años no conocíamos la corruptela que luego se destapó en Marbella, que ahora ha llegado a Santa Coloma del tres por ciento, y que antes se ha paseado por Seseña, Estepona, y otros municipios hasta llegar a El Ejido, (Almería), donde hemos conocido que habían comprado una máquina quita nieves por lo del cambio climático.
En homenaje a Luís Escobar ahora debería pagarles yo el café, pero me pasa como a él, que nunca llevo suelto. Eso sí, les quedo diez años muy agradecido.

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Cuando usted eres tú

septiembre 13th, 2009 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

Los romanos inventaron el término de la responsabilidad que tiene un buen padre para establecer base de la confianza en el comercio; otra cosa hubieran sostenido Cayo y Ulpiano de haber conocido el pasotismo paternal del siglo XXI. La autoridad del “pater familiae” está a la altura del “coño de la Bernarda”, justo en ese meridiano. Y de unos padres que no aportan valores surgen unos hijos que ignoran principios. Traducido: “hoy mal de muchos, botellón”, ese abandono al alcohol y al nihilismo civil es el camino que les han enseñado sus mayores.
Hay que recuperar el tiempo perdido como dice el sicólogo Javier Urra, que está convencido de que hemos pasado de una educación espartana a una educación inexistente. Ángel Gabilondo habla de reinstaurar los valores perdidos en la escuela empezando por la obligación de llamar de usted al profesor. Menos mal que en el Gobierno hay un socialista jacobino que tiene visión de Estado, se echaba en falta. Una educación igualitaria, laica y moderna no tiene por qué estar carente de principios. Creer que la autoridad es un principio de derechas lleva a no poco desengaños.

Dar clase en España es una labor de alto riesgo, de ahí que los profesores se tomen las bajas laborales igual que pastillas de “lexatín”. El cuento del niño hiper-protegido, inocente querubín dotado de absoluta libertad lleva a unos chiquillos que carecen de obligaciones porque no creen en la cultura del esfuerzo. Pero la culpa no es toda de ellos sino que hay que repartirla con sus padres que han declinado el trabajo de educarles y en el lugar de la figura materna/paterna han puesto a la televisión o a Internet. La distancia que separa, en muchos casos, a padres de hijos es mayor que la que separa a la Tierra de Júpiter. Puede que convivan juntos pero son universos paralelos dotados de distinta atmósferas.

El PP y el PSOE están obligados a alcanzar un acuerdo en educación, un pacto que comience en el usted pero que llegue a todos los rincones del hogar. Ahora que comienza el curso bueno sería recordar que la tarea de “socializar” no sólo corresponde a la escuela. Progenitores virtuales, (ausentes en el proceso del crecimiento de sus hijos), son los máximos responsables del botellón. Acierta Enrique Múgica cuando dice que la culpa está en casa y las consecuencias se ven por las calles. El centro del universo no puede ser un menor consentido; ésa es otra de las ideas perversas de una falsa progresía. El usted sirve como muro de contención del respeto más elemental para recuperar la figura del profesor, y desde ahí construir una escala de valores. Ha llegado el momento de denunciar que no todo vale, y que decir no a un hijo lejos de ser un trauma es bueno a veces

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