Las cifras del paro

febrero 3rd, 2009 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

A alguien le tenía que tocar el papelón y Maravillas Rojo fue la que sacó la pajita más corta del sombrero de De la Vega, entonces supo que le correspondía la misión más difícil del Gobierno: decir que Dios no existe y que no hay salvación de las almas. A partir de ahí las vocaciones huirían dejando revuelo de sotanas en el patio del convento. Quizá por eso Zapatero había insistido en que la economía es un estado de ánimo porque sin fe no se pueden aprobar las cuentas.
Está más lejos Venus que el pleno empleo y eso que hace apenas un año nos prometían una tierra de fertilidad ilimitada pero, una vez más, nos toca remontar un resultado adverso, nos pasó ante Malta cuando Señor hizo que se le rompiera la garganta a José Ángel de la Casa y nos puede pasar cuando Miguel Sebastián entre en La Bolsa a expulsar a los mercaderes. Nacionalizaciones, sí gracias, piensan en ciertos departamentos gubernamentales que están hasta el pirri de que los banqueros tomen te en Moncloa pero nunca den las gracias por las pastas.
El paro es una inmensidad cuando se está dentro y un ruido de fondo cuando no se conoce, pero cada día hay más gente que pregunta en qué número de la calle está la oficina del INEM. Zapatero ganó las elecciones con la promesa de que el tiempo no iba a cambiarle pero el tiempo le azota en la conciencia de los parados. Eso sí que es una losa y no una “maravilla” en versión portavoz de los sepultureros.

Compartir:


El temporal que no cesa

febrero 2nd, 2009 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

Karabella, amada esposa del jefe galo Abraracúrcix, nunca terminó de aceptar del todo por qué su marido temía que el cielo cayera sobre nuestras cabezas. Hoy lo entendería perfectamente. Bien sea por fallos de las previsiones, o por los idus de marzo que vienen adelantados, el caso es que nos hemos vuelto tan desconfiados como el jefe de Astérix, nos da pavor mirar al cielo. Y así no hay forma de moverse por la región; ni terminamos de quitarle las cadenas al coche, ni la ministra deja de comparecer en el parlamento para explicar las consecuencias de las nevadas.
Sodoma cayó bajo el fuego y el azufre mientras que Madrid podría quedar sepultada por los hielos, (sin exagerar). En aquel episodio de Sodoma Abraham puso en práctica el regateo por primera vez en la historia puesto que Yahvé le pidió que encontrara a cincuenta justos pero al final le convenció que fueran diez, a pesar de todo Sodoma desapareció. No digo que nos vaya a pasar lo mismo pero este “pánico-cananeo” al parte meteorológico no lo habíamos tenido nunca. Nos podemos preguntar cómo se las apañan en Alemania, o en Polonia, donde nieva habitualmente. Nos podríamos preguntar por qué la nieve nos da pánico y a los aviones les provoca retrasos incontenibles. Ortega no contempló, (pero debería haberlo hecho), la nevada como parte de esta España invertebrada que echa el cierre cuando llegan los hielos al centro.
Los árboles están cansados de aguantar nieve en sus ramas y vamos a acabar con la producción de las salinas de Cádiz en apenas un mes. Lo peor es el estado de desconcierto que nos deja aislados del continente como les pasaba a los británicos cuando se cortaba el tráfico marítimo hasta que inventaron un túnel que es el mayor subterráneo del mundo.
También pudiera ser que Magdalena Álvarez tuviera tendencia a llamar al mal tiempo; en ese caso cuando acabe en el Ministerio tiene un futuro en las procesiones en las que se pide lluvia. Para cuando la señora ministra deje el Ministerio solicito que no le pinten un cuadro sino que le hagan una estatua; de hielo, para colocarla en el vestíbulo de la T4.

