Ya sabe dónde viene

junio 12th, 2014 - General - Sin comentarios

COLPISA, VOCENTO

Los niños al nacer ignoran su cuna, sexo o paternidad; bebés son por naturaleza que no pone medallas si no pañales. No va a poder decir lo mismo el nuevo rey español que ya sabe dónde viene y cómo las gastamos. Y lo que le llegó es una España que desea un debate constitucional que va a ser uno de sus primeros retos. Y, también cierto lío institucional que irá desglosando.

Lo que se escuchó en las bancadas es el apoyo de las dos grandes formaciones políticas pero puede que el bipartidismo menguante les castigue en las autonómicas y municipales; está por ver. A Rubalcaba ya lo alaban hasta en el PP. Lo que no es de recibo es que algunas formaciones tomaron la votación por la jornada de mitin. Referirse a estas alturas a que todo quedó atado y bien atado según Franco no es un acto de modernidad precisamente, no era la mañana de usar el escaño como parte de un tablero de movimientos tácticos.

Eligieron mal quienes pensaban que tocaba monarquía o república; ese debate no era para ayer, se trataba de una votación para que el rey pudiera abdicar y jubilarse como todo español de su edad, (menos Luís del Olmo que si por él fuera estaría hablando de cómo se prepara un botillo a fuego lento a las 7 am). Pero el rey desea darle paso al Príncipe y ahí lo que se votaba.

Las respuestas se darán en la calle y las habrá variopintas porque para eso la calle es plural, a los jóvenes hay que escucharles. Los hay también que desean que tome posesión con traje, (curioso porque luego son felices cuando el niño hace la primera comunión vestido de almirante). La calle es soberana y reaccionará para dar voz a quienes no la tienen.

Por cierto, todos dan por hecho que reinará bajo el titulo de Felipe VI, ¿Y si lo cambiara?, a mas de un tertuliano despistado le iba a dar un “simposium” riguroso, de esos que viene con heparina diaria para quitarse el susto.

Lo importante es que el Príncipe Felipe llega con un gran conocimiento de la sociedad española, sabe de Historia, tiene edad suficiente y reconoce cuáles son nuestras necesidades, en el especial el alto grado de paro juvenil. Si fuera necesario cuenta con doña Leticia que le pone los pies en su sitio, algo muy útil cuando todo, todo, hasta la monarquía está sujeto a revisión.

Vivimos en una democracia activa; y menos mal.

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Pedro Sánchez

junio 11th, 2014 - el boletín - Sin comentarios

EL BOLETIN

Pedro Sánchez se presenta

Conocí a Pedro Sánchez cuando él era concejal de Madrid, me llamó para tomar café, quedamos en la calle Mayor y acabamos en el Centro Italiano de Cultura junto a Casa Perico, en la casa desde que Pedro Morral intentó acabar con Alfonso XIII y la monarquía porque entonces España estaba llena de anarquistas que envolvían bombas en ramos de flores. El susto de María Eugenia de Battenger fue su primer contacto con aquella España bruta, acérrima y cabezona que solo embestía, su traje de novia acabó ensangrentado. Era mayo de 1906.

Me pareció Pedro un tipo con fuerza que quería hacer cosas por Madrid que en muchas ocasiones es la gran olvidada. Me consta que se sabía la ciudad, lo que no sé es con qué familia llegó si con Trini, con Miguel Sebastián, con cualquier otro “turco” que desembarcaban a mogollón cuando llegaban concejales a racimos, por familias como si así el PP se fuera a rendir con los brazos en alto. Recuerdo que me contó que había jugado de alero en Estudiantes y debió ser bueno, planta y estatura no le falta.

Más tarde tuve la suerte de contar con él de tertuliano y demostró que era profesor universitario con motivo, un tipo listo, trabajador y muy honesto. Ahí descubrí a un Pedro Sánchez que venía para aportar. Las demostró cuando Pedro Solbes dejó el escaño y él pasó a ocupar su lugar en el Congreso donde no paró de tener

Ahora quiere reformar el PSOE con pluralidad y tiene que luchar contra Madina que ya levanta los brazos en alto como ganador de la montaña y, sobre todo, le llegará el momento de vérselas con Carmen Chacón que está colocada para ganar.

Su descaro ha de merecer premio. Le queda una misión tremenda, borrar al tío Alfredo y poner en órbita a un PSOE en bancarrota doble: moral y económica que no es poco. Pedro Sánchez se presenta.

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El puente del amor

junio 11th, 2014 - OPINION OTR/ Europa Press - Sin comentarios

Al autor italiano Federico Moccia habría que juzgarlo por la que ha liado en París en el Pont Neuf, lleno de candados ha logrado parte de su desprendimiento. Son enamorados que leyeron con lágrimas en los ojos “Tengo ganas de ti”, y pusieron su candadito pequeño pero con el tiempo han colocado cadenas que no las quitan ni los bomberos con una radial y con tiempo y sudores varios.

¡Vaya asunto metálico que empezó moviendo corazones que son un músculo!, ¿de verdad la pasión es un candado unido a un puente?, entonces creo que no me he enamorado nunca. Está claro que donde un idiota hace algo cien idiotas lo repiten después otro cien bobos, es tendencia. Se contagia la “bobuna” porque tiene un efecto atrayente imposible de rechazar, sobre todo cuando uno solo ha leído un libro y tiene la mala suerte de que ha sido una novela rosa, que no rusa. Y ni entraré a valorar diferencias.

Les podía haber dado por disfrazarse de cow-boy y montar a caballo por Almería, o por recoger fresa y deslomarse en los plásticos de El Ejido, o por limpiar puentes, podría ser otra actividad. En París cerca de ocho mil firmas piden a la alcaldesa Hidalgo que acabe con este sobrepeso en un puente frente al Museo del Prado. Y la alcaldesa, a su vez, a un concejal que le va a tocar darle al estropajo de hierro. El polvo se cambia por brillo, una vez más.

Toda leyenda tiene su origen y la del primer candado fue la de un cerrajero que en Florencia unció un pequeño candado al Ponte Vecchio pero rápidamente lo quitaron aunque luego volvieron los lectores de Moccia y los comerciantes se quejaron y la policía llamada por el Ayuntamiento acabó con ellos y punto final. Si hoy, a cualquier incauto, se le ocurre poner uno en Florencia tendrá lo que los tebeos decían “multa gorda”, y se acabó porque una cosa es el amor y otra cargarse el puente más antiguo de la ciudad. Feliz medida tomada a tiempo.

Desde luego que cada uno ame, tema, sea feliz o busque sellar su afecto con aquello que considere oportuno pero que no llene con su pasión aquellos espacios que son públicos, urbanos, de todos, un espacio feliz donde ya a nadie se le ocurre ensuciar salvo en noches de botellón que deberían controlarse porque el deterioro sí que lo pagamos todos.

Señora: si su hijo hace pis en un portal a la mañana siguiente algún vecino tendrá que limpiarlo. Con los candados sucede algo parecido, por lo tanto hay novelas que no son para leer al pie de la letra. Como las medicinas que no han de dejarse al alcance de los niños.

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Ahora, a por Cervantes

junio 10th, 2014 - COLPISA/ VOCENTO - Sin comentarios

Don Miguel, escóndase, van a por usted, corra, métase más adentro en el agujero. No le han hecho ni puñetero caso en estos siglos pero buscan símbolos de identidad nacional para hacer una cultura en la que no creen, para mostrar su tibia como en el final de “2001, Odisea en el espacio”, peor aún: hacer un sopicaldo asqueroso de modernidad en formol. Si Rajoy pudiera uniría su pierna a la de Durán y Lleida para hacer un cuerpo unido que dentro de otros cuantos años permaneciera junto, hasta soldaría a Artur Mas con Soraya Sáenz de Santamaría, hasta coser a una España invertebrada que decía Ortega.

Pero lo suyo es un asunto distinto, su Hidalgo no salió a pelear con rueda de molinos. Don Quijote hubiera pasado de plantearle batalla a un rebaño pequeño de ovejas merinas que es en parte en lo que se ha convertido la política nacional; en aburridos balidos de rebaños que impiden ir por los caminos que siguen polvorientos. Si consiguieran localizar algo bajo el subsuelo de la iglesia madrileña en la que excavan, (quiera Dios que no lo hayan logrado antes del Telediario de la noche, lo iba a lamentar mucho), pero si continúan con el georadar quién sabe lo que puede pasar. El antiguo consejero de Educación del gobierno regional de Gallardón, Gustavo Villapalos, levantó la Plaza de Ramales de Madrid para buscar los restos de Velázquez y no lo logró. Velázquez fue más inteligente, supo esconderse a tiempo, y no hubo foto de Villapalos triunfante.

No me gustaría que hicieran un cambio en sus estatuas porque aparecieran nuevos signos físicos, no busco un escritor del Museo de Cera, es más deberían sacarlo de semejante lugar en caso de que esté porque a los niños les puede confundir. Es Cervantes uno de los grandes españoles olvidados al que reyes, príncipes, copríncipes, arziprestes y capitanes generales en América que pasaron, y ya no le quiero decir los virreyes de Perú, el Nueva Granada, Nueva España y Rio de la Plata que estuvieron más pendientes de lo suyo que de leerle. Menos mal que luego García Márquez, Cela, Unamuno y hasta Cabrera Infante le volvieron a sacar de paseo literario como se merece.

No hubiera planteado hoy batalla contra el caballero de la Blanca Luna, no hubiera luchado en las playas de Barcelona contra nadie porque no hay rival, porque no debe haber lucha. Y en sus Novelas Ejemplares hay enseñanzas para la vida y la política. Es imposible establecer que se disuelva una cosa de la otra y es imborrable recordar su ejemplo. Huya ahora que está a tiempo, déjenos su ejemplo y vuelva allá al donde habita el olvido porque será donde le buscaremos sus lectores. El Quijote cabalgará siempre a nuestro lado mientras la vida avanza. Decía mi abuela que ella cada vez que volvía a leer a Sancho o al Hidalgo aprendía algo, (cumplió 98 años). Por eso, háganos un favor y escóndase hasta dónde sea posible en una venta. Es un ruego por las letras españolas.

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El jarron

junio 8th, 2014 - la gaceta de salamanca - Sin comentarios

Cuando el exceso de cariño se mezcla con otro de querer agradar no hay algo de menos gusto que obsequiar objetos grandes, aunque sean baratos, aunque sean una exageración, (aunque ocupe más la nevera de dos cuerpos que espacio haya en la cocina). Siendo niño contemplé una de las escenas más ridículas que he visto nunca: la llegada de un inmenso jarrón a Madrid con motivo del matrimonio de la boda de la nieta mayor de Franco.

Un grupo de nerviosos miembros del antiguo sindicato vertical esperaban a un gran motocarro que portaba lo que se podía considerar un bulto envuelto en una manta, atado con cuerdas. Era de noche, cortaron la calle, hasta el sereno se apuntó a ayudar en la operación. Alguien dijo: “listo, se puede enviar al Pardo” y allí se fue despertando a vecinos y a perros con el tubo de escape.

En efecto, era un jarrón-artefacto porque lo vi desde el balcón de casa, (Goya vio la carga de los mamelucos y yo el jarrón de la boda; cada uno lo suyo). Sabido es que en el querer no hay engaño pero regalar siempre fue un arte de buen gusto aunque sea el macetero comprado en un chino. Pero en la impudicia del “chandalismo” no hay reglas.

Alguien ha descubierto que una entronación es un acto solemne y se ha quedado tan pancho. Claro, ha de serlo. Y es cuando vuelvo a imaginar a otro grupo de esforzados acudiendo a otra tienda porque el pelota no se crea, sólo se transforma; quizá ellos no estén para elegirlos pero sí alguno de sus nietos que quieran agasajar a sus abuelos.

Del jarrón que no cabía regalo del sindicato espero que cualquier niño se lo cargara a tiempo porque era mitad ánfora, mitad monstruo repintado como labios de Carmen de Mairena, mitad orinal. Ya verán qué regalos les caen a los futuros monarcas; si hicieran una exposición en Palacio Real quedarían asombrados por las largas colas. No se trata de una boda pero vendrán mandatarios de otros países, puede ser muy colorista todo.

En mi imaginación volverá el del carromato porque alguien compre el mismo jarrón que acabó en el sótano de una tienda de El Rastro. Y dará vueltas por la historia con el nombre de una novela: El Jarrón Interminable. Algo tan feo debe tener más vidas que un gato.

Y la coronación claro que ha de ser solemne, es lo suyo, de otra manera quedamos a tomar unas cañas en una taberna de Atocha, y eso a Leti no se le hace, que conste. Se descubre cada cosa en algunas emisoras de radio que son para escucharlas de rodillas: “acto solemne”. Yo prefiero la historia del jarrón pintado como si fuera chino pero con laca de uñas. Decía Heráclito que todo es uno y lo mismo.

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La mundial

junio 6th, 2014 - el boletín - Sin comentarios

En unos días comienza el gran acontecimiento mundial que es un Mundial, repito el término porque es lo mismo. Suerte tienen que la coronación no coincida con un partido de España porque las deserciones en senadores y diputados hubieran sido gloriosas. Nada hay que tiren mas de dos córners o dos penaltis, de hecho los bares se llenan y se acaban los cacahuetes y los monos se pasan a comer unas oreos hasta que vienen de América con nuevos cargamentos para más partidos.
El mundial que es la mundial se convierte en pesadilla nacionalista de unas aficiones contra otras, y es el único deporte en el que no se permite tener doble nacionalidad. En España ya nos hubiera gustado ser de Alemania, o de Brasil pero no nos dejaban ser otra cosa que aquellos que se volvían a la primera eliminatoria porque nos ganaba todo el mundo, era el equipo que hacía felices a los demás.
La atención está en la recuperación de Diego Costa al que le pusieron células de yegua pero se debieron equivocar de yegua y le tocó de percherona cuando esperaban que fuera un pura sangre para ganar la quiniela hípica y, sin embargo, salió coja la yegua que es una desgracia como que te toque un viaje al Caribe y sea justo en la semana de aguaceros de septiembre.
Brasil siempre vale una excusa, lo que no sé si merece una visita solo para el Mundial. La mejor fruta del desayuno la he comido allí y era fruta con sabor, la piña es para cantarle algo y el coco debería ser gloria nacional. Playas parte es un país maravilloso que no se puede perder en mirar si Costa trota o galopa. Y al que llegan las cámaras de televisión para contar un lugar idílico sin conflictos, ni favelas. Eso es otro Mundial.

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Los equilibrios

junio 4th, 2014 - el boletín - 1 Comentario

Poner una alfombra en un acto oficial es siempre un asunto complejo, de momento en el Congreso están en el estudio de las agendas oficiales para saber cuándo toca, pero las agendas son secretas como la fórmula de las empanadillas caseras que las tiene todo el mundo menos el fabricante de croquetas congeladas.
Se está poniendo todo muy umbraliano y estos relatos nos hacen únicos, todo está lleno de equilibrios: los que se pasan de chaqueta, los que ya son felipistas desde hace unos años, los que adoran a doña Letizia, los que salen a la calle con su bandea republicana y se cruzan en el ascensor con el vecino que aún sigue siendo de Blas Piñar porque cree que Franco y Jesús Gil eran la misma persona pero en distintos palcos.
Es tiempo de sastres, de esos que hay por Mayor en Madrid y cambian chaquetas muy deprisa aunque la cuestión es saber qué chaqueta elegir como en el Congreso estudian qué moqueta extender. Y, luego, los nervios que entran en los cortesanos que se estresan porque no vaya a ser que por la tontería de la alfombra nos quedemos sin ceremonia. Llevan desde ayer poniéndose nudo gordo en la corbata porque luce mas.
Había un programa “El Semáforo” que era del genio de Chicho en el que la gente aclamaba o pitaba a sus personajes favoritos, igual habría que resucitarlo porque cada vez que sale Pablo Iglesias están los que temen que nos quedemos en una abjuratio interruptus, un Poco Yo extraño y provinciano. A todo esto por la mañana hay que acordarse de los batidos que anuncia Vicente del Bosque y que regulan el tránsito. Todo es un equilibrio.

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Debate abierto

junio 4th, 2014 - OPINION OTR/ Europa Press - 1 Comentario

Cuando el Rey decide abdicar para dar paso a una generación mejor lo que hace es constatar que la crisis afecta no solo a la Corona si no también al resto de instituciones que recorren la columna vertebral de España. Y un debate para dar paso a una generación mejor necesita que se escuche a los jóvenes a quienes afecta directamente, en otro caso sería un sarcasmo. Los inicios de la transición estuvieron muy tutelados por el franquismo mas “aperturista” pero hoy ni los jóvenes aceptan tutelas ni tampoco a nadie se le ocurriría.
Al tiempo que se prepara el Congreso para vivir otra sesión solemne, en este caso la investidura del Príncipe Felipe como rey, en la calle se abre el debate de regeneración total: desde los partidos políticos a la jefatura del Estado. El debate es cierto y en la calle hay ganas de participar, las generaciones mejores tienen necesidad de expresar cómo quieren ser representados en la sociedad, si es justo que no se pueda reformar la Constitución que ellos no votaron y si guardar silencio no es otra forma de guardar pleitesía cortesana, (no parece que vaya por ahí el asunto).
En las pasadas elecciones europeas se notó el desafecto juvenil hacia las formaciones políticas clásicas, en las encuestas del CIS desde el año 2011 la imagen de la monarquía cae en picado. Es el momento de volver a escucharnos todos porque el modelo de sociedad ha cambiado y demanda otro tratamiento. La familia no tiene nada que ver con la que existía en 1978 y, a grandes rasgos, el ser europeos de pleno derecho nos ha otorgado un espacio de libertad critica que no hemos tenido en nuestra historia; nunca.
Nadie se puede creer que con el cambio de corona se acabe el discurso de la renovación y nadie puede sentir miedo de abrirlo porque demostrado queda que somos mayores de edad. Lo que se abre por delante es un espacio para debatir sin complejos, y que cada institución responda de sus males ya sea a través de la indiferencia o ante los juzgados llegado el caso. Es el tiempo de renovación o revolución. Se volverán a animar las calles esta vez sin la censura que capeó con tanta inteligencia “La Codorniz”, o “Hermano Lobo”.
De cada uno depende si se saca carnet de observador o prefiere bajar a la arena para conocer lo que nos aguarda. Es la segunda transición y, toda transición cuestiona al modelo anterior por necesidad de construir uno propio. Es lo suyo, es lo apasionante, es otro momento especial para tomar la temperatura a los españoles. Interesante, muy interesante.

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Tal como éramos

junio 3rd, 2014 - COLPISA/ VOCENTO - 2 Comentarios

Si eras de izquierdas lo suyo era una trenka, si eras de derechas un abrigo austriaco de color verde. Europa empezaba al otro lado de los Pirineos, quedaba lejos, a todas partes había que viajar con pasaporte y los españoles tenían fama de ser señores bajitos, malhumorados y que no tenían ni idea de idiomas. En efecto éramos menos, treinta y seis millones en el censo y algunos también eran mucho más jóvenes. La estampa de España 1976 a la del 2014 ha cambiado por fortuna, tanto que para vernos dentro de un dos caballos tenemos que acudir a escenas de alguna película de “Cine de Barrio”, o a un documental de quienes tenían la suerte de presumir de un toma vistas que sería hoy motivo de risa para cualquiera que no fuera un personaje de la serie “Cuéntame”. Documentales que básicamente recogían encuentros familiares en bautizos y comuniones y en los que siempre aparecía un pariente que se escondía detrás de una servilleta.
Nada más morir Franco hubo que enterrarlo jurídicamente en la conocida Ley de Reforma Política que daba paso a un periodo tan interesante como incierto. Conste que no estábamos para cometer excesos porque el sueldo medio era de diez mil pesetas, y un periódico costaba tres duros, (quince pesetas para los no iniciados). Se fumaba mucho y en los puestecillos en los que se vendían pipas también se podían comprar cigarros sueltos de aquellos que no tenían ni filtro ni otra cosa que troncos dentro del tabaco para darle emoción al fumeque. Por cierto, los soldados de permiso los sábados por la tarde llenaban el centro de las ciudades, y compraban cigarros sueltos, vigilados por los Land-Rover de la Policía Militar que eran otros soldados con un casco-orinal pintado de blanco. Aquellos militares sin graduación eran multitud porque de la mili sólo se libraban los hijos de viuda y aún así había también sus excepciones. Viudas como las de entonces: vestidas de negro riguroso durante gran parte de su biografía que si transcurría en un pueblo era sinónimo de esclavitud obligada. Entristecidas mujeres que encadenaban vestidos oscuros como nos mostró Manuel Summers en algunas de sus películas.
A la mujer se le consideraba bastante poco, su destino era una boda con un buen hombre, no podía abrir una cuenta corriente sin permiso del marido y si fumaba era considerada una moderna alocada ye-yé. La tutela que el franquismo ejercía en la sociedad se prolongó sobre la mujer de manera obsesiva. Para todo los demás que se salieran de la norma, en especial universitarios ya estaban los grises para repartir la estopa correspondiente entre los edificios de las facultades universitarias, o patrullando por las grandes avenidas urbanas.
Con poca capacidad adquisitiva los únicos excesos eran mirar por una cerradura aquellos años del llamado “destape” que crearon al “landismo” que perseguía suecas por las playas de la Costa del Sol con una guitarra a ser posible. Es verdad que entonces se recelaba mucho del futuro inmediato y que el temor de muchas personas mayores que consistía en qué iba a pasar cuando Franco muriera se convirtió en pesadilla presente porque el futuro llegó. Pero no hubo tiros, no hubo enfrentamiento entre españoles y para eso vino “Jarcha” para cantar “Libertad Sin Ira”.
Al tiempo que la sociedad caminaba nos dimos cuenta de que era posible hacerlo juntos, sin peleas, sin broncas, Juan Gris pintó “El Abrazo”, un cuadro que está en los sótanos del Reina Sofía. Y en los periódicos se iba capeando la censura que ocupaba desde grabaciones de discos a guiones de cine; discos rayados con una llave he conoció algunos cuantos, y con la leyenda de prohibida su difusión. De todo eso ha pasado mucho tiempo, hasta tuvimos que aprender a cómo funcionaba una urna para votar. Los más pequeños lo escuchábamos del relato de nuestros hermanos mayores.
No, no había dinosaurios por las carreteras, aunque visto así lo parece. Lo suyo era la figura del toro de Osborne y cada cierto tiempo una pareja motorizada de la Guardia Civil que vigilaba nuestro tránsito. Y al que no le gustara el coche tenía el Talgo moderno y trotacaminos.

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Tiempos modernos

junio 3rd, 2014 - "Las Provincias" - 2 Comentarios

Las penúltimas palabras del rey Juan Carlos en su cargo fueron para hablar de nuevos tiempos, de renovación y cambios para un mejor servicio a los españoles. Puede que se estuviera refiriendo a algo mas que a la monarquía y fuera una mirada necesaria a nuestro entorno.
En efecto, su abdicación abre paso a reactivar unas instituciones que están bajo mínimos en grado de confianza: la Corona también. El rey sabe que para subir el grado de aceptación de La Casa Real no es suficiente con legar la Corona al actual Príncipe Felipe; el debate sobre la monarquía queda mas abierto que nunca, por desgracia tocado por casos como los de Urdangarin y los de su hija Cristina llamada a declarar ante el juez por negocios turbios. El debate sucede por un asunto de madurez de la sociedad española: si se critica a los partidos políticos, a los jueces, a los medios y a los opinadores, también la duda llega al debate republicano. Y sin necesidad de llegar a hacer comparaciones con las municipales de 1931 porque no tiene nada que ver.
Tiempos modernos son los que se abren y deberían servir para sacar alfombras, sacudir el polvo, abrir ventanas y no temer a las palabras porque tampoco se temieron en el inicio de la transición cuando hasta el PCE apoyó al Rey y de esa manera Santiago Carrillo ayudó a que todo aquello quedara reflejado en la Constitución, (la más longeva en la historia de España). Si entonces, con una situación económica peor aún a la de ahora, con la sombra del golpismo, con Franco caliente, se pudo, ahora igual. A una generación de españoles que no han conocido la mili es difícil explicarles la fuerza que tenía la famosa División Acorazada, una fuerza sicológica con tan solo citarla. Pues ahora, sin esos elementos que amenazan al sistema tenemos ocasión de debatir sin fondo, discutir acerca de lo que queramos ser “de mayores” y abandonar, de una vez por todas esa tutela permanente heredada de aquella frase atribuida a Franco: “es que no se os puede dejar solos”. Sí, solos y libres que ya toca.
Tiempos modernos que abre el rey con su salida, por cierto poco cargada de emoción, parecía un trámite ante una pantalla leído con prisa. Mientras se prepara la coronación de Don Felipe se abre un debate alrededor de la monarquía que viene trabajándose desde hace tiempo. Una cosa es ser ciudadano y otra cortesano que todo lo aplaude. Los partidos tienden a ponerse el Toisón de Oro para presumir de monárquicos de tal manera que malos son quienes no salen al balcón a vitorear el cortejo. Sería otra equivocación porque los partidos son ciudadanos y no adhesiones inquebrantables.
Detrás de la abdicación han de cambiar muchas cosas, la participación ciudadana también. Se abren ventanas y se abre un proyecto de modernidad que es muy interesante. Es el futuro y se muestra tan apasionante como parece. Invitados quedamos todos: príncipes, reyes y civiles. Una nueva transición comienza.

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