Esos pobres tan incómodos

mayo 28th, 2006 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

Definitivamente hay dos maneras de afrontar el problema de la inmigración: o construyendo tapias o interesándose por el ser humano. Las dos visiones son antagónicas, irreconciliables y sin posible acuerdo. Los hay que quiere blindar el mar y devolver los cayucos a cañonazos, (Estados Unidos ha reforzado las frontera de Méjico con orden de matar a los espaldas mojadas, Bush siempre tan práctico). Nunca antes habíamos vivido un fenómeno de racismo pasivo tan exagerado, gente que no alza su voz contra la inmigración pero que tampoco aporta su ayuda. Se piensa en los cayucos, como en la muerte, que es un problema que no le va a afectar a uno.
Mientras discutimos de qué manera se puede proteger un océano, las mafias de ilegales siguen invirtiendo en la construcción de objetos navegables donde hacinar incautos en pésimas condiciones. Y, cuando no puedan más, inventarán planeadores que dejarán caer carne de cañón sobre las costas españolas. El hambre no atiende a razones. Lo que preocupa más es el vacío de las conciencias, la falta de sentido solidario que prefiere ignorar el problema a enfrentarse a él. Ahora que somos una sociedad rica los pobres nos molestan en demasía; es como si hubiéramos olvidado nuestra condición de personas para convertirnos en huraños personajillos tan sólo preocupados por ver la señal del Mundial de Alemania.
La estadística nos cuenta que antes de darle la vuelta a esta hoja cientos de personas habrán muerto de hambre en África. Usted puede elegir entre pasar a otras páginas más amables o seguir leyendo e implicarse en lo que pueda. El cayuco es, (además de una nave negrera e inmunda), la botella con mensaje que llega a nuestras costas. No sé cuántas más harán falta para que tomemos conciencia de que no podemos dejar que África muera de hambre y sed. Tan anestesiados no podemos estar.
La sociedad se divide entre los que se conforman con una tapia más alta, sin atender a los gritos que llegan desde la otra parte, y los que están dispuestos a preocuparse por la desventura de sus semejantes. Entre ellos la labor extraordinaria de Cáritas, de Médicos sin Fronteras, y de otras organizaciones no gubernamentales que cubren las carencias de la diplomacia internacional. A los que atienden niños en el Sahara, o curan heridos en el vientre de África, nunca les darán un premio como el de Fernando Alonso. Será porque para ellos ganar una carrera no es quemar gasolina sino comer esta noche. Ya pueden levantar muros, sirgas tridimensionales, llevar a la Armada o lanzar satélites. Sabemos que no es la forma de acabar con el problema; el hambre mueve montañas.

Compartir:


‘A Madrid le pondría una zeta’

mayo 26th, 2006 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

«Los poetas somos parteras de todos los días» / «Deberían dejarnos aparcar en zona azul porque los poetas somos «carga y descarga» / «He rechazado trabajos políticos y de alguna entidad financiera» / «La palabra que más repito es grifo» / «Tengo contratos firmados para silenciar nombres que he puesto, hasta de novelas»
________________________________________________________________________________

RETRATO

Orígenes. Oviedo, 1956. Currículo. Licenciado en Filología Española, «también estudié Derecho, (vendí libros en la Cuesta de Moyano 15 días después de empezar)». Su primer libro, Aquelarre en Madrid, luego vino Bar adentro, (un libro de poemas de bar escritos en servilletas). Dirige la empresa El nombre de las cosas, una fábrica de palabras donde el obrero es un poeta, donde se acuñan nombres propios con imaginación. Aficiones. «Caminar, escribo caminando». Debilidades.«Las miradas, el vino, los amigos (y las amigas)». Virtudes.«Buscar el Norte y esperar la lluvia. Nací en Lloviedo». Defectos.«La sensibilidad, que por excesiva es defecto».
_________________________________________________________________________________

Juan Tamariz hace trucos con las manos y Fernando Beltrán con las palabras, igual que el mago se pasa el día dándole vueltas a las metáforas hasta construir una idea. Su oficina es un lápiz y un papel; su dedicación, reinventar el nombre de las cosas.Este poeta transeúnte que colecciona todo lo que encuentra por la calle -guantes, chupetes, pinzas de la ropa (y las mete dentro de botes de cristal)- es el autor de marcas muy conocidas entre ellas Amena y Faunia.
Pregunta.- ¿Es el sumo hacedor?

Respuesta.- (Risas)… ¡Dios mío!, ¿Qué responder?

P.- ¿Dios es de su gremio?

R.- Si vamos al Génesis, Dios pone nombre a las cosas, pero llama al hombre para que nombre a los animales, y a las plantas.

P.- ¿Qué es un poeta?

R.- El poeta es la comadrona que ayuda a crear.

P.- ¿Usted es más partera que poeta?

R.- (Risas) ¡Sí! Los poetas somos parteras de todos los días.

P.- ¿Es un chollo vender palabras?

R.- Quizá visto desde fuera, desde dentro le juro que es una obsesión que pesa mucho.

P.- ¿Vive de la poesía?

R.- Yo vivo de la poesía pero no como de ella, por eso creé hace 16 años El nombre de las cosas. Me di cuenta que en la comunicación nadie se ocupaba de buscar los nombres.

P.- ¿Es usted el único?

R.- Creo que sí, y en todo caso soy creador de nombres, no de marcas. Investigo en la ilusión primera.

P.- ¿Por qué camina?

R.- Porque paseando se llega a muchos sitios, no sólo al lugar de destino. Incluso si te equivocas, en el error hay mucho acierto.

P.- ¿Dónde está la poesía?

R.- Volvía de un congreso de poetas, en un tren, y al pararse la máquina el revisor nos dijo que «en la estación habían quemado unas unidades unos desapercibidos».

P.- ¿Suya es Amena?

R.- Amena fue un nombre que me cambió la vida. En el mundo de las telecomunicaciones todo era en inglés, gané un concurso de ideas con una palabra distinta, en castellano.

P.- ¿Se hizo rico?

R.- No, me abrió las puertas para vivir de esto. Y nos llegaron más encargos.

P.- ¿Lo suyo tiene nombre?

R.- ¡No! Tal vez «poeta y nombrador», como puso mi hija de siete años en una ficha del colegio.

P.- ¿Salió poeta la niña?

R.- Una vez me dijo: ¡Papá, me he dado cuenta de que eres asturiano y padrileño! Es lo que soy.

P.- ¿Es poesía rentable?

R.- Con mi poesía intento escribir mi verdad, con la empresa le pongo nombre a la verdad de los demás.

P.- ¿Se siente especie única?

R.- Rara avis, tanto como las avutardas o como los abejorros que vuelan sin cumplir las reglas de la termodinámica. Es un misterio por qué vuelan.

P.- ¿Trabajaría para un político?

R.- Sería un trabajo que me complicaría la vida porque necesito convencerme del proyecto.

P.- ¿Ha rechazado algo?

R.- Sí, trabajos políticos y de alguna entidad financiera. No creía en el producto.

P.- ¿Todo tiene nombre?

R.- Ya decía Platón que todas las cosas tienen un nombre natural, (pero a veces el cliente no lo ve). Si la persona no está convencida es mejor que elija otro.

P.- ¿Y con sus hijos?

R.- No tuve que hacer tormenta de ideas: Marta y Lucía, fue sencillo.En cambio sí que me preguntan por nombres para otros hijos.

P.- ¿Leonor es suyo?

R.- (Risas) No, no es mío Pero sí que tengo contratos firmados para silenciar nombres que he puesto, hasta de novelas.

P.- ¿Su palabra más hermosa?

R.- Lluvia, yo nací en Asturias, en Lloviedo. Pero la palabra que más repito es grifo.

P.- ¿Otro nombre para Madrid?

R.- Quizá le pondría una zeta, dejando un punto sobre la i en forma admirativa.

P.- ¿Aparca en zona azul?

R.- ¡Qué va!, pero deberían dejarnos aparcar porque los poetas somos carga y descarga.

P.- ¿Hay poesía en los sms?

R.- Sí, creo que es un aparato que permite el hecho poético.En un mensaje decimos en pocas palabras lo que queremos decir, como en un poema.

P.- ¿Trasnochador por inspiración?

R.- Y en la oficina a las ocho. Duermo poco, sueño despierto.

P.- ¿Recitaría en el metro?

R.- Lo hice junto a unos amigos en La compañía poética momentánea.Y en 1987 participé en la exposición Rimas y metros en todas las estaciones de Madrid. Cinco años después se hizo en el metro de Nueva York.

P.- ¿Su palabra comodín?

R.- Sin dudar: «voy».

Compartir:


El tricornio

mayo 25th, 2006 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

Siglos después de cultivar una historia de buenos y malos, de curas y palos, hemos llegado a la conclusión de que España es una pareja de la Guardia Civil que llega a tiempo cuando se le llama. No hay otro argumento que nos una más ni que ofrezca una mayor coherencia de identidad nacional.
A pesar de que a la Benemérita se le ha dado un trato infame y se le ha tenido en casas cuartel que eran una ruina, en condiciones deplorables para ellos y sus familias. Resultado del abandono institucional y del desprecio de buena parte de la sociedad, son las bajas por depresión de muchos de sus miembros. Pero, hoy, cuando los revienta pisos campan por sus respetos, las autonomías imploran el regreso de los hombres de capa verde y tricornio de charol. Hay nostalgia de los hombres del bigote.
No deja de ser un contrasentido perverso: cuando más nos peleamos por las cuencas de los ríos es cuando más falta nos hace un instituto armado, (estatal) capaz de combatir el crimen organizado. El resto de policías autonómicas se quedan para poco menos que desfiles y el día de la patrona, cuando hay que plantarle cara a las bandas la policía local no da la talla.
Debe ser la venganza del duque de Ahumada en cuya tumba dejó una mancha un tal Roldán. La historia nos lleva a la conclusión de que una pareja unida ?son mucho más que dos?, (que decía el verso cálido de Benedetti). Aquellos que les dieron la espalda hoy les reclaman con urgencia en un acto de esquizofrenia del federalismo primario.

Compartir:


Tricolor

mayo 24th, 2006 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

La república no debería ser una nostalgia sino un proyecto de futuro, prueba de que no pasa la prueba del algodón es que se enarbola la bandera tricolor pero nadie piensa en cómo será la III República. Tenemos nostalgia de futuro pero somos incapaces de trabajar en el presente, así la república queda como un elemento extraño, como un asunto pintoresco carente de contenido.
Su representación grotesca sería el comité de persecución a los Príncipes de Asturias, unos jóvenes que confunden su entusiasmo con la mala educación. Y, lo peor, la policía que los detuvo en Móstoles por actuar como conspiradores del Estado, ahí se pasaron tres pueblos y el PCE no supo reaccionar con la contundencia política que merecía. Será porque la casa comunista hace tiempo que se quedó vacía de talento pero llena de tópicos.
La contundente (y desmedida) reacción policial va a provocar que, a partir de ahora, un comité de seguimiento republicano acompañe a las visitas de los miembros de la Casa Real. Parece que en la policía quedan vestigios de aquellos chicos malos de la porra que lo arreglaban todo a base de mandobles filipinos, los mismos que ven a los republicanos como peligrosos agentes del mal vendidos a una potencia extranjera.
El incidente se podía haber solucionado con una sonrisa y a otra cosa, pero la desmesura en la reacción ha dado alas a la irritación. Las porras nunca son armas de cortesía.

Compartir:


Ilustres estorbos

mayo 24th, 2006 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

Desde hace un tiempo Maragall mira por el retrovisor y no ve a nadie pero sospecha que le siguen. Algo le lleva a pensar que un hombre que camina con dos sombras es un ser extraño, de ahí le vienen los recelos. A pesar de que las personas con las que se cruza le hacen gestos, le escriben carteles, le sugieren que se mire en el espejo, no se entera.
Montilla le sigue a rueda y le va a hacer un exterior con tumbada rozando estribera (al estilo Fonsi Nieto) que cuando se quiera dar cuenta, le habrá ganado la carrera. El ministro de Industria no disimula su entusiasmo en ser el candidato socialista a la Generalitat. Maragall le había despreciado calificándolo de «charnego», pero al final un hijo de la emigración andaluza le va a quitar el sitio a un aristócrata de la política catalana.

El problema que va a tener el PSOE es dónde coloca a Maragall después, en qué estantería y qué recados le va a encargar. Todo partido tiene una cuota de herencia obligatoria, no muy feliz, con la que se tienen que apañar. A Solana lo enviaron a la OTAN para que no hablara de política nacional, pero cuando puede suelta un misil (será por deformación profesional), lo del delirium tremens les ha dado en todo el Montenegro a los nacionalistas.Harían bien en ir pensando qué terapia de ocupación no traumática le pueden dar a Maragall, para que no se le salten las bielas cuando le lleven a los talleres de reparación de chapa y consignas.

Los partidos, en este caso el PSOE, deben tomar ejemplo de las televisiones, que cuando no saben qué hacer con unos personajes, los envían a una isla y allí los tienen cabreados entre ellos, contando la comida que falta y los mosquitos que sobran. O, en su defecto, una reserva para ilustres estorbos que por la mañana no hagan nada y por la tarde lo pasen a limpio.

El retorno de Maragall a Roma podría estremecer los cimientos del mundo cristiano que anda muy irritado con El Código Da Vinci.Enviaron al más casto de todos, a Francisco Vázquez y nos cayó un chorreo divino; Su Santidad nos puso a escurrir, ¡y eso que Vázquez es creyente, no como Puente Ojea que tenía alergia a las sotanas! El refuerzo de Maragall en la embajada de la Santa Sede terminaría por provocar un cisma parecido al de Benedicto XIII (el Papa Luna). O una discusión teológica similar a la que se originó en el concilio de Nicea cuando se discutió si los calvos resucitarían con, o sin pelo.

Una reserva de estorbos naturales, un espacio protegido donde las figuras políticas sin función puedan vivir en libertad: conspirar y hacer pactos secretos, sería algo extraordinariamente positivo.Los niños podrían ir de excursión a visitarlos, con la garantía de que no son personas peligrosas ni contaminan ideologías perversas.

Compartir:


Sin cobertura

mayo 24th, 2006 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

A estas alturas o se produce un milagro técnico o buena parte del territorio se va a quedar sin poder ver el Mundial. Los más desesperados acuden a un “manitas” para que le instale un paraguas en la azotea y puedan ver las imágenes, aunque sea con nieve, como en los tiempos de Maricastaña. El Gobierno debería recuperar el NODO, (que tan buenos servicios hizo a la patria), y proyectar resúmenes en blanco y negro en las principales salas de cine. Un documental que se abra con unas imágenes de Martínez Pujalte haciendo aeróbic y de Maragall en la cuerda floja.

A los efectos técnicos nos podemos quedar como Morientes, fuera de la convocatoria y sin opción a ver los partidos. Y no es que el español medio tenga una confianza en su selección de fútbol, (somos el país que hacemos felices a los demás, gracias a nuestros fiascos otras selecciones han llegado muy lejos). Pero ya que nos hemos comprado la tele de pantalla plana y hemos quitado a la flamenca y al toro, por indicación de Carod, nos haría mucha ilusión ver algo de fútbol.

Es posible que La Sexta esté aliada con Luís Aragonés para evitar la presión mediática. Pero narrar los partidos con una tela y un punzón, como si fuesen coplas de ciego, me parece un exceso en la era digital. Van a conseguir que nos unamos todos, en casa del amigo que tenga señal. Así se hace cantera y se fomentan las relaciones.

Compartir:


El código del pecado

mayo 21st, 2006 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

Si para los musulmanes el peligro está en dibujar al profeta, para los cristianos el mal casi siempre viene de las pantallas de cine. A los dos les molesta la iconografía porque a las religiones les molesta que les hagan la competencia. El cine es la versión más desarrollada de hacer dibujos en la arena del desierto, un invento de occidente para tener ocupada la tarde del domingo. En buena parte de las salas de exhibición españolas se proyecta ?El código Da Vinci?, una película que se estrena con la mayor campaña de publicidad posible. El Opus y la rama más dura de la iglesia católica se han encargado de hacerle promoción al film de Tom Hanks, que como tal dicen que es flojita tirando a rollo pestiño. Quizá no hayan valorado que con su reacción le están haciendo el mejor de los marketing.
De vez en cuando nos hace falta tirar a la hoguera algún libro, alguna película o tal vez una bruja. El colectivo se enciende cuando hay un enemigo común y el cine está cargado de peligros para el alma, (en el caso de que uno crea en ella y también esté dispuesto a dejarse manipular). Pero ?El código Da Vinci? se trata de una película, nada más, y no puede ser tomada como argumento teológico porque es ficción. Pero los devotos flagelados de rodillas en la puerta de los cines le dan al estreno categoría de pecado universal, lo mismo pasó con la película de Godard ?Je vous salue, Marie? cuando las niñas de colegio de monjas evitaban pasar bajo la marquesina donde se proyectaba el maligno.
Mientras discutamos sobre los símbolos y no sobre las ideas seguiremos siendo una sociedad medieval de curas bravucones, y beatas temblorosas. La razón tiene mala prensa, se llega más lejos con una consigna que con una idea. No calcularon bien los Lumière el efecto social que iba a tener su invento que consistía en recuperar las imágenes cotidianas para proyectarlas sobre una sábana. A efectos de maduración intelectual seguimos dentro de la cueva de Platón, asustados por las sombras que vemos proyectadas del exterior.
La religión tomada con un factor excluyente es algo muy cansado para convivir ella, y más cuando nos quieren salvar el alma a toda costa. Como sigan enviando al infierno a todos los que piensen diferente no va a haber sitio, en un lado los tibios, en otro los cinéfilos y así hasta completar la lista de los descastados. El pecado entendido como mochilla llena de cantos de río es una pesadez histórica de la que guardamos triste memoria. Los pastorcillos que eran los elegidos para las apariciones angelicales están más preocupados en ver el fútbol del mundial. Y, el cine es un sueño, un arte, una mentira dulce, nunca un castigo.

Compartir:


Monumental y longeva

mayo 19th, 2006 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

Siempre es un placer cruzarse en la llamada “puerta de arrastre”, (que es por donde entran los antiguos matadores de toros) con Constantino Mediavilla, de porte torero y de los pocos que aún saludan quitándose la montera. Iba don Constan con su cámara digital dispuesto a grabar otro de sus reportajes de Madrid-impacto que desde ya se puede ver colgado en madridiario.es, y que muestra la plaza desde una altura considerable, (será porque a don Constan le produce nostalgia la proximidad del ruedo, si fuera por él se echaba a la arena a poner un par de banderillas y a hacer una gaoneras que es un pase taurino que viene en el Cossío y resulta de mucho lucimiento).

En ese reportaje a lo Juan Palomo: yo me lo grabo, yo me locuto, yo me lo como? se aprecia el esplendor de una plaza que cumplirá en junio 75 años. En esa plaza se han cruzado los toreros más punteros con el mejor ganado del momento, no coincidiendo siempre uno con otros, la verdad. Hay días en los que va el genio pero se queda la suerte, y otros en los que llega la bravura pero no hay torero disponible en ese momento.

La Comunidad es la propietaria de la Plaza, (pero eso afecta a una pequeña parte de la historia del coso taurino), antes estuvo en manos del Estado y en la Guerra Civil fue un huerto.

Las Ventas la hacen los aficionados, también la excelsa televisión que saben hacer Molés y Moncholi, (dos cumbres del arte del toreo audiovisual). La hacen las chicas guapas que asisten y los novilleros que acuden con hambre de tomar nota. Y César Palacios, antiguo arenero que pinta a carboncillo los pases de la tarde. Y Florito. Y el doctor García Padrós. Y Manolo en el callejón. Y el que le vende bolsas de patatas fritas a los japoneses como el que tira caramelos desde una carroza. Y, también, la Ramón Calderón con Taurovent…

Carlos Abella, miembro del consejo taurino de la Comunidad ha hecho una labor magnífica para conmemorar estos 75 años, (suya fue la idea, creo que no muchos lo saben). Pero de ahí a que la Comunidad, a que Ignacio González capitalice el éxito de 75 años de Plaza de Toros, es un exceso, una desmesura.

Démosle al homenaje la distancia taurina que se merece, y el sitio a cada uno, pero no entronicemos al altar de las figuras a quienes del capote también hacen política.

Compartir:


La banda

mayo 18th, 2006 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

Si la delincuencia contara en el PIB, si la actividad delictiva fuera un indicador de consumo, nos sentaríamos en el G-8 dándole collejas amistosas a los grandes mandatarios internacionales. Se nos iba a quedar pequeño el sofá de la foto. El grado de pulcritud de las bandas es tal que uno nunca sabe si los delincuentes que han entrado en casa vienen a pedirnos los ahorros o buscan la merienda, en muchas ocasiones compran las corbatas en la misma tienda.
El asalto a viviendas con los moradores dentro es uno de los mayores dolores de cabeza de la Policía; los últimos en caer han sido una banda de albanokosovares que actuaban en Valencia y Andalucía. Hay que leer las notas de la Policía porque están cargadas de retórica forense, ya sólo la Policía española y la curia vaticana ponen latinajos en sus escritos, por eso hablan del modus operandi. Un político hubiera dicho que los detenidos se lo montaban de tal forma; menos mal que nos quedan los escritos oficiales donde se refugia el saber.

El cabecilla es un tipo llamado Gabriel W. que a su vez controlaba células que trabajaban en cuadrilla, sin tener conocimiento unos de otros, una pequeña red de contraespionaje conectados en clave.Tenían una sofisticación brutal, como si fueran una colmena donde hasta los zánganos tienen que ir a por el pan. Los había que esperaban en un primer coche, luego otros en la retaguardia y, por supuesto, un comando de acción inmediata que le pegaba la patada a la puerta cuando los residentes estaban viendo ¡Mira quién baila! El miedo es un gas que se cuela por las rendijas y se expande, por eso hay tantos afectados por este nuevo pánico social. Estos tipos comparten modus operandi con otros más, el sindicato de la delincuencia tiene innumerables franquicias repartidas por toda España sin que el Ministerio del Interior pueda hacer otra cosa que contarlos con una tiza. Es posible que el cabecilla detenido en la última operación supiera dar razones de la banda que asaltó a la mayor parte de las casas de El Vilosell, en una misma noche, sin que ningún vecino se coscara de la movida. La clave la tiene el teléfono móvil del alcalde, gracias a él sabemos que llamaron a Rumanía, porque les hacía ilusión contarle a sus madres lo bien que les va el trabajo por aquí.

La banda que asaltó Vilosell eleva un punto el refinamiento criminal: entre otras cosas también robaron aceite de oliva, son tipos cultivados que prefieren un aceite en crudo antes que la tele de plasma. Por lo tanto, extremadamente peligrosos. Y, por supuesto, los ahorros de sus fechorías los tendrán en actividades completamente lícitas y dignas de toda transparencia. Una vida dedicada a la delincuencia no se puede extraviar por culpa de unos sellos en mal estado. Una cosa es que te llamen delincuente y otra ingenuo.

Compartir:


Se vende por piezas

mayo 16th, 2006 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

En breve, antes de que mayo se esconda tras la última hoja del calendario, Madrid contará con el llamado “testamento vital”, que no es otra cosa que la libre disposición de la casquería de uno y las órdenes oportunas para llegado el caso del infortunio. El hombre, (poca cosa aunque sueñe con proyectos elevados), en el fondo es un catálogo de vísceras y de combinaciones químicas que cuando se descomponen tienen el valor del polvo enamorado que decía Quevedo.

Ha llegado el momento en el que podamos disponer de nuestro destino final, (y de paso dejemos de ser un problema para nuestros familiares). Que se haga cierta aquella frase del torero que en la UCI de la Paz, dijo: “ni cables, ni enchufes”, y se dejó extinguir como si la vida se le fuera por un boquete abierto, a caño libre.

Y que cada uno disponga de sus órganos para mayor provecho de la ciencia. Mientras está por descubrir lo de la vida eterna no está mal contribuir a esta vida cotidiana con las piezas de recambio que podamos dejar.
En el Concilio de Nicosia la gran discusión teológica fue si los calvos resucitarían con pelo, o sin pelo. A pesar del alto nivel del debate no se llegó a acuerdo alguno.

Mientras todavía el aire nos sostenga, y antes de “que el tiempo nos alcance”, (como diría Alfonso Guerra), tenemos la oportunidad de dejar negro sobre blanco lo que es nuestra última voluntad consciente. Y, quién sabe si la vida eterna reside en el reciclado permanente de córneas y riñones en buen estado.

Compartir: