Las lorzas locas

agosto 23rd, 2007 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

Monsieur le president ha pasado unas vacaciones en Estados Unidos de escándalo, ?living la vida loca?: yates, lujo, y poderío. Todo por la cara porque para eso uno tiene amigos con tronío.
Sarkozy se ha encargado de hacernos llegar que se trata de un presidente que hace footing, por lo tanto en forma. No llega a la altura de campeón de Europa de culturismo, como Aznar ?el joven?, o como Putin que es un clon de los Village People, (torso desnudo y pantalón de cuero, como para compartir carroza con Jorge Javier Vázquez en el Día del Orgullo).
Gracias a París-Match hemos descubierto que el cuerpo de ?Sarko? tiene trampa, en la revista francesa le han suprimido una de las lorzas cuando remaba en piragua, (embarcación de tono menor, a Sisí Emperatriz jamás se le hubiera ocurrido subirse en semejante artefacto náutico que tan poco favorece a la silueta). Sin ánimo de molestar, la lorza presidencial tenía el tamaño de una cinta de lomo. Lo cuál no quiere decir que monsieur le president sea un pieza completo, ni que el horno de la constitución europea no esté para bollos. Que no; que me refiero a que Sarkozy tiene unos michelines como los que lucían las coristas de los sesenta que actuaban bajo el nombre de ?Las alegres chicas de Colsada?, (hoy respetables abuelas de familia algo metiditas en carnes).
Una manita de foto-shop y el president podría desfilar en el Crazy-Horse. La diferencia entre un despacho en el Elíseo y un despelote en Montmatre, es una foto amable y una lorza que se olvida.

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Gallardón se presenta

agosto 21st, 2007 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

Hay verdades que no las soterra ni Dulcinea, (aquella excavadora de nombre quijotesco que perforó la M-30). Hay ideas que están más fijas que las piedras del Coliseo de Roma. Y, hay personas más tenaces que un batallón de termitas con casco. Gallardón es el ejemplo de político con el timón más atornillado que se conozca: su ambición marcó un rumbo y de ahí no se apea ni medio grado a estribor. Ese empecinamiento le ha hecho muy ?popular? entre aquellos que no le votan y algo cuestionado por los suyos, desde la militancia a la cúpula regional del partido. Una cosa es ir de verso suelto y otra tocar las narices cada poco en cuánto.

A la Agencia EFE le ha vuelto a repetir que quiere ser diputado para ayudar a Rajoy. No hace falta tener un master en ideologías liberales para darse cuenta de que el alcalde de Madrid quiere situarse a la altura de Rajoy por si el candidato popular se despeña en las generales. Y, ya de paso, estar a la altura de Rato, Aguirre o cualquier otro que busque el liderazgo de la derecha española. Incluido algún presidente de empresa privatizada con deseos de entrar en política cargado de luces, (y de apagones).

En el PP están un tanto cansados del vedetismo del alcalde de Madrid y algunos piden un Congreso en el que vuelva a quedar claro su peso en el partido. Pero aunque lo volviera a perder, como ya ocurrió con la operación Cobo, Gallardón volvería al día siguiente a mostrar su firme disposición a apoyar a Rajoy. Es aquello de que nunca dejes que la realidad te estropee una buena noticia, o antes muerta que tristoncilla.
Nada haría pensar que es una ambición ilegítima, (en política todas lo son), salvo el detalle de que cuando habla de los ?grandes alcaldes de Madrid?, olvida a Álvarez del Manzano, y elogia a Tierno y a Barranco).
Si la operación Gallardón fuera un proyecto de la NASA podríamos decir que el cohete tiene algo raro antes de despegar.

Como estamos en agosto y tampoco es un mes de grandes debates políticos, podríamos pensar que Gallardón busca un cisma en su partido y una ruptura en toda regla, al menos crear una grieta por la que se vean las contradicciones. Y él quedar como un santo varón que dio lo mejor que tuvo pero fue aplastado por el poder de Aguirre. Ese victimismo le daría mucho atractivo entre aquellos que no le votarían nunca, pero cosas más extrañas hemos visto alrededor de este alcalde que cambió la vara por el ego y la prudencia por la opulencia, (por sus obras los conoceréis).

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La gira de Sarkozy

agosto 20th, 2007 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

La residencia de verano de los Bush tiene muchos motivos para ser evitada, sobre todo cuando uno viene de París y no tiene intención de comer mal. Por eso Cecilia se quitó de en medio con una excusa parda, lo importante era preservar el buen gusto y daba igual lo que dijera la prensa estadounidense. La Casa de los Bush debe oler a mantequilla de cacahuete a dos días de caballo, por lo tanto es una tragedia para el estómago. Al titular, (es decir al presidente de la República francesa), no le quedaron más narices que asistir encomendándose a San Bicarbonato que todo lo cura y decir que su santa estaba perjudicada por el aire acondicionado de los comercios.
Lo mejor fue la intervención en el jardín, Sarko con las manos en los bolsillos del pantalón vaquero y haciendo unas risas, parecía que pensaba: «tú serás el presidente de Estados Unidos pero yo soy Sarkozy, cuidadito chaval que me visto en el sastre de Napoleón». Y Bush reía porque los efectos secundarios de la mantequilla de cacahuete son espantosos.

Los hay que este verano siguen a José Tomás de plaza en plaza, sin desmerecer la obra del diestro de Galapagar que en Málaga estuvo «cumbre», me apunto a seguir la gira de Sarko. Incluso aventuro que al salir del rancho de los Bush llamó al cocinero de El Elíseo para decirle: «François, anda hazme la cena que estos tíos no tienen ni idea». Una gira que nos llevaría a un pedazo de barco y a un cortijo en condiciones y sin reparos, así como hay otros que negarían en la hoguera haber estado en el barco del Pocero, a Sarko le parece estupendo pasar las vacaciones de la mejor manera posible. Eso de tener amigos ricos, lejos de ser una indecencia es una comodidad porque son los que pagan los gastos, y a un rico norteamericano no hay cosa que le ponga más que ser amigo de un francés con posibles.

Sarko se levanta a la hora en la que la familia Bush aún duerme, él con el gorrito de Mickey y ella con el salto de cama de Wilma Picapiedra. Y después da unas carreritas por el bosque para ver el estado físico de la seguridad que le acompaña. No está tan sansón como Aznar que podría darle clases de abdominales al novio de Ana Obregón, pero para llevar pocos meses en la presidencia está hecho un jabato.

De esa forma volverá a París feliz y relajado. No me hagan mucho caso pero creo que en el bolsillo llevaba un cenicero robado a los Bush. Desde aquel ataque de risa de Yeltsin junto a Clinton, (provocado por otra comida lamentable), no se había vuelto a ver a nadie tan feliz en sede oficial.

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El contumaz topillo

agosto 16th, 2007 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

A falta de canción del verano, (gracias a Dios), tenemos el baile del topillo. El vídeo lo han grabado en Villalar de los Comuneros, en Valladolid, y en él se puede ver al alcalde y resto de la corporación municipal zapateando el suelo con furia.
Como suele ocurrir con los grandes inventos, el baile del topillo es producto de la casualidad. Se habían gastado una pasta en un tractor, el arado sacatopillos, pero el invento resultó inútil. El topillo se escapaba igual que el Correcaminos huye del Coyote. Entonces el alcalde decidió perseguir a los que se fugaban a campo abierto, lo mismo que haría un seminarista con un ratón rebelde entre los muebles de la sacristía.

Cuando un problema no se puede atajar en condiciones lo más recomendable es darle unas cuantas patadas. ¿Qué es lo primero que hace todo el mundo cuando se le para el coche y antes de llamar a la grúa? Pues darle una patada a la rueda y que se joda.

Igual el baile del topillo le ha dado una idea a la ministra de Fomento: que no funcionan los trenes de cercanías… ¡a patadas con las vías del tren!, y ya puestos, a patadas con las centrales eléctricas hasta que vuelva la luz.

No es por malmeter, pero en las caras de los cientos de pasajeros que esperan el tren en Sants es fácil adivinar que son militantes y simpatizantes del Partido Popular, desplazados ex profeso para jorobar el verano de la ministra.

Tómese por topillos contumaces a los que protestan y a los que osan poner en duda el sistema de bienestar, porque no se lo merecen después de todo el esfuerzo invertido. Podría la señora ministra aparecer en El Prat y demostrar a los incívicos viajeros que aguardan cola lo que les ocurre a los topillos que estorban: podría ser una escena bíblica, como aquella otra expulsión de los mercaderes del templo.

Cuando uno pone los medios -es decir la máquina sacatopillos- pone también la voluntad, el trabajo y la firmeza, pero no consigue los resultados esperados, se acaba la crisis de las infraestructuras con el baile del topillo.

Por otra parte, es la mejor forma de soltar la adrenalina acumulada durante una tensa comparecencia parlamentaria. Un zapateado a tiempo libera estrés y mejora los niveles de colesterol en sangre.

El alcalde de Villalar de los Comuneros podría decir lo mismo que la señora Alvarez: «si fueran buenos topillos, no se dedicarían a ser tan catastrofistas». Los buenos topillos se dejan cazar por la apisonadora y no montan semejante lío en mitad de agosto. Todo, desde las vías del AVE hasta la paciencia ministerial, tiene un límite.

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El enviado

agosto 13th, 2007 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

A Cristo mal pintado, mucha sangre (con ese lema, algunos pintores andaluces del XIX perpetraron cuadros con escenas dantescas; el rojo disimulaba lo burdo del trazo. Ellos se creían Murillo pero las musas les tenían por pegabrochazos). De igual forma, a grandes males… que se coja la maleta un secretario de Estado y se vaya a Barcelona. A Víctor Morlán, el enviado, le ha caído el marrón completo de apagones y retrasos ferroviarios. La situación estaba tan tensa que en Moncloa movieron la tierra en Ciudad Real para distraer el epicentro de la noticia. Todo depende de la labor del enviado, que se sitúa entre el milagro y los cuidados paliativos; en caso de ir mal su mediación, no se descarta que tengamos nuevas réplicas del temblor. Además, un meneíllo sísmico de consecuencias livianas le pone al personal la cara de cuando han bajado de la montaña rusa: ¡qué divertido es un sustito! Morlán tiene la obligación de acabar con el problema antes de que la mecha ardiendo llegue hasta la ministra de Fomento, cuya ausencia huele a chamusquina. De entrada, le ha reventado las vacaciones al Gobierno de Montilla, que ya era hora, aunque la tardanza en la incorporación haya que achacarla también a los retrasos habituales. Si los barceloneses no consiguen enlazar con sus trenes, tampoco su Gobierno logra llegar a tiempo al despacho. Es lo que se llama democratizar la catástrofe. Hasta es posible que en Port Aventura incluyan a la estación de Sants como parte de un nuevo parque temático del apagón y allá te las compongas. Con una versión cinematográfica humorística: Te montas como puedas, y otra más elaborada: Una verdad incómoda. El enviado tiene que convencer a las autoridades locales de que no es bueno un Gobierno unplugged; un concierto acústico tiene sentido cuando uno llega a categoría de estrella del rock pero no cuando tiene que dar explicaciones a los ciudadanos de por qué no funcionan las comunicaciones más elementales. Para dar mayor credibilidad a la misión del enviado le han retirado la red, es decir la tarjeta de embarque, y ahí te quedas hasta que funcione todo. Ya sólo queda que su foto y número de móvil se pasee en las avionetas que barren las playas a baja cota, para mayor escarnio. Más nos vale que acierte; en caso contrario pueden ir asegurando la lámpara del comedor, porque el temblor volverá y con mayor fuerza. Aquí nada se escapa del juego político, ni las entrañas de la tierra. Morlán suda como en las películas: no sabe si cortar el cable rojo o el azul. Contengamos la respiración.

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El meneíllo

agosto 12th, 2007 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

El temblor del domingo fue de poca cosa, apenas un 5,1 (una nota que no le hubiera bastado en Selectividad para elegir carrera), pero demostró varias cosas: que no sólo en Cataluña tienen el monopolio de las emociones fuertes, que también en el resto de España tenemos emociones y que no sólo se desploma la Bolsa sino también el magma de la tierra.

A lo primero, es decir a los apagones de Barcelona, no les debemos tener ninguna envidia porque significa que cuando no se cultivan las obras públicas llegan las catástrofes colectivas. Por ejemplo el lío de la estación de Sants aplicado a las cercanías de Atocha? hubiera ardido Troya y su provincia. No es de recibo lo que padecen los catalanes con natural resignación de que ya se arreglarán las cosas. A la administración le corresponde ocuparse del mantenimiento y posterior cuidado de las instalaciones que ofrecen servicios a su comunidad.

Lo segundo, las emociones fuertes no son patrimonio exclusivo de los catalanes. En Ciudad Real tuvimos el epicentro de un meneíllo sísmico que se notó en toda España. Poca cosa, apenas un temblor o calambre de los que se pueden contar antes las cámaras del Telediario y que sirvió para demostrar que nos levantamos muy tarde, que tenemos lámparas de salón muy grandes y que enseguida que ocurre algo la primera en llamar es la cuñada, que ya a su vez llamó al 112 pero tenían la centralita bloqueda de cuñadas necesitadas de una explicación. Pero todo tiene un tope, hasta el número de cuñadas que puede admitir una centralita después de un temblor.

Y, por último, la cuestión de la Bolsa parece que nos tiene al pairo. Y debe ser verdad, porque si los ricos no se vuelven de Mallorca tampoco nos vamos a desesperar nosotros. Cuando la Bolsa se quema, algo suyo se quema, señor conde. Cuando ustedes vean arder el primer yate, échense a temblar, pero mientras tanto podemos soportar el tirón de la Bolsa sin que se nos ricen los pelos de los brazos.

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El mohicano

agosto 8th, 2007 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

Alguien escribió, (en un alarde de imaginación creativa) que Puras era el último mohicano de los socialistas, a lo que otro le respondió: ?joder, ¡pues sí que dura el último mohicano!?, no faltándole razón. Hay últimos estertores que duran más que un traje de pana.
Así que Sanz, presidente de rebote, cuenta que hará un programa con ?guiños? a los socialistas. Es decir, al mohicano. Es decir, al que Zapatero le ha cortado la cabellera para incluirla en una hornacina en el panteón de mohicanos ilustres, junto a Rodríguez Ibarra, Sebastián, Simancas, López Aguilar y otros. En Moncloa pueden hacer un Cine de Barrio porque ya tienen suficientes cadáveres como para que una proyección resulte entrañable. Se contrata al pianista y a Carmen Sevilla y se ponen unos canapés de atrezzo y queda un producto sentimental y gastronómicamente insuperable.
Depuración viene de Puras, y hasta si me a-puran podemos hacer cuarenta juegos de palabras más, pero a él no le harán ninguna gracia porque cuando eres el último mohicano echas en falta a otros indios con los que platicar, (como se dice en el diccionario de Los Panchos). A Zapatero le ha dado por urbanizar la reserva para que no le canten esas canciones tan plastas que le recuerdan el disco de grandes éxitos de Labordeta.
Dicen en Ferraz que lo de Navarra es un éxito, ya es curioso. No debe ser muy sano acostumbrarse a perder. Es como en el chiste de aquel argentino que regresa de un coma de treinta años y le cuentan lo de las Malvinas. ?¿Cómo quedamos??, pregunta el porteño. ?Soberbio?, le responde el médico: ?¡fuimos segundos!?. Pues eso.

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Odios gananciales

agosto 7th, 2007 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

El amor está estupendo mientras dura, es pasión intensa que inspira a poetas y boleros. Gracias al amor funcionan las floristerías y las mesas para dos en los restaurantes, pero hay algo más profundo y duradero que la pasión: el odio. Que se lo digan a esa madrileña que ha esperado ?apenas? quince años para que el Tribunal Supremo considere que la indemnización de su marido era un bien ganancial. El montante son 13.703 euros, pero es lo de menos, da la impresión de que estaba dispuesta a pleitear hasta por una pegatina. Por otra parte nada hay que objetar cuando uno pelea por lo que considera es suyo, (de uno, o de una).

Así que su ex pareja, de la que se separó al poco de cobrar esa indemnización, deberá ponerse al corriente de pago y soltar la gallina, (expresión popular de aflojar el parné, más popular aún), y aportar la mitad de un dinero que es fácil se haya pulido con el paso de los años. Y no tanto porque fuera un manirroto sino porque entre el IPC, la hipoteca y un par de vicios más? a uno no le da la vida para mucho. Es lo que tiene la sociedad de consumo: que consumes o te consume.

El odio es un material resistente que soporta el paso del tiempo y no se oxida. Utilizando el odio como elemento base se construyeron barcos de guerra que dieron la vuelta al mundo a cañonazo limpio. Hasta dicen que el morro de los cohetes, su parte más dura, está hecho de odio y níquel. Va a ser cierto porque de mala leche están llenas las páginas de los libros sagrados.
De los buenos se cuenta menos, ocupan un discreto espacio tipográfico.

Quince años después de roto aquel matrimonio, del que no tenemos mayores noticias (tampoco son relevantes para el caso), el odio les ha vuelto a unir. ¡Qué bonita experiencia! Es como si él le preguntara mentalmente, cada noche de sus vidas en las que han permanecido en camas separadas: ¿te acuerdas de mi, vida mía? Y ella le respondiera entre dientes: ?tu cara no se me olvida, cabronazo?.
Lo demás tiene su apaño, hasta los marcos de plata con la foto de la boda tienen una segunda utilidad. En cambio, el odio, cuidado con él porque es más fuerte que un huracán, cabe en un bolsillo y no deja marca.

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Manual de veraneo

agosto 6th, 2007 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

Hasta que se pone el sol en Doñana pasa mucho día, por lo tanto a Zapatero le da tiempo a sentirse como Felipe II mientras piensa en la extensión mundial de sus ideas y la anexión pacífica con Portugal que vaticina Saramago. Rajoy dice que su hijo le gana con la videoconsola, así que Zapatero tiene que buscarse otra actividad menos previsible. Si el jefe de la oposición disfruta escogorciando marcianitos, el presidente está obligado a ofrecer un aspecto más intelectual.
No extrañaría que Zapatero leyera con entusiasmo el libro de moda en el Reino Unido, traducido aquí como El libro peligroso de los chicos, un manual para la supervivencia veraniega con ideas de toda la vida y sin necesidad de buscar pilas triple A. En el libro de Hal Iggulden se dan consejos para ser feliz un verano: cómo construir una casa en un árbol, cómo hacer un arco y unas flechas. Pero lo que más le debería interesar al presidente son las instrucciones para fabricar una catapulta partiendo de unos elementales planos. Con un buen madero y una cuerda tensa uno puede colarse allá dónde quiera sin necesidad de llamar a la puerta. La catapulta también elimina a esos incómodos compañeros de partido a los que les da por pensar y pactar, por su cuenta. Se le manda a Blanco que corte la cuerda, uno mira para otro lado (por ejemplo a Parla), y allá que se va a hacer puñetas el acuerdo de gobernabilidad en Navarra. Una buena catapulta en política hace más que una guillotina en una revolución porque te apaña los malos resultados y desplaza los problemas cientos de metros. De ahí la importancia del bricolaje de la gobernabilidad que se incluye bajo el noble aspecto de un manual para adolescentes inquietos. Zapatero nunca ha abandonado esa condición de zangolotino alumno de unos reverendos padres de León.

Además, aquel que no se desespere al hacer los cinco nudos básicos de los marineros, o el que no aprenda a construir una brújula con un imán, vaya porquería de vacaciones que ha pasado. Así que Zapatero junto a Sonsoles y las niñas tiene la oportunidad de vivir un verano tradicional, español, creativo y memorable. ¡Menudas tardes hemos pasado con un tirachinas de aquellos que te saltaba la goma en el ojo! Desde que se inventaron los videojuegos, las lagartijas caminan más tranquilas.

Luego dirá que ha leído novela histórica alemana del XIX, pero desde el sábado que fue su cumpleaños, todo es alborozo y alegría experimental entorno a este libro. Se siente el Leonardo de las marismas. Y todo con estas manitas y con mis abalorios.

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El pack Gallardón

agosto 3rd, 2007 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

Lo que tiene hacer de padre es una actividad muy completa en la que se ponen en marcha todos los músculos del cuerpo y, también, algunos de las entendederas. El método Pilates lo debió inventar un padre en fin de semana al que no le quedaban más castañas pilongas. Se trata de un oficio creador y agotador, retante y reptante, curioso y furioso. De ahí que los padres y madres se inventen todo tipo de juegos para que sus niños se oreen y no den la paliza con interminables preguntas, (porque los hijos son del género intenso. Se dice que Dios inventó el mundo cuando no podía soportar más en casa y se fue a la calle a trabajar).

Estamos en tiempos de cubito y pala, de agacharse en la arena de la playa y colaborar en la creación de un castillo con almenas, foso y empalizada. Los niños se hoy no se conforman, ni de coña, con un castillo cutre. No les gustan las ruinas románticas en arena sino el lujo del hiperrealismo. Los niños quieren ser Antonio López, ya pasó la generación de los picasianos.

Ahí es dónde aparece la figura paterna/materna que es fundamental. Me refiero a cuando el niño reclama ayuda técnica, (ya de pequeño entienden que la familia es una cuestión de reparto del trabajo y que como no te autoproclames capataz? te dejan de obrero para toda la vida). En la arena de las costas españolas he visto al batallón de progenitores dejándose el espaldar en la batalla, algunos con problemas cervicales y todos con quemaduras en la espalda de tanto hacer el escarabajo pelotero.

Para aliviar tensiones se ha creado un juego con muy buenos resultados, se trata del pack Gallardón: pico, pala, unos planos y a construir la M-30. Cuántos más túneles, mejor. Cuánto más se excave mayores diversiones. Y así hasta tener la costa hecha un queso. Por ejemplo, un niño en Ibiza puede jugar a la unión de esa isla con la de Mallorca.
Tienen que ser obras magnas de las que no se las lleve el mar como las lágrimas de Peret que cayeron en la arena. Cuántos más by pass, salidas de humo y señales, mejor.

El pack Gallardón de playa se vende con unos ecologistas que reclaman con sus pancartas y con una carta de Tita Thyssen preocupada por los árboles que se vayan a talar.
Es un juego muy entretenido y dura todas las vacaciones. De venta en su tienda de los horrores habitual.

Nota.- El informe de Bruselas con la declaración de impacto medioambiental y las pilas para que haga ruido la tuneladora, no se incluyen.

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