Compartir:


Una de piratas

enero 29th, 2009 - General - 23 Comentarios

Pon la canción de Serrat: “todos los piratas tienen…”

iphone-004.JPG

Y llegarás a la idea de que uno se hace pirata cuando le han roto el corazón, si eso no ha ocurrido te quedas en guardia o en marino mercante.

Todos los piratas tienen en común que miran mal, beben mucho, hablan poco, se pelean, caminan con cierta cojera, tienen tendencia a llevar un loro sobre el hombro, se llevan mal con los tiburones y comen cualquier cosa en la cubierta del barco. Y, siempre, siempre, están dispuestos a entrar en combate.

iphone-003.JPG

Pero son libres aunque acaben en el fondo del mar porque no tienen teléfono móvil, ni hipoteca, ni tienen que hacer la cama o lavarse los dientes. Por eso duran poco y mueren en extrañas circunstancias. Por eso les tenemos cierta admiración y, si pudiéramos, nos daríamos una vuelta por esos garitos donde beben ron a morro, quizá para jugar a las cartas y verles sonreir con esa boca a la que le faltan casi todos los dientes.

La culpa la tiene el mar que vuelve tarumba a quienes lo trabajan. Del mar sólo puedes salir sirena o pirata.

Compartir:


El automóvil aparcado

enero 29th, 2009 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

La industria entendió que nos iba a hacer falta de todo a todos, pero no un coche por familia sino un coche por persona, pero no un móvil por persona sino un móvil para cada oreja, pero no una casa sino dos cuando no tres. La industria se puso a producir y nos llenó la vida de trastos de tal manera que la crisis deja un cementerio de coches sin usar, algo insólito porque lo habitual era ver cementerios de coches desguazados.
Los robots que fabrican vehículos tienen un hastío de tuerca floja, se encuentran entre la penuria y la desgana. En grandes campos de batalla se alinean los autos que nunca se llegarán a entregar, unos coches que serán viejos antes de que nadie se suba a ellos. La industria no calculó que llegaríamos a saturarnos de coches o que la crisis impediría acceder a los créditos para poder comprarlos. La industria nos cebó como a patos y vamos a estallar por la parte del foie en una muerte dulce repleta de objetos. Es posible que la crisis nos entierre tan ricos como los faraones que se rodeaban de todo tipo de tesoros; nosotros nos podemos hacer enterrar con las acciones que no sirven, con los móviles, con los pagarés y con el volante del coche. Es el consumo que nos consume.
Lo del automóvil tiene un final fatal, quizá los pongan en las casas nido por si alguien quiere adoptar un Clío 5 puertas. Otra solución es darle la vuelta a las tradiciones, ya hay mucha gente que sienta en su mesa a un banquero porque el gesto es igual que dar de comer a un pobre. El IPC no se mueve pero sus tripas lo agradecen.

Compartir:


Un actor en La Gran Vía

enero 28th, 2009 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

Tom Cruise es un actor para los planos cortos porque enseguida se acaba, es un personaje de Hollywood a escala, nada que ver con John Wayne, aquel hombre que era más grande que su caballo. Cruise ha venido a Madrid a inaugurar en La Gran Vía, y entre que los cines ya no son lo que eran y lo pequeño que es, a punto estuvieron de ponerle una multa por aparcar en doble fila. Esta ciudad es tan grande que se come a sus mitos como si fueran una oferta más del 2×1 del Burguer.
Cruise ha hecho una película basada en la que él es el bueno y Hitler el malo, un argumento bastante corriente, lo que hay que tener narices es para hacer de Hitler en ?El Hundimiento?. Pero ahora los actores no quieren hacer ?Taxi Driver? porque no todo el mundo quiere engordar veinte kilos como Robert de Niro.
Cruise pasaría bajo el balcón de la casa de Concha Piquer, que era un recodo de primera planta en Callao y que ahora supongo que será una oficina en crisis o un centro de atención sicológica. Hace años que La Gran Vía renunció al cine y se pasó a las tiendas de ropa y a grandes superficies, un sacrilegio como si Hollywood se hubiera transformado en un balneario para veteranos de Vietnam, pero las calles también tiene vida propia. Si Alfonso fotografiara La Gran Vía se iba a encontrar con una estampa muy diferente, sin paveras y organilleros.
Así que Tom Cruise estuvo en Madrid, se inauguró a sí mismo y luego el camión del Ayuntamiento que riega borró sus pasos.

Compartir:


El inframundo

enero 27th, 2009 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

Nunca pensé que las orillas de los cinco ríos del averno que surcan el Inframundo estuvieran tan lejanas unas de otras, casi con una separación en la que cabe un mundo intermedio que amenaza a los vivos. La distancia entre el río Aqueronte, Cocito, Flegetonte, Lete y Estigia están pobladas de caníbales de los papeles secretos, de sujetos que pertenecen al reino del más allá pero que hacen su vida en esta tierra. Entre las brumas de esos ríos se crían los esbirros del mal que ahora han sacado una pierna del cieno para meterla en la política madrileña. Manchado queda el suelo y manchados quedan los prestigios. En el Siglo de Oro algunos hubieran tirado ya de espada.

No se habla de otra cosa y el pasmo es generalizado, a mitad de camino entre el horror, el miedo y la chapuza. El verdadero poder nunca estuvo en los elegidos por las urnas sino en los amos de las cloacas, en esos reyes de lo fétido que son capaces de camuflarse en una enredadera. No se habla de otra cosa que de los espías que no terminan de aparecer pero cuyas consecuencias las leemos todas las mañanas; como si durante la noche llenaran la ciudad de octavillas para alimentar el hambre de cotilleo.

Los ríos que acotan el reino de Hades vienen cargados de monstruos de siete cabezas y nueve ojos, seres descarnados que hablan con voz de viento podrido. Quizá nunca sepamos a qué órdenes obedecen puesto que trabajan en el límite de la vida y la muerte. Quizá pasen años y llegue el ?nunca? sobre la investigación de este proceso.
El momento del desgaste entre los políticos es brutal, tanto como si Caronte les metiera en su barca a empujones llevándoselos río adentro, a la profundidad para luego dejarlos dormir en el silencio del inframundo.

Compartir:


Franco gana ?las elecciones? en Madrid

enero 26th, 2009 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

¡Quién le iba a decir al general Franco, de vocación golpista y de pulso autoritario, que años después de muerto iba a ganar unas elecciones democráticas! En rigor fueron dos votaciones que Franco ganó compartiendo cartel con el general Sanjurjo, (autor de otro levantamiento contra la República el 10 de agosto de 1932, asonada que triunfó en Sevilla pero no en Madrid). Eso sí, para que estos dos tipos pudieran ganar las elecciones tuvieron que ser transformados en bustos de Benlliure y someterse a una votación de socios del Casino de Madrid. Sin duda en vida de ambos ni siquiera se hubiera producido ese llamamiento a las urnas.
La revisión de la memoria histórica no puede caer en ?memoria histérica? y tampoco es plan condenar a los socios del Casino por conservar su patrimonio artístico. Son dos bustos que lejos de amenazar a la democracia lo que hacen es criar polvo, asunto que se soluciona pasando un trapito por encima de la cabeza de estos golpistas. Es que si nos ponemos rigurosos tenemos que quemar el Palacio Real porque en él habitó el sátrapa de Fernando VII.
Franco, (antes muerto que elegido), nunca creyó ni en la democracia ni en el arte, eso no es nuevo. La Ley de la Memoria Histórica obliga la eliminación de los símbolos franquistas en lugares públicos, más no parece que la Biblioteca del Casino sea pública. A él y a Sanjurjo se les hubiera quedado helado el sable al saber que gracias a unas elecciones no han acabado en un ?punto blanco? para su posterior reciclaje.

Compartir:


Las amistades virtuales

enero 25th, 2009 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

Esteban González Pons organizó un baile de máscaras dedicado a la militancia en Internet. Lo primero era que el personal se reconociera y no es fácil porque en ?face book?, o en ?tuenti?, la gente pone en su perfil la foto de las vacaciones y sin la palmera de la playa caribeña detrás no es tan sencillo. Así que se perdió un buen rato en el ?¿y tú quién eres?? que por otra parte tenía su encanto. González Pons en su calidad de pianista del ?saloon? había convocado la fiesta en mitad de una ?balasera? política, allí estaban los sospechosos, los sospechados y los que investigan la sospecha, (Comunidad de Madrid, Ayuntamiento de Madrid y dirección nacional del PP). Título de la película: ?Nadie conoce a nadie?, que era de terror-pánico y española. Hay veces en las que la realidad supera a las películas por mucho tirón que tenga Internet, más de uno silbaba la banda sonora de James Bond pero mirando hacia otro lado con disimulo no le fuera a costar la militancia.
En la calle había un vendaval cuyas ráfagas llegaban dentro colándose por los arcos de seguridad. En un pasillo le decía Esperanza Aguirre a Antonio Basagoiti ?parece que el temporal amaina?; justo después el alcalde de Madrid entraba llevado por un huracán, apenas saludó a nadie y se perdió la llegada de Rajoy por acelerado. El tenso ambiente del principio invitaba a preguntarse si no hubiera sido oportuno convocar a los ?cascos azules? que seguro también tienen página web (y les hubiera hecho ilusión), no fuera a ser que se terminaran partiendo la ?face?, pero literalmente. Por un lado Aguirre, por otro su ex consejero Alfredo Prada, más allá Manuel Cobo y al fondo Soraya Sáenz de Santamaría junto a Dolores de Cospedal que para eso el mando debe permanecer unido cuando arrecia la galerna; en medio los de la ?quedada?, algunos con pocas horas de sueño porque habían recortado la noche del viernes a base de copas. También estaba Mayor Oreja con ese loden azul de todos los inviernos, muy alejado del perfil del joven crítico internauta.
Nacho Uriarte, siempre en mangas de camisa para demostrar que preside las Nuevas Generaciones, hizo un discurso confuso en el que mezcló la revolución de Internet con los Reyes Católicos, como si Boabdill hubiera sido un virus troyano-nazarí. Tribuna de oradores al margen lo más divertido estaba en un lateral donde habían apañado un lugar con ordenadores y cálida música ?chil out?, (evidentemente allí no se escuchaban los discursos pero se practicaba ?el conocimiento? chico-chica), un ambiente de pub pijo donde luego el consejero Güemes abrió la caja de los truenos, cinco pasos más atrás las gafas oscuras de Fabra.
Pero no olvidemos que era un encuentro de virtuales que se querían conocer saliendo de la pantalla del ordenador como hizo el protagonista de ?La Rosa Púrpura de El Cairo? en el cine. Y entre ellos la más ?popular? era Paqui Vicente, ?¿conoces a Paqui de Murcia??, preguntaban. Paqui, para no decepcionar se había puesto la cazadora roja con la que sale en su perfil de ?face book?. El premio a su constancia es que está en todas las fotos, hasta con el tímido Daniel Sirera, (igual que en los catálogos de hoteles de Paris aparece la Torre Eiffel en todas las ventanas, Paqui logró estar con todos los dirigentes del PP). Luego se quitó la cazadora roja de la quedada azul porque hacía un calor de calma chicha, de tregua por unas horas, más virtual que otra cosa.

Compartir:


El viento que susurraba a los árboles

enero 25th, 2009 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

Según los meteorólogos estamos en una ?alerta naranja?, traducido al lenguaje de los árboles es que éstos se doblan y se descoyuntan sobre los coches hasta romperles los cristales, y que las cornisas amenazan nuestras cabezas con golpes de ira, (ninguna maceta está a salvo de lanzarse como un atleta desde el trampolín). Dice mi amigo Javier Blanco que al eucalipto que hay en su casa de Madrid ?se le han puesto hojas de loca?, una metáfora de la violencia de los elementos, de esta furia a la que debemos guardar un respeto si no queremos acabar de mala manera. Cuantas más hojas tiene un árbol mayor es su capacidad de discurso con el viento que le hace hablar; en algunos casos les hace chillar de frío en las noches de las calles desiertas. Lo más parecido al terror es escuchar a un árbol pedir clemencia cuando más arrecia la fuerza de Eolo, aquel Dios que se quedó con el monopolio de espantar rebaños y de levantar las olas sin permiso. Todos llevamos un pequeño Eolo dentro que sale una vez al año cuando tenemos que apagar las velas del cumpleaños, luego regresa a la caverna de los pulmones y apenas asoma en algún estornudo inoportuno.
Desde noviembre llevamos metidos en todo tipo de alertas climatológicas, cuando no llueve es que nieva y cuando no toca huracán, de tal manera que el seguimiento de la información meteorológica en la tele es muy parecido al show de aquellos planos con los que el orondo general Schwarzkof nos contaba las operaciones en la primera Guerra del Golfo. Ese puñetero aire desbocado es capaz de levantar tejados y de matar a cuatro niños en un polideportivo de Barcelona. El viento es el único fenómeno contra el que no cabe remedio: no sirven ni los paraguas ni las gafas de sol. Una vez ido para siempre, una vez haya pasado el temporal del fin de semana nos podemos preguntar dónde se oculta el viento cuando se cansa de arrastrar las nubes a la carrera.
En el encuentro con internautas del PP, Esperanza Aguirre decía que había amainado el temporal, pero quizá no se refería al viento que en ese caso más bien parece provocado por efecto de un aparato eléctrico que alguien controla a voluntad. Los vendavales en política rara vez se deben a causas naturales y hay que fijarse en quién se puede beneficiar de ellos. El PP es un partido que se lleva bien en lo virtual, en Internet, pero que luego tiende a la bronca en cuanto hay cielo abierto.
En el Antiguo Testamento el viento era una de las formas que adoptaba el Espíritu Santo cuando no se dedicaba a quemar zarzas con un rayo. Así que cabe alguna interpretación teológica del asunto, algo que no alcanzo desde mi pequeña atalaya de agnosticismo.

Compartir:


La buena dirección

enero 24th, 2009 - General - 12 Comentarios

Los políticos no se cansan de pedir que entre todos echemos una mano para salir de la crisis. Y me pregunto si mi mano, (ahí abajo), fuera capaz de solucionar conflictos en qué se ocuparía primero. Pongamos que esa mano en gesto copiado al del hombre de la capilla Sixtina logra tocar al Dios generador. ¿Qué le pediríamos antes, que se terminara el paro o que los niños asesinados en Gaza volvieran a nacer?, ¿Seríamos tan mezquinos como para pedirle un premio en un sorteo, o usaríamos la mano para solicitar que la paz fuera un bien protegido?

  iphone-004.JPG

¿Qué derecho tengo a malgastar mis deseos cuando a otros le hacen mayor falta que se cumplan?. Si llegado el caso la punta de mis dedos alcazaran el cielo, sin necesidad de coger un avión descapotable, me sentiría con una responsabilidad enorme. A veces pienso que ese hombre que pintó Miguel �?ngel lo que estaba era pidiendo una caña, algo terrible y ligero pero a veces muy necesario.

Menos mal que somos limitados, limítrofes y de cartografía plana. Menos mal.

Pudiera ser que la punta del dedo sea la flecha que indica el camino del deseo. No tengo quién coja mi mano así que de momento no me siento responsable de nada, soy una figura más de la Creación, otro que se cree un ser único.

Nota.- (para Victoria: me dispongo a enseñar otras partes de mi cuerpo para saciar tu curiosidad. Es verdad que tengo los órganos un poco sueltos, tendré que comprar pegamento).

iphone-001.JPG

Compartir: