Las bicicletas son para Armstrong

julio 24th, 2005 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

Le tomo el título prestado a Fernando Fernán Gómez, (siempre es mejor admitirlo que hacer como Ana Rosa Quintana), para constatar una evidencia planetaria: o permiten a los demás del pelotón ponerle un pequeño motor a sus bicicletas o Armstrong va a estar ganando tours de Francia hasta que se le oxiden las amígdalas. Hoy, si nada lo remedia (quizá una fuerza suprema, un huracán como el que azotó Cancún la semana pasada), Lance Armstrong ganará su séptimo Tour. Maravillosa noticia para el corredor pero pésima para el deporte porque le resta emoción. Era Beckenbauer el que decía que el fútbol eran once contra once y al final siempre ganaba Alemania, una brabuconada pero que se cumplió al pie de la letra. Hasta la coronilla de presenciar el abuso germano pronto aprendimos a aplaudir la caída del Imperio, (¡el disgusto de flequillo que se llevó Rumenige cuando palmó la final del Mundial 82! ante un tirillas como Paolo Rossi y resto de la banda italiana).
Con el Tour nos puede pasar lo mismo, entre la caló que cae a plomo y los resúmenes de Operación Triunfo, es posible que las bicicletas caigan en el más absoluto de los abandonos. La culpa la tiene Armstrong porque es perfecto, no hay en él un pliegue de duda, un espacio para la duda. Desde que se viste de amarillo hasta que se baja de la bicicleta en los Campos Elíseos, no hay color. El secreto mejor guardado es ¿por qué llega el primero?: porque tiene urgencia por reunirse con su novia, la rubia-revolcón Sheryll Crow que a su vez canta y le toca la guitarra en sesiones acústicas. La ausencia de Sheryll le provoca unos cambios en las endorfinas que luego se convierten en energía mecánica; es normal, cualquiera que tenga semejante estímulo en línea de meta no dejaría escapar un segundo.
Valga la metáfora para justificar que cuando uno está enamorado no entiende de valles o montañas, lo que busca es llegar pronto. Aclaro que esta teoría ciclista no quiere decir que el último clasificado sea un gregario acongojado porque tiene a la suegra en casa; no, ni mucho menos. Pero no todos tienen la suerte de acostarse con su banda sonora, y eso le pasa a don Lance al que despiertan con Las mañanitas del rey David (y no con la diana que le tocan al pelotón).
Por lo tanto no es extraño que hoy, tras vestirse de césar de las dos ruedas, el corredor huya con su novia-cañón a investigar melodías. A fin de cuentas ella maneja los dedos muy bien, (con su guitarra), y él tiene piernas dignas incansables. Seguro que Armstrong está loco por triunfar en las curvas de Sheryll, su mejor etapa, su meta volante y su doping natural. Si le pinchan le salen glóbulos rubios muy agitados.

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‘Tengo la oficina con las mejores vistas’

julio 20th, 2005 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

«Cada vez que me visto de azul se me oxidan los pendientes» / «Siempre que sale la bandeja del café, aparece la turbulencia» / «En los años 50 los aviones rumbo a Buenos Aires paraban en Las Palmas para asistir a misa» / «Tengo vértigo de toda la vida» / ¿Para ir de la T1 a la T4 de Barajas? «Deberían poner por lo menos una línea de burro-taxis»

Por megafonía todas las voces son iguales, las que piden una cajera más en el hipermercado o las que suenan en un estadio de fútbol, pero cuando se escucha eso de «les habla el comandante», la cosa cambia. Un comandante de avión es una autoridad con galones, alguien con mando y destreza acumulada, que cruza océanos como el que baja a por el pan. Angel Bustos lleva muchos años dedicado al oficio de manejar a un paquidermo alado con la suavidad de una mariposa.
Pregunta.- ¿Su oficio es tan romántico como ser navegante?

Respuesta.- Y como ser fraile o médico, son ocupaciones a las que te dedicas en cuerpo y alma porque te atrapan.

P.- ¿Tanto le gusta su trabajo?

R.- A mis 58 años, cada vez que me visto de azul se me oxidan los pendientes.

P.- ¿Vistos desde arriba, somos poca cosa?

R.- Al revés, el que se ve pequeño es el piloto comparado con la inmensidad del paisaje. Eso sí, tengo la oficina con las mejores vistas del mundo.

P.- ¿Se ven las obras de Madrid?

R.- Sí, desde todas partes del planeta. Le aseguro que también se ven desde la Luna (risas).

P.- ¿Manda mucho un comandante?

R.- (Risas) En principio es la máxima autoridad dentro de su reducido espacio. Es el responsable ante las aviaciones civiles de los países que sobrevuela.

P.- ¿Tanto como para casar parejas?

R.- Está contemplado en el reglamento y en caso de extrema necesidad, igual que haría el capitán de un barco. A mí nunca me ha pasado.Aunque un día después de un vuelo casamos a una azafata con un segundo…

P.- ¿Y fue para siempre?

R.- No llegaron a casarse, no sé si consumaron algo, o se consumieron antes.

P.- ¿Cuántos botones antes de despegar?

R.- Hacemos un montón de listas de comprobación: la inspección pre-vuelo antes de coger la pista, rodaje, antes del despegue, crucero, descenso, etc

P.- ¿Incluidos los de la camisa?

R.- También me los reviso, porque en un comandante hace mucho la presencia.

P.- ¿Cuántos ordenadores le acompañan?

R.- Cinco de mandos de vuelo, dos de navegación y luego otros más pequeños.

P.- ¿Incluido un ajedrez electrónico?

R.- ¡Es el único defecto que tiene el avión!, algún día lo llevará.

P.- ¿Se le quejan de alguien que ronque?

R.- Sí Por supuesto. En ese caso como los buenos toreros hay que actuar con la mano izquierda. Puede que roncara como una motosierra, pero los ronquidos no me llegaban a la cabina.

P.- Dicen que es más fácil ligar con Claudia Schiffer que sufrir un incidente de aviación, ¿por qué nadie cree lo de Claudia Schiffer?

R.- (Risas) Es parte de la perversión que tiene toda estadística, y si no que se lo digan a los políticos en periodo preelectoral.

P.- ¿Miedo al ascensor o la montaña rusa?

R.- Yo tengo vértigo, de toda la vida, me asomo a un piso alto y lo paso fatal. Nunca haría montañismo. Sin embargo, mirar desde arriba en el avión no me marea.

P.- ¿Qué relación hay entre servir el café y las turbulencias?

R.- Siempre que sale la bandeja del café (por razones que no están escritas), aparece la turbulencia. Pero le aseguro que no viene en los manuales de vuelo.

P.- ¿Ustedes no se tocan la bocina?

R.- No, quizá con avisarnos por la radio valga.

P.- ¿Por qué no llevan cocinero a bordo?

R.- Iberia tuvo un servicio en gran clase llamado Rosa Real, donde el sobrecargo cortaba la carne en presencia del pasajero.

P.- ¿Qué otros servicios históricos han tenido?

R.- Los vuelos que iban a Buenos Aires, en los años 50, paraban en Las Palmas para asistir a misa. Era cuando se volaba con DC-4.

P.- ¿El avión es una máquina perfecta?

R.- No le miento; casi perfecta, como todo lo construido por los humanos es casi-perfecto. Le falta muy poquito para ser infalible.

P.- ¿Y el hombre?

R.- No, el hombre como sujeto de pasiones no es siempre persona exacta. Aunque el piloto llega casi al nivel de su aparato.

P.- ¿Por qué dan salvavidas en lugar de paracaídas?

R.- A esas alturas no hay quien salte en paracaídas, en cambio las balsas y los chalecos sí han salvado a muchas personas.

P.- ¿Lo de Emmanuellle era un mito?

R.- Una vez una azafata me alertó de que en la última fila una pareja maniobraba de forma extraña. Como la azafata insistía me acerqué dando una vuelta, muy despacio, al llegar dormían plácidamente.

P.- Cuando acaben la nueva terminal de Barajas, ¿habrá un puente aéreo para llegar de la T1 a la T4?

R.- O burros como en Mijas. Deberían poner por lo menos una línea de burro-taxis.

RETRATO

Orígenes. Madrid, 1947. Currículo. Vocación temprana, cuando era niño veía pasar un avión y se decía: «Quiero ir ahí arriba». Ingresó en la Escuela de Armilla de pilotos de complemento, en Iberia desde 1970, nueve años de segundo hasta que llego a comandante de los DC-9. También ha sido instructor e inspector de pilotos. Fue de los primeros en probar las nuevas tecnologías del Airbús, con el A-320. Ahora cruza el Atlántico a lomos de un A-340, el testarrosa de la aviación comercial. Debilidades.«Volar, está claro». Aficiones. «Los toros, me cojo vacaciones coincidiendo con la Feria de San Isidro». Virtudes. «Constante». Defectos.«Me encantan mis amigos y el jamón».

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La cucaracha

julio 20th, 2005 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

Si un avezado inversor se presentara en la Bolsa de Madrid con unas azafatas vestidas de cucarachas, otras de hormigas y algunas más haciendo de roedores, se llevaría el mayor subidón de la temporada. Más que Corporación Dermostética que montó un show faltón con el papel de las enfermeras, (no es de recibo enseñar cacha para augurar beneficios).
El negocio de la temporada es el exterminio de plagas, en la Comunidad de Madrid hay cerca de cien empresas que bien pudieran agruparse bajo el nombre de Exterminator SL. En realidad nunca acaban con las plagas, lo que hacen es pasarlas por debajo de la puerta al vecino, si terminaran con ellas se les acabaría el negocio. Bécquer lo dijo más romántico con las golondrinas cuando se refería a los bichitos patizambos y trompeteros que se cuelan en nuestra intimidad.
Dicen que las cucarachas sobrevivirán al último ataque nuclear, al día en el que aparezca un terrorista con la mochila definitiva. Ellas construirán una cultura basada en la austeridad y la reproducción compulsiva. Pilar Cristóbal, sexóloga, ha escrito un libro sobre el comportamiento sexual de los animales, es la versión porno de Waku-Waku. En sus páginas no se dice nada de la coyunda del mosquito (siempre se dijo que a las moscas les gustaba tener novios que fueran pilotos).
Las plagas son una postal del Antiguo Testamento contra las que nada podemos hacer. En el reino de los insectos el hombre es un animal en extinción.

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Animales de compañía

julio 19th, 2005 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

Leo en MADRIDIARIO un reportaje muy interesante acerca de las plagas de verano: cucarachas, arañas, hormigas, ratas y ratones. Vamos que no nos falta de nada. Sólo han olvidado incluir la presencia de parientes a última hora y gorrones sin clasificar.

Los pequeños animales de compañía son tan inevitables como ciertos y molestos. Se cuenta que un poeta loco que vivía en una vieja pensión de la calle Huertas (ahora reconvertida en piso de compañía de seguros), consiguió amaestrar a una cucaracha para solaz y divertimento de las visitas. No es lo habitual, lo suyo es que le gente huya de los insectos como el que evita el pago de una deuda. Para eso existen matadores de pulgas profesionales, toreros del DDT que con un bote y mucha paciencia consiguen acabar con la plaga. Realmente no la extinguen (sería el final de su negocio), sino que se la pasan al vecino de al lado, así que cada año los insectos vienen y van. Bécquer lo decía más romántico poniendo a las golondrinas como ejemplo, pero en realidad no hay nada más familiar que una cucaracha.

Serán los insectos los que devoren nuestras carnes cuando pasen los años. A ellos nos debemos en cuerpo y alma.

Además, ¿se puede considerar a Alberto de Mónaco como un insecto, o lo suyo es sólo prosa descriptiva?, por lo tanto estaría libre de ser fumigado.

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¡Qué verde era mi Open!

julio 18th, 2005 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

A Tiger Woods no se le conoce otra sonrisa que no sea la de la victoria, ayer tardó en hacerlo, fue justo cuando su madre cambió la pierna de posición en la silla. Hasta ese momento Woods era un obrero del golf con el mono de trabajo y mamá una espectadora de escayola. Es posible que la estética ayude en estos casos, él era el único vestido para ganar: con un chaleco antienvidias que le daba un aspecto de Denzel Washington en misión secreta del Pentágono. Por su parte Olazábal llevaba un jersey amarillo para triunfar en un concierto de los Hombres G (hizo lo que pudo contra el Titán) , y Colin Montgomerie iba de secundario de La Casa de la Pradera, (su aspecto de bonachón le sitúa directamente en la barra del bar, con una pinta en la mano, narrando cómo aquella bola no botó como debería).
El Abierto Británico es un festival para los ojos, un lugar de estética imbatible donde el público se apasiona como si Raúl fuera a tirar un penalti en el Bernabéu. El old course de Saint Andrews es la demostración palmaria de que Inglaterra es la cuna de la democracia: todo tan ordenado, tan apropiado, hasta la gaviota (o avutarda real), piaba a su debido tiempo. Y para un espectador que osó sacar su máquina con flash, Woods le recriminó para que luego el resto del público le abucheara con cortesía parlamentaria. El golf es el único deporte en el que un jugador puede poner al respetable en su sitio: detrás de una cuerda o en la copa de un pino. Mientras que el Tour de Francia muestra un país desde el aire cargado de historia, castillos y carreteras románticas, el campo de Saint Andrews es una evocación permanente a los fotogramas de Elia Kazan en Esplendor en la hierba, un lugar paradisiaco donde sólo falta Natalie Wood y un diligente mayordomo cruzando la pradera con una bandeja de té (quemándose sin duda las yemas de los dedos pero embutido en su flema británica que le prohíbe quejarse jamás). Para nuestra desgracia, en España, no podemos lucir campos tan históricos, ni carreteras tan hermosas.Ya llegará la Vuelta Ciclista a mostrar nuestros secarrales y rastrojos quemados por las distintas parabólicas mundiales. No tenemos ni el verde, ni el mayordomo, ni el castillo con fantasma.La Casa Club de Saint Andrews debe haberla construido el mismo arquitecto que hizo la mansión de Psicosis.

Tiger hizo lo que ponía en su papel: ganar. Tan clara estaba la cosa que el grabador de la bandeja de plata, un octogenario y diligente artesano, se colocó su monóculo de sexador de pollos para inscribir el nombre del jugador norteamericano mucho antes de que los jueces cantaran victoria. Entonces Tiger se quitó la gorra e invitó a Olazábal a desmonterarse en gesto taurino de complicidad (somos del mismo sindicato). El resto se puede adivinar mirando su amplia, combada y profunda sonrisa. Y eso que por la mañana habían dicho que estaba acabado, ahora el profeta le ha alquilado una madriguera a un topo para pasar las vacaciones en el old course.

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El anuncio de Laporta

julio 16th, 2005 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

Un aeropuerto es un lugar muy aburrido donde por culpa de la iluminación y la asepsia todos parecemos muslos de pavo envasados al vacío con un maletín en el pico, demasiado impersonal; al menos en los aeródromos antiguos se celebraba misa al aire libre los domingos.La culpa la tienen, una vez más, los que confían sus vacaciones a los mayoristas. Y como no hay pasajeros románticos tampoco quedan estampas entrañables. En un aeropuerto en tránsito se pueden hacer pocas cosas, parece que la decoración estuviera destinada a anestesiar los sentidos; en todo caso se puede rodar un anuncio. La versión brasileña es festiva, con música de samba y Ronaldo haciendo cabriolas entre los carritos de las maletas.La versión pija sería parecida a la que rodó Enrique Iglesias cuando se quita el smoking para colarse por la boca del tigre por dónde meten las maletas. La versión española, digna de un fotograma de Cine de barrio, la perpetró Joan Laporta con aire de ofendido pasajero al que le tienen hasta la tarjeta de embarque con las medidas de seguridad. La versión española tenía que ser mezcla del despelote de Enrique Iglesias con alguna escena inspirada en La escopeta nacional: ¡qué no me dejan pasar, aquí mismo me quito la ropa con dos narices!, ¡usted no sabe quién soy yo! El presidente del Barça solucionó el problema como se haría en un tebeo de Mortadelo y Filemón; de poco le sirvieron las excusas de los guardias, ni las peticiones para que soltara lastre en la bandeja anexa. Está visto que cuando el genio aflora no hay máquina que se le resista.
Perdió una ocasión de oro para lucir una ropa interior con los colores del equipo, eso hubiera sido un golpe de efecto insuperable, en cambio optó por un ataque verbal contra todo lo que se mueve incluido el escalafón celestial. Dicen que creó un ripio en consonante en el que relacionaba cuernos, hartazgo, soberbia, rabia, ajos, sapos y culebras. Es posible que el gesto enrabietado del culé sea tomado como ejemplo, y este verano la gente entienda por «hacer un Laporta» al acto de despojarse de vestimenta para entrar en los chiringuitos donde compartir cerveza con las moscas, y entre aperitivos radioactivos, (allí donde las panzas prominentes alertan de que estamos rodeados de vigilantes de la paella).También es posible que Laporta haya tenido una idea original para combatir la ola de calor, cuando el termómetro aprieta ni las reglas de estética se respetan: fuera corbata, cinturón, pantalones, zapatos y así hasta llegar al hombre que hay tras la cebolla que viste a un ejecutivo.

La rabia y la vanidad le pierden. Si hace lo mismo pero sin acudir al diccionario de charcos y culebras habría quedado como un marqués.Además, después del incidente se arriesga a que sus jugadores vayan haciendo lo mismo por los aeropuertos del mundo, ¡con lo que cuesta que un futbolista se coloque la corbata con desgana! Florentino Pérez no lo hubiera hecho jamás, hasta en el yate navega sin descomponer la figura. Nos queda la duda de saber si el arco de seguridad estaba calibrado para detectar metales o era una alarma para prevenir de la presencia de gente desagradable.Echemos la culpa al calor que desbarata las seseras.

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Vecinos y otros peligros

julio 14th, 2005 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

De las atrocidades que va dejando la investigación de los atentados de Londres destaca la coletilla de que los terroristas llevaban una vida normal. La idea de que en el descansillo vive un asesino en potencia supera la maldad de que el hombre es un lobo para el hombre. De esa manera nadie queda libre de sospecha.

Ocurre algo parecido a cuando hablan los vecinos después de un caso de violencia de género y alegan parecían tan enamorados, era una pareja normal se suele escuchar. O estamos muy enfermos o no se puede considerar normal lo que son conductas patológicas, la inseguridad que provoca el recelo es un arma más poderosa que las bombas utilizadas por los terroristas.

Para mayor penuria vecinal el líder de los musulmanes del condado de Bradford, mister Amet, avisa de que hay otras personas dispuestas a seguir con la carrera de sangre que comenzó el 7-J.

Condenar una religión es, además de una calamidad, un acto bárbaro. Ahora bien, si la maldad sale de una puerta sí que se puede controlar a los que tocan el timbre, a los que usan el móvil con fines criminales, a los que pertenecen a una red islámica. Dejando a un lado a las personas de bien que han elegido al Islam como religión de cabecera.

No condenemos a una religión por el hecho de ser el origen intelectual de una masacre, (todas las religiones han cometido atrocidades, los cristianos deberían recordar las Cruzadas).

Lo que resulta curioso es como un estado liberal, en lo mercantil y en lo ideológico, tiene reparos para construir su defensa. Parece que da apuro acudir a la intervención, es como si reconocieran el mayor fallo del sistema.

El Estado es, antes que nada, la garantía de convivencia de los individuos.

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‘Se ha confundido poder y bragueta’

julio 13th, 2005 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

«El estatus de jefe con coche de empresa no hay cuñado que lo resista» / «Conozco a un bancario que renunció a su despacho para volver a la ventanilla. Y volvió» / «El político es un jefe al que la erótica del poder ha vencido para siempre» / «Noé fue el primer jefe de la Historia» / «Joaquín Sabina es mi primo y siempre ha sido un buen chico»
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Juan José Almagro, andaluz culto, irónico y conversador. Patrono de la Fundación Antonio Gala en Córdoba, promueve una gran actividad cultural en la Casa de Ubeda en Madrid. Amigo de Muñoz Molina, compañero de pupitre de Joaquín Sabina, director general de Mapfre.Escribe suelto, tal y como habla, de una estirpe que conoce bien porque pertenece a ella: los jefes, lo cuenta en Érase una vez jefes, jefazos y jefecillos.
Pregunta.- ¿Marx lo complicó más que usted?

Respuesta.- Claro, porque Marx era muy complicado.

P.- ¿Por qué escribir sobre jefes?

R.- En España hay poca gente que lo haya hecho. Sí se escribe sobre los grandes jefes, pero los normales, no. Sólo si los jefes funcionan, la empresa funciona.

P.- ¿Tienen el poder?

R.- En España se ha confundido muchas veces poder con bragueta.Algunos creen que para ser jefe tienen que dar voces y portarse de manera tosca.

P.- ¿Y alguna pequeña bronquita, de vez en cuando?

R.- Lo más importante es saber premiar y también reprender. Hay que saber avisar a tiempo a una persona de que lo hace mal.

P.- ¿Usted nació jefe?

R.- Casi, a las pocas semanas de entrar en mi empresa me hicieron jefe pero a la vez empleado, secretario, botones de mi mismo.Fui un jefe peculiar.

P.- ¿Los jóvenes quieren mandar?

R.- No, sin duda. Hay estadísticas que dicen que sólo el 2% de los universitarios españoles quieren ser jefes y mandar en otros.El resto quiere un buen sueldo y tiempo libre para dedicarse a sus aficiones.

P.- ¿Ya no quieren ser Mario Conde?

R.- No, afortunadamente. En las escuelas de negocios donde se estudiaban casos como el de Conde, ahora ponen en solfa aquellos valores que en su día enseñaron.

P.- ¿Para qué ser jefe?

R.- Para ponerlo en la tarjeta de visita y enseñársela a los cuñados. Cuando uno comunica un ascenso el cuñado entra en fase de derrumbamiento.

P.- ¿Hablamos del efecto cuñado?

R.- Al alcanzar la jefatura el efecto cuñado es determinante.Si el cuñado no es jefe nunca podrá meterse con uno.

P.- ¿El primer jefe de la Historia?

R.- Noé porque mandó sobre personas y animales. Era un jefe domador.

P.- De empleado a jefe, ¿y al revés?

R.- Conozco un caso: un bancario que renunció a su despacho para volver a la ventanilla. Y volvió.

P.- ¿Un jefe escribiendo de jefes es como Jack El Destripador dando la receta del roast beef?

R.- No, es bueno que los jefes se desnuden y analicen que deberían ser de cierta forma.

P.- ¿Hay mando sin corbata?

R.- Sí, es posible. Lo importante es tener capacidad de liderazgo.

P.- ¿El coche oficial luce más?

R.- Sobre todo de cara al cuñado. El estatus de jefe con coche de empresa no hay cuñado que lo resista.

P.- ¿Matan por despacho con ventanas?

R.- Y por la mesa más grande. En Estados Unidos algunas empresas tienen asignados metros, ventanas y muebles en función del grado de jefatura.

P.- ¿El político es un jefe en tránsito?

R.- Es un jefe al que la erótica del poder ha vencido para siempre.

P.- ¿Dónde van cuando dejan de mandar?

R.- Felipe González dice que los ex presidentes son jarrones chinos: algo muy valioso que nadie sabe dónde colocar. Estorban en cualquier parte.

P.- ¿El jefecillo tiene infierno aparte?

R.- Sin duda, es la persona que chilla, el mezquino con los subordinados.

P.- ¿Hay que reírles un chiste siempre?

R.- Yo creo que no (risas).

P.- ¿Beckham es jefe o empleado?

R.- Metrosexual, que es una invención masculina para evitar el creciente ascenso de la mujer en el trabajo.

P.- ¿Conoció a Sabina cuando era buen chico?

R.- Es mi primo y siempre ha sido un buen chico. Era un buen estudiante, brillante en Literatura y en Historia. Luego él se fue a Granada y yo, a Sevilla.

P.- ¿Se imagina a Sabina de jefe?

R.- No, no, (risas). Es lo más contradictorio que podría ver nunca.

P.- Sus amigos tan románticos ¿y usted con traje?

R.- Me obligó a ir con corbata un catedrático de Derecho Romano.Uno se acostumbra, aunque no deja de ser una convención.

P.- ¿Cómo logró ser jefe de Antonio Gala?

R.- Soy patrono de la Fundación de Córdoba, pero él también lo es.

P.- ¿Gala le pide permiso para coger las vacaciones?

R.- No (risas), ser amigo de Gala es un honor.

RETRATO
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Orígenes. Ubeda, 1950. Currículo. Licenciado en Derecho, con 24 años ya era directivo en Granada. Al margen de su actividad principal, ha dado clases en diferentes escuelas de negocios. También ha sido secretario general de Mapfre Seguros Generales y presidente de la unidad de Recursos Humanos. Ahora es director general de Comunicación y de Responsabilidad Social. Presume de experiencia con jefes, jefazos y jefecillos. Aficiones. «Devoción por la lectura y, a veces, el golf». Debilidades. «Los toros y soy del Betis que es una filosofía».
Virtudes. «Sé escuchar y soy buena gente».
Defectos. « que soy buena gente. Eso tiene que ser un defecto».

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Carmen Sevilla no defrauda

julio 11th, 2005 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

Ya dijo alguien, no hace mucho tiempo, que si Carmen presentara un telediario se llevaría toda la audiencia. Lo último de esta señora (que se ha convertido en un retruécano permanente) es una equivocación literaria. Carmen confunde las ovejitas con el notario, por lo tanto cuando se trata de literatura no es extraño que relacione a los Hermanos Karamazov con los hermanos Calatrava. En cierta ocasión dijo, de ella misma, “soy mayor pero no tanto como para ser del Parque Jurídico”.

La última es mundial, casi cósmica. En el Festival de cine de Alfaz del Pí le destinaron a entregar el Faro de Plata que había recaído en el director Gonzalo Suárez. Carmen, muy en su papel de la voz entrañable de las Españas, al ver avanzar a Gonzalo Suárez exclamó: “¡pero si yo le conozco, es usted Valle Inclán!”.

Todavía le duelen los abdominales al personal de la risa-floja-cachondeo-filipino. Cuentan que los más cercanos incluso se hicieron pis, (se hizo el milagro de la próstata). Un golpe seco cargado de tanto humor sólo se le hubiera ocurrido a Groucho.

Lo mejor de Carmen Sevilla es que tenemos sus ocurrencias para un rato. Lo de Gonzalo Suárez supera aquella otra historia del Telecupón: “¡te ha tocado una bicicleta!… ¿ah, que no puedes montar?… ¿ah, que eres tetrapléjico!… ¡bonito oficio!”.

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Escucha hermano

julio 9th, 2005 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

Estimado Miguel Ríos… El rock sigue siendo el mismo, pero cada vez cuesta más levantarse por la mañana después de un concierto.De todo hace 20 años cantaba Serrat, en su caso doblemos la cantidad porque el tiempo nos alcanza hasta sumar 40 abriles subido a un escenario, (se dice pronto). Desde las matinales del Price cuando compartía pensión con un chico de Gibraltar llamado Albert Hammond, pasando por la colaboración con Waldo de los Ríos, Luz, el Rock and Ríos, la oración de Santa Lucía, así hasta llegar a estos 60 mp3 (que son una forma comprimida de cumplir años).
Ayer fue una noche de magia y juventud como dice la letra de una de sus canciones, ¿por qué será que el rock suena mejor en un escenario abierto y con calor?, ¿qué se experimenta al cantar a las nietas de aquellas madres que tanto amó?

Roquero y antiyanqui, lo suyo siempre ha sido nadar contracorriente.El autobús que le sacó de Granada iba lleno de palmeros flamencos, guitarristas, soldados sin graduación y seminaristas de permiso, pero usted era el único roquero. Faltaban algunos años para que templara la garganta ese ilustre paisano que se llamó Carlos Cano y todavía Joaquín Sabina estaba en la edad de la tabla de multiplicar en el Instituto de Ubeda. Ya entonces Miguel Ríos, (Mike Ríos que sonaba más internacional), desafiaba a los grises en sus conciertos para chicos malos. Quizá por eso nunca le invitaron en Navidad a cantar ante doña Carmen Polo, tal y como hacían los melódicos de la época con manifiesto entusiasmo popular.En los años de pelo corto y abrigo a media pierna usted llevaba melenas y chupa de cuero, toda una osadía contra el sistema.Los roqueros eran vistos poco menos que como agentes del diablo.Pero es fácil entender que mientras algunos soñaban con una plaza en el coro de la parroquia, usted le tiraba los tejos a Popotitos en un parque. Ser roquero en España, en aquella época, era como ser hoy jotero en Alaska, insólita vocación.

Ahora entiendo la letra que adaptó al Himno de la Alegría, muy alejada de la versión oficial de don Federico Schiller; cuando dice escucha hermano se refiere a siéntate y deja que pasen los años. En su caso hay que admitir que el rock rejuvenece y estira los músculos, es un auténtico método pilates. Aunque hoy duelan los huesos más que entonces, aunque los conciertos no acaben en redadas y el rock no sea subversivo, sigue siendo un placer.Así sean otros 40 años moviendo la cadera aunque todo vaya mal.Adaptando la expresión de Tierno: Dios nunca abandona a un buen roquero.

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