Después de todo
febrero 13th, 2009 - General - 5 ComentariosDespués de todo no te marches dejando las colillas porque siempre me pasa lo mismo.
Después de todo nunca me gustó que no fueras capaz de dejar de fumar,
ni que no dejaras de mirar de esa manera.
Después de todo me faltaron cuatro frases
para acabar este diálogo que se quedó a medias
pero con el sabor del arroz con leche y un espera.
Te dije que ibas demasiado deprisa
después de todo no caí en la cuenta
de que eras una piloto de Fórmula 1
metida a cazadora de vientos y que te peinabas
con las dudas unos tirabuzones interminables.
Después de todo te olvidaste de llevar estas palabras
pero en los bolsillos de tu abrigo había nubes de prisa,
volaste, volaste y yo me quedé aquí.
Me quedan el humor, también estas palabras.
No estuvo mal, es cierto.
Después de todo el adiós se consumió en el cenicero,
pedí la cuenta, pagué, y coloqué tu silla
como si nunca nadie se hubiera sentado allí.
Dicen que andas por los bares como un suspiro
porque, después de todo, te olvidaste de recoger el humo,
y de darme las gracias. Es igual, cerré tu cuenta,
volví sobre mis pasos y las huellas me reconocieron
como si fuera un tránsito conocido hacia el futuro.
La propina de tu adiós me la quedé yo.
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