Entradas etiquetadas como ‘la gaceta de salamanca’


Empecinados y pragmáticos

enero 22nd, 2006 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

De la España real a la España publicada hay una distancia mayor que de aquí a Urano esquina con Plutón. El descubrimiento no es cosa mía, ya lo señaló Felipe González al hablar de la opinión pública y de la opinión publicada, siendo la primera mayor y más libre y la segunda asunto de agitación propia de laboratorio. Nuestros políticos (todos) viven en un estado de palabras esdrújulas y de miradas torvas, parecen pilotos de pruebas del acelerador de partículas donde ensayan la capacidad de adaptación del ser humano frente a ambientes hostiles. Salieron los papeles en carretillas de estación y no se quebró Salamanca ni en el resto de España hubo un crujir de dientes. Y, una vez idos los documentos no estaría de más recordar que aquí se quedan el resto de problemas, explico: bien está reivindicar aquello que se considera propio pero sin abandonar otros asuntos. El ejemplo en clave nacional se entiende mejor: hoy no tenemos otra cosa que discutir que el Estatuto catalán (que a Carmen Esteban le daba tanto apuro), y parece que las pensiones, el IPC, la Sanidad y las relaciones exteriores marchan solas.
Quejémonos también en esdrújula como hacen ellos y digámosles a los políticos que hagan el favor de crisparse menos y de solucionar más. La misión del político, mal que le pese, es llegar a acuerdos con otras formaciones, lo extraño es que anden todo el día a la gresca con cualquier excusa porque hasta de los sapos de pantano se hacen comentarios airados. La ciudadanía peatonal, la que trabaja a pesar de los augurios de mal agüero debería mandarles un mensaje de calma y a lo suyo, señores. Más que nada porque algunos van a terminar echando espuma por la boca y salpicando bilis a sus vecinos. Eso es malo para la salud.
Vivir sin papeles es posible. Una vez que se fueron en unas furgonetas bastante indecorosas por cierto, (unos documentos históricos se hubieran merecido un traslado en algo mejor que un furgón de congelados), quedan el resto de problemas: locales, regionales y nacionales. Con toda naturalidad pero sin esperar un minuto más hay que ponerse con ellos. Aunque parezca mentira también estamos a punto de que el Estatuto catalán quede resuelto y podamos pasar página en la construcción de España. Será un alivio comprobar que nos dirigimos hacia la primavera, y algunos políticos tendrán que reflexionar seriamente sobre si van a continuar de por vida enfurecidos o abrirán el despacho con ganas de trabajar para los suyos. Quedará patente la división entre empecinados y pragmáticos, y los ciudadanos verán el color de las ideas al trasluz de las cortinas de humo.

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Los chinos descubrieron América

enero 15th, 2006 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

LoS chinos no sólo no están contentos con dominar la mayor parte de las tiendas del menudeo sino que además quieren cambiar el curso de la historia. Este marrón no lo esperaba Zapatero, según “The Economist” (revista que se suele leer en las peluquerías de gente bien y en las salas vip’s de espera de los aeropuertos internacionales), hubo un marino chino que se adelantó a Colón. Zheng He llegó a las costas del nuevo continente setenta años antes que el marino ¿genovés?, ¿vallisoletano?, ¿balear?
En torno a Colón hay un misterio de origen que cualquier día nos va a dar un disgusto porque igual Carod Rovira dice que era su abuelo y reivindica el Estatut de la nación americana a Bush. Zheng He debió llegar a tierra firme y se abrió paso a base de paciencia oriental, un poquito de labia y algunos proverbios bien seleccionados.

La teoría tiene una base científica, un plano supuestamente fechado en 1418. Entonces no funcionaba la CNN y las posibilidades de recibir imágenes en directo eran remotas. Ahora bien, el mapita mosquea bastante, ya es curioso que aparezca ahora, reivindicar la primicia de las indias les puede costar otros cinco siglos e insufribles pruebas de ADN por las tumbas de los personajes de la época. En el relato de Américo Vespucio no se refiere que el almirante hubiera comprado algún artículo en tiendas de todo a un euro (eso hubiera sido una prueba irrefutable de la llegada de la expedición oriental).

Noticias como ésta aparecen de siglo en siglo pero vienen muy bien para relajar la tensión informativa, (cuando se termine la OPA y lo del Estatut, los tertulianos tendrán que leer poesía de Amado Nervo). De ser cierto ya le podemos pasar factura a los chinos por el natural pesimismo que venimos arrastrando desde la pérdida de las últimas colonias, sería un peso que nos quitaríamos de encima así como no tener que aguantar al guía mejicano cuando nos recuerda que nos llevamos el oro de su país. Sería muy triste descubrir ahora que la depresión generacional del 98 fue en vano, como para retirarnos de los próximos Juegos en China.

Puestos a elucubrar (que es una ciencia de arte menor), este descubrimiento es una faena, el único que estaría en lo cierto sería Fujimori, que en América jugaría en campo propio. Se me ocurre que le pasemos al gobierno de Pekín las deudas de los países hispanoamericanos con España y que vayan pagando, y el sumario contra Pinochet, y el cabreo por las fragatas a Venezuela y así hasta completar una larga lista que se hace engorrosa para este pequeño país tan cargado de historia. Ahora bien, a partir del 1 de enero de 2007 que en América se comuniquen con carácteres chinos.

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Huelga de duquesas

enero 8th, 2006 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

Schwarzenegger es un bruto que se ha hartado de descoyuntar enemigos en el cine, pero que luego es muy mirado con la prensa. Dice que le molestan los paparazzi en California, (en aquel rancho de sus caprichos donde funciona la pena de muerte igual de bien que los ascensores, y como estos si se atasca la maquinaria viene corriendo un técnico y la deja lista en cuestión de minutos). Para un tipo como Schwarzenegger los paparazzi son moscas en la punta de un misil; nada. Le irritan porque en todas partes cuecen tomates y no le gusta que anden por la calle tirando fotos a sus amigos ricos y famosos.

En este lado del Imperio también hay paparazzis pero no tenemos Schwarzenegger salvo en películas para ver con el home cinema, que es donde mejor crujen los huesos de los malos, es de un realismo tal que alguna leche se han llevado los que se ponen cerca de la pantalla. No tenemos a héroes musculados, pero sí tenemos a Cayetana de Alba que ha enviado carta a la agencia EFE pidiendo árnica. Cayetana es protagonista perpetuo muy a su pesar, los miembros de su familia tienen una gran tendencia a salir en los medios de comunicación. Aquellos que proporcionan portadas cada semana casualmente viven en el Palacio de Liria, (también llamado de “lidia” por su afición a toros y toreros). De eso no tiene la culpa Cayetana pero ya es casualidad. Si la duquesa fuera como Schwarzenegger (que ya es mucho comparar), mandaría a los paparazzi a hacer papa-fritas a un atolón del Canal de la Mancha, pero para llegar a tan alto grado de depravación tendrían que votar a la duquesa como presidenta de la Comunidad de Madrid. No se pueden imaginar la pereza que le puede dar a Cayetana el discurso de investidura, por ese lado imposible.

Puede haber huelga de duquesas: quince días sin pisar estación de tren o aeropuerto, sin bailar sevillanas, sin ir al Rocío, algo que se antoja francamente doloroso. España no se debe permitir un enfado de Cayetana de Alba porque gracias a ella (y eso no lo dice la carta) comen familias y familias de paparazzis. Es posible que esa huelga la pueda soportar ella que es mujer fuerte, de probada solvencia económica, pero no tanto sus hijos, parentela, ex yernos y antiguas nueras. Quizá la tercera vía sea fundar una cofradía, al estilo de la semana santa sevillana y disfrazar a todos los miembros de la Casa con túnica y cíngulo, así irían por la calle más discretos. Cierto que para bajarse del AVE el capirote es un coñazo pero más cornadas dan las cámaras de televisión. Se pueden poner de nombre: Real y Muy Venerable Hermandad de las Siete Exclusivas, y la tela que la corten Vitorio y Lucchino.

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Malos humos contagiosos

noviembre 13th, 2005 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

El fumeque, el pitillín, la colilla del diablo, sienta mal. Lo dicen los científicos reunidos en cónclave salmantino y lo dice también el sentido común; si el tabaco fuera bueno, Dios en vez de aparecerse con un triángulo lo hubiera hecho con un puro como Groucho. No hace falta que lo juren por la gloria del vaquero de Malboro en el Congreso Nacional de Prevención y Tratamiento del Tabaquismo, a ojo de buen cirujano un pulmón de no fumador comparado con otro de fumador es lo que un culito de bebé a las arrugas de una folklórica. Un amplio porcentaje de fumadores (no dispuestos a dejarlo) es consciente de que se juega la salud pero no ceja en su empeño porque le gusta lo que hace. El tabaco adicción peligrosa pero no más que otras, también es peligroso el amor (tiene efectos nocivos tremendos de los que está lleno la literatura) y sin embargo no lo prohíben. Ni Romeo ni Julieta fumaban y tuvieron un final terrible. De todas las manías absurdas que podamos mantener, la peor, la más dañina, la más asocial es fumar, pero también aparece como inevitable, placentera y muy sencilla.
Gobierno y empresas se unen en esta nueva cruzada a favor de la salud humana. Hasta hace bien poco nos bombardeaban con publicidad de tabaco pero ahora subrayan que es El Maligno en persona, (habrá que dar un tiempo para cambiar las ideas). Sin querer restar importancia a la campaña contra la adicción al tabaco tampoco estaría mal recordar que hay gente que huele fatal y contra ellos no se legisla, como contra los que van al cine y se tiran el frasco de colonia por encima de tal forma que te ahogan de manera inmisericorde. Y si el tabaco es nocivo el papel del Estado es indecente: se lucra con la venta de las cajetillas en vez de donar esos ingresos a alguna organización con buenos fines. El ataque es frontal, directo e inmediato: a partir del próximo 1 de enero se acabó fumar en los centros de trabajo, adiós también al pitillito de después de comer. Los últimos empecinados tendrán que salir a la puñetera calle a pedirle fuego al oso polar del anuncio de los seguros.
Una vez hayan conseguido alejarnos de todos los vicios, (la campaña contra el humo es sólo el primer paso), habrán logrado que estemos sanos, lustrosos y en perfecto estado de revista. Si a todo eso le añadimos que las condiciones de vida han mejorado sustancialmente, llegará un momento en el que el propio Estado tendrá problemas para eliminarnos. Sanos y longevos somos un estorbo colosal. Entonces, quizá de manera terapéutica y en pequeños grupos, volverán a ofrecernos tabaco para disfrutar. O eso, o nos someten a corrientes de aire para que nos constipemos.

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Pasión de gavilanes en Salamanca

octubre 16th, 2005 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

La cumbre de Castro (sin Castro) acaba sin premio (pero con jamón). Fuentes bien informadas me soplan que los líderes hispanoamericanos van a llorar sobre el hueso de Guijuelo más que sobre la colección completa de canciones de Armando Manzanero, incluido este último disco de duetos. Y lo harán porque en el fondo, (corrijo: de manera descarada) son unos galanes trajeados que juegan a presidentes y a dominar pueblos y haciendas. Para ser líder hispano hay que tener un punto de culebrón, las sienes plateadas de Maduro, la pinta de cow-boy de Fox, y la planta macarrilla de Chávez. Zapatero no se comía un colín en las elecciones de cualquier país del sur de América, le siguen cosiendo las chaquetas dos tallas más grandes y le falta picardía al caminar. En cambio el rey le da prestancia al gran culebrón internacional con su saber aguantar y por la capacidad de encontrar un tema de conversación idóneo da igual el comensal que le toque en suerte. A Fox le soltó una teoría general de las tormentas aplicada a las riadas de Cataluña, cuando en realidad el inconsciente le llevaba por los remolinos que provoca el Estatut.
A falta de democracia buena es la participación televisiva; un hombre un mando a distancia. Y, en sus respectivos países, los invitados a la Cumbre de Salamanca triunfan sin tener un mensaje sólido ni falta que les hace. A la gente le gusta ver a Fox con botas de montar (aunque no haga declaraciones espectaculares), y a Aguas Santas que tiene nombre de telenovela tremebunda aunque es de Sevilla, su matrimonio con Ricardo Maduro justifica su presidencia por varios lustros. Aguas Santas a la española sería Gema Ruiz si no llega a naufragar su matrimonio a destiempo y si Cascos hubiera llegado a la secretaría general del PP. Rubias, jóvenes, andaluzas y sin fronteras? pero una tuvo cara y la otra por ahí anda con su cruz.
Castro, viejito pero faltón, acompañado de su seguridad especial (esos mulatos que parecen porteros del Tropicana), habría sido el remate perfecto. Castro tiene un tirón popular que atrae hasta a quienes lo odian, hacerse una foto a su lado es como darle la mano a la momia de Lennin. Sin estar ha conseguido que a Bush le toquen las narices con la palabra ?bloqueo?; las cosas por su nombre, él es un tiranosaurio caribeño pero lo que le hacen los Estados Unidos a su pueblo no es normal.
No ha hecho falta que los asistentes posaran en traje de baño, la última prueba que le hacen a las misses, la del vestido de noche, la pasaron estupendamente. Toda la cumbre olía a colonia de macho y a puro. Las señoras tuvieron paseo aparte, ¡qué antiguo suena!, todo como en el mejor culebrón.

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El hombre más envidiado de España

septiembre 25th, 2005 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

Desde que apareció aquella foto en la que chapoteaba juegos eróticos agarrado a la cadena de un barco, en la grata compañía de Maria Eugenia Martínez de Irujo (MEMI), Gonzalo Miró se convirtió en el prototipo de español más envidiado. Mucha gente se preguntó desde cuándo no le cogían la cintura en alta mar con la fuerza de un pulpo y los cariños de un delfín, cuántos llevan años sin sentir el cariño en aguas profundas. No le ha hecho falta nacer en noble cuna, ni opositar a un rancio cuerpo del estado, ni salir en Operación Triunfo, ni estudiar con una beca en el extranjero. Así de simple: con dos narices y su palmito se convirtió en el hombre de moda. Me consta que la semana pasada en Nueva York se topó con un grupo de españolas que le acosaron con fotos y peticiones de autógrafo, le trataban como si fuera un torero de Ronda. Gonzalo Gigoló ha pasado del anonimato adolescente a tener que lidiar con las pasiones como si fuera Julio Iglesias en los tiempos de sol y tordas.
Tiene mérito porque no viste como Arturo Fernández, ni redecora su vida como el duque de Lugo. Gonzalo Miró ha asaltado la valla de la casa de los Alba, el Palacio de Liria, sin enfundarse un traje cruzado de raya diplomática sino en chanclas y no para pedir la mano (esa parte se la tiene muy vista). El amor por las marquesas en el siglo XXI no respeta normas ni protocolos, con toda naturalidad puede llevar la música de Sabina por los salones donde trasnochaba Goya. Su vida profesional es una incógnita con puntos suspensivos, va para Spielberg pero todavía está por demostrar si se dedicará al cine histórico o prefiere el video-clip, una técnica narrativa que consiste en desguazar la realidad en fotogramas trepidantes.
Su verano ha sido de escándalo, con más gozos que sombras, de cuchicheos y escapadas. Allá dónde había pasión ha estado, y luego dirán que ha subido la temperatura de las aguas del mediterráneo. A su manera es un tres en uno que viene a engrasar las viejas costumbres de la aristocracia española: pule, fija y da esplendor. Igual actualiza una puerta roñosa que el corazón de una dama. Dirá Gonzalo, como Quevedo que ?allá donde esté la mujer está mi trabajo?, y MEMI podrá aplicarse el verso de ?dichoso es cualquier casado/ que una vez quedó soltero?. Ponerle pasión al calendario es lo único juicioso que puede hacer uno si no quiere convertirse en un ficus.
A falta de grandes premios, el español más envidiado pasea bajo palio, es decir: rodeado de cincuenta cámaras en un homenaje descomunal al amor mezclado con la tecnología japonesa. Ellos dos viven su particular burbuja de placer mientras el mundo se desmorona que dirían en ?Casablanca?.

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Por la pata muere el español

septiembre 18th, 2005 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

Ya lo escribió Muñoz Seca hace setenta años y ahora lo representa Raúl Sender (actor formado en la Escuela de la Coña Marinera): el español muere por la pata (de jamón) y mata con la espada. Si alguna ventaja tuvo el aislacionismo y nuestra peculiar posición ante el mundo en los tiempos de la guerra fría, es que no venían a comerse nuestras delicias ibéricas. Los espías perdieron el tiempo con mensajes cifrados cuando en realidad tenían que haberse hecho con la fórmula de curar la carne de cerdo. Ahora es distinto y más peligroso para nuestros intereses: ?Embutidos Fermín? ha conseguido saltar la muralla china que rodea a las importaciones norteamericanas. Ha sido con un chorizo largo como una pértiga. Y los americanos, como no son tontos, en cuanto han olido el dulce aroma de la matanza, han echado los pies por alto. Pían con la boca abierta igual que gorriones hambrientos, quieren más y a cada bocado perfeccionan el paladar. El peligro es que tienen boca para devorar todos los cerdos que caben en nuestras dehesas.
Esta es una crónica de pies, patas, manos y cuernos, por lo tanto de algo netamente español, de nuestro Producto Interior más Bruto. La Venganza de don Mendo resume el sentir del español medio mucho mejor que los libros de don Marcelino Menéndez Pelayo. En el ripio a primera sangre está la esencia de los heterodoxos españoles; hemos superado aquello de que donde no llega la mano del español llega su espada. Ahora es donde llega el salchichón, el lomo, el chorizo. Don Mendo da muerte a sus enemigos con sable pero bien pudiera ser con un lomo endurecido, morir ?deslomado? es un honor. Antes viajábamos con la guitarra para hacer unas giras flamencas por los estates para alimentar el tópico con palmeros y flamenco, y ahora parecidas fundas pero de plata y hielo son las que van a llevar los jamones allende las fronteras. Un éxito para Fermín pero un peligro para los ibéricos, (nosotros). Una cosa es permitir que nos den un mordisquito en el bocadillo, como hacen los colegiales en el patio durante el recreo, y otra que se nos lleven la merienda.
Una simple división nos dice que no hay tanto cerdo para compartir con los norteamericanos. Sería para declarar España como zona devastada, igual que han hecho con Nueva Orleáns por culpa del Katrina, si nos quedáramos sin los derivados de la matanza. Una cosa es meter la pata y otra perderla. Don Mendo nos ampare, también los hermanos Quiñones, don Nuño Manso de Jarama, don Pero (duque de Toro), y el Marqués de Moncada?todos personajes de la comedia de astracán tal y como la definió su autor. Nos van a comer por la pata, peligro.

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Los romanos éramos buena gente

septiembre 11th, 2005 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

Confieso que soy un adicto a mercados y mercadillos, una ciudad se descubre antes en un puesto que en un museo. En los mercados, además de los productos del día, está el habla corriente: los giros de moda, los chascarrillos, la forma en la que se desenvuelve el gracejo, la economía cotidiana, las carreras de los niños, la joven que despacha fruta y compite en lozanía con las manzanas. Tantos portentos en tan poco espacio que por fuerza se condensa lo mejor de una sociedad, hay tiempo hasta para el ligue de puesto en puesto. En el mercado romano se da cita una buena parte de nuestra historia; si es verdad que la herencia está en el paladar tengamos por seguro que nuestro origen reciente viene de Roma.
Estos romanos no se lo montaban nada mal, eran unos hedonistas en falda corta y casco de cepillo, unos vividores de tomo y lomo, unos latinos con ganas de disfrutar del vino y los placeres. En los viejos libros de bachiller aparecían demasiado tiesos, copiados de algún friso en mal estado y parecía que nunca habían comido una buena pata de jabalí. Nuestros romanos de adolescencia eran unos tipos recién salidos del gimnasio, mirada insobornable y músculos torneados, (parecían iconos gays en permanente día del orgullo). Pero la realidad de aquellos latinos debió ser menos estirada y más placentera, también hubo romanos gorditos y romanas excelsas, tuvieron tiempo para hacer una cultura mediterránea de los sentidos. Es verdad que vivieron sin calefacción, sin cristales en sus casas, sin penicilina y ¡sin conocer el tabaco! que siglos más tarde traería Colón de América, pero bordaron la buena vida como nadie. Supieron recoger lo mejor de cada pueblo que conquistaban, sobre todo en cuestión de paladar. Pruebe usted a desguatar un pescado a la sal y cierre los ojos, tendrá dudas de si está en la Helmántica, en Gades o en Roma; dudará del siglo en el que se encuentra y tendrá la sensación de que el gusto traspasa siglos y fronteras.
Y si tomamos el paladar como medida de civilización llegaremos a la idea de que los romanos éramos buena gente, tanto que aún hoy seguimos siendo hijos del viejo Imperio aunque nos vistamos con ropa de bárbaros. En cuestiones del comer, (que son las importantes), hemos cambiado bastante poco, es más podemos estar seguros de que algunas aportaciones posteriores vinieron a hacernos la vida más infeliz. En los viejos mercados de Roma se daban cita mercaderes, buhoneros, matasanos, bailarinas, prebostes, patricios y plebeyos? más unas cuantas gallinas porque la patria de las gallinas siempre andar sueltas entre la muchedumbre. Larga vida al César y buen provecho para los salmantinos.

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Casualmente todas las víctimas son negros o pobres

septiembre 4th, 2005 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

PARA interpretar la realidad de los Estados Unidos serían más útiles los consejos de un brujo sioux que los de un economista de Wall Street. Las palabras del acalde de Nueva Orleáns en las que pedía “que alguien mueva su culo, ya sea gobernador o presidente, y venga hasta aquí”, son para incluirlas como enmiendas de la Constitución del país que pasa por ser cuna de la libertad y potencia del orbe. Esto último ya no es cierto, en Estados Unidos no funciona la sanidad, está en quiebra la seguridad social, la libertad es un chiste y la igualdad ya vemos en qué charco se ahoga.
¿Es casualidad que todas las víctimas que salen por televisión sean negros, pobres o hispanos? ¿Qué diríamos de un país europeo que no tuviera una buena red de transporte público? ¿A quién le importaba que los diques de contención del agua llevaran años sin revisar porque el dinero se va a renovar cañones y uniformes? En Estados Unidos la cuestión pública, la calle, se ha abandonado a merced de pobres y transeúntes. Ignoran lo que en Europa le dedicamos tanto tiempo de nuestro debate y que viene arrastrando desde el siglo XIX: la construcción de un espacio público común. Ellos, en cambio, optaron por el individualismo y así les luce el pelo. Ya quisieran tener un tren de alta velocidad de última generación como en Japón, o en Europa, o unos aeropuertos como los que manejamos por aquí. En la ciudad de Miami los bomberos dependen de cada barrio, y así los más ricos tienen unos medios espectaculares y los desfavorecidos poco menos que se manejan con cubas de antes de la II Guerra Mundial.

Al traje del tío Sam le salen brillos y se le han descosido los bajos. Y a todo esto la imagen de Bush sobrevolando la zona en el Air Force One, recuerda el final de El Planeta de los Simios, cuando Charlton Heston se pasma ante la Estatua de la Liberad hundida. Bush en su avión era un mono pasmado.

Dos meteorólogos de cierto prestigio, Philip Klotzbach y William Gray, dicen que existe un 43 por ciento de posibilidades de que llegue otro huracán mayor que Katrina en septiembre, y para entonces no habrán terminado de recoger cadáveres, sería como echar sal en una herida abierta. Mientras tanto la única orden práctica que se ha dado es que el Ejército tire a matar si fuera necesario, (en algunos casos llegarán tarde porque ya estarán muertos). La paradoja liberal aflora de una manera hedionda, ya no es un pobre submarino ruso, ni un ciclón en Asia, ni siquiera inundaciones en África. Ver a la primera potencia de rodillas nos lleva a preguntarnos si tan poderoso es Estados Unidos, o tan caóticos sus gobernantes. Los supervivientes serán unos descreídos y la mayor base crítica de Bush? una semana después incapaz de poner sus pies (o su culo) en Nueva Orleáns.

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El polo, deporte de interés general

agosto 28th, 2005 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

HE tenido la suerte de visitar una reserva de pijos en libertad, se llama Sotogrande, está en Cádiz, muy cerca de Gibraltar. A los habitantes de tan privilegiado enclave les llaman sotoborjas y se entiende que es gente muy principal y de alta alcurnia, modales exquisitos, costumbres refinadas. Para divertirse en las tardes de verano se dan a la práctica de un juego exclusivo, de origen inglés: el polo. Uno puede jugar al polo siempre que su expediente de pureza de sangre esté a la altura de la de su caballo, en caso contrario abstenerse. Lo habitual en las tardes de agosto, en España, es jugar al dominó, al mus, o darse cabezazos en el sofá ante la enésima repetición de “Verano Azul”. En Sotoborja todo es diferente: hasta los caballos sudan chanel.
Visto con ojos de neófito el polo es un aburrimiento caro, baste decir que es el juego favorito del príncipe Carlos de Inglaterra para dar una idea de lo soporífero que debe ser. Ahora bien, sin duda alguna que es un deporte muy completo, en el caso de que uno sea caballo, en caso de ser persona lo más reconfortante es el martini que se atizan cuando terminan de jugar. Pudiera parecer que los ricos son gente ociosa que pierde el tiempo en practicar deportes absurdos, y efectivamente así es. Cuando uno alcanza la categoría de semoviente, de persona a la que no le cuesta llegar a fin de mes y puede tener un par de caballos para jugar al polo, es una persona bien rica. En todo caso los ricos la buena acción del día la tienen con el mozo que les limpia la cuadra y les ensilla la cabalgadura.

Al contemplar un partido de polo en un campo verde del edén, me siento como un astronauta que pisa suelo de un planeta lejano. Jamás llegué a pensar que haría tal cosa, es cierto. Por las camisas blancas de algodón y el bosque que rodea al campo podría parecer que estamos en la India colonial, y en cualquier momento aparecerá el maharajá de Jaipur a lomos de su elefante de toda confianza.

De manera incomprensible se le pasó a Cascos catalogar el polo como deporte de interés general. En el fútbol se ve otro tipo de gente, más hosca, más agresiva, en cambio conseguir un país en el que todo el mundo juegue al polo es tirar por elevación de una sociedad. Para eso nos hacen falta más caballos y más ricos, lo primero es cuestión de un plan de fecundidad equina, lo segundo está en marcha. La ONG de Especuladores y Amigos del Pelotazo no deja de crecer cada día, (a costa de usted, quede claro). Bien pensado cuando el mozo le ofrece la mano para subir al caballo es el momento del clímax del rico: sabe que el gesto le legitima. A partir de ese momento a galopar sobre la miseria detrás de una pelotita.

